Columnas

Antropología y trabajo

jueves, 30 de abril de 2015 · 00:00
Por: Enrique Soto Aguirre*
 

La antropología del trabajo es una subdisciplina de la antropología social enfocada al análisis y comprensión del mundo laboral. Los análisis hechos sobre el trabajo son mayormente transdisciplinarios pues en ellos intervienen generalmente aportes de la sociología del trabajo, la psicología, la economía y otras disciplinas afines.
El trabajo es uno de los principales ejes ordenadores de la organización social. Aunque es común a todas las sociedades, su forma y concepción no es única ni homogénea. El sentido que se da al trabajo, es producto de circunstancias sociales, históricas, culturales, económicas y políticas. Esta construcción colectiva e individual expresa los distintos sistemas de valores, creencias, actitudes, conductas y motivaciones que el  individuo tiene en relación a su trabajo, así como una pertenencia a un colectivo laboral y la identidad con una empresa o actividad en la cual se desempeña. Por lo anterior, podemos asumir que la función del trabajo rebasa los límites de la producción de objetos y de la transformación del entorno objetivo del ser humano siendo también, una fuente que nutre la subjetividad de los individuos.
El mundo del trabajo ha sido y es objeto de constantes cambios, adecuaciones y reorganizaciones. Los avances tecnológicos, la dinámica del mercado, la búsqueda de una mayor rentabilidad a través de una mayor eficiencia y productividad en el proceso de producción, las transformaciones sociales y culturales y las políticas regionales de industrialización, son algunos de los factores que inciden en la transformación del mundo del trabajo. 
Finalmente, hay que agregar que esta actividad humana llamada trabajo, es el medio a través del cual el hombre se apropia de su entorno y lo modifica para su conveniencia. Sin embargo, la noción no sólo establece una diferenciación de los humanos con otras especies sino también un principio de asimetría entre quienes desarrollan aquellas actividades socio-históricamente consideradas como trabajos y cuyo fin es esencialmente práctico referido a esta transformación del entorno y, aquellos cuyas actividades son enfocadas a la creación o contemplación como las artes, la filosofía, y el comercio o de reproducción, como las labores extrafabriles y las domésticas, de ahí la importancia que reviste su análisis.

* Profesor-investigador Centro INAH B.C.

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