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ANDANZAS ANTROPOLÓGICAS: ¿Qué hacer en un caso de emergencia arqueológica?

jueves, 17 de diciembre de 2015 · 00:00
Por: Arqlga. Enah Fonseca Ibarra*
 
 
En el argot de las urgencias médicas, el ABC hace referencia al protocolo de primeros auxilios que debe realizarse para mantener la vida de una persona. El Soporte Vital Básico (SVB) es un nivel de atención médica que debe aplicarse con la máxima brevedad posible y hasta que el paciente pueda recibir atención médica completa. El ABC es un esquema que permite hacer una valoración, ordenando las acciones y priorizando la asistencia. Es fundamental revisar el estado de Alerta o consciencia, observar si la respiración es Buena e identificar los signos de Circulación. 
 
¿Cuál sería el ABC de una emergencia arqueológica? ¿Qué hacer cuando nos enfrentamos ante un posible hallazgo milenario? Es común que nuestra primera reacción sea mover los objetos de lugar; sin embargo, al igual que en el caso de una emergencia médica, no mover al lesionado puede ser crucial para su recuperación. Recordemos que los artefactos y los ecofactos son las pistas que nos permiten armar el rompecabezas del pasado, así que cuando retiramos una pieza corremos el riesgo de distorsionar la imagen o dejar inconclusa la historia. 
 
Los arqueólogos nos formamos para aprender a interpretar el pasado a través del contexto arqueológico, es decir, a partir de la asociación entre los objetos. Por supuesto que nos interesan los bienes y nos emociona encontrarlos, pero en la medida en que podemos leerlos para poder estudiar al ser humano. Ésta es una de las principales diferencias con los buscadores de tesoros que persiguen el hallazgo por el objeto en sí mismo.  Es por ello, que el proceso de registro es fundamental en la comprensión del uso/función de los objetos, porque un sutil movimiento confundiría la secuencia cronológica de los eventos e impediría detectar la contemporaneidad de la evidencia. 
 
Desde esta perspectiva, la mínima pista es significativa. El objetivo es proteger, estudiar y generar conocimiento para contribuir así en la comprensión de nuestro devenir. La recompensa final es poder incidir en la población para que valoren su historia y protejan su patrimonio cultural. 
 
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es la dependencia encargada de la salvaguarda del patrimonio nacional. No compra piezas arqueológicas porque eso es un delito federal que, además, fomentaría la proliferación de caza recompensas, destructores del contexto arqueológico. Por el contrario, el INAH agradece a todos esos héroes del patrimonio que pensaron en el bien común y decidieron donar algún objeto que fortuitamente encontraron, para ser estudiados y admirados por todos los mexicanos; agradece infinitamente a todas esas personas que han notificado de la presencia o peligro de destrucción de algún sitio arqueológico; e invita a sumarse a esta campaña de preservación.  
 
En atención a todas las personas que han confiado en el INAH proponemos la siguiente nemotecnia para memorizar los pasos en una emergencia arqueológica: Ante un hallazgo arqueológico intenta no mover los objetos. Busca siempre la defensa y conservación del patrimonio. Comunícate al INAH más cercano a tu comunidad para que el personal capacitado pueda hacer el registro pertinente.  
 

 
*La autora es profesora-investigadora del Cinah-BC.

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