El apagón (3)
(Noveno círculo: negligentes) “…Quienes entráis, perded toda esperanza” (La Divina Comedia, Dante Alighieri).
Ensenada, B.C.
¿Sabe usted endiablado lector que el nuevo edificio del Palacio Municipal no tiene una planta de energía eléctrica auxiliar en caso de cortes en el suministro de electricidad?
Y lo que es peor. ¿Conoce que el nuevo edificio municipal fue tan mal diseñado y construido, que si el gobierno decidiera comprar y operar esa planta de emergencia tendría que rediseñar y cambiar una buena parte de los cables de la red eléctrica?
Bueno, con decirle que las dependencias públicas instaladas en el nuevo Palacio Municipal, pomposamente llamado “La Casa del Pueblo”, no cuentan con baterías de emergencia en sus respectivos conmutadores y aparatos eléctricos de comunicación, por lo que se desconectaron inmediatamente después de ocurrido el apagón del pasado 8 de septiembre, hecho lamentable que también se dio en un área tan importante como lo es la Seguridad Pública y que aquí comentamos en el miserable Averno pasado.
El inmundo columnista sabe que las baterías de emergencia del equipo de Informática municipal apenas permitieron a los operadores de ese departamento, tener el tiempo suficiente para apagar adecuadamente todo el sistema sin dañar al equipo ni perder la valiosa información contenida en las computadoras.
Pero eso no sucedió en las demás dependencias públicas –por igual de la federación, el estado y el municipio-, nien ninguna de las 22 delegaciones municipales porque estas oficinas no cuentan con un respaldo eléctrico que les ayude a enfrentar con un mínimo de seguridad para la información que manejan y sus equipos de cómputo y comunicación, las consecuencias de un corte inoportuno en el suministro eléctrico.
Hace unos días recibí información de que algunos funcionarios de las dependencias municipales que operan en el nuevo edificio municipal, ya habían solicitado al gabinete financiero y administrativo del XX Ayuntamiento de Ensenada, desde febrero pasado, la compra, instalación y operación de una planta de energía eléctrica para casos de emergencia.
Porque sucede que el Plan de Desarrollo Municipal 2010-2013 incluye la implementación de un sistema completo y eficiente de comunicación regional -y otro de emergencia-, pero el problema radica en que no existen recurso con los cuales cumplir esas líneas de acción gubernamental de valor primario.
De hecho, lo que se solicitó en recursos para la planta de emergencia no fue mucho: poco menos de dos millones de pesos para atender las necesidades más elementales y estratégicas de gobierno en caso de una crisis como la que se presentó el 8 de septiembre, pero la aprieto financiero que enfrenta el gobierno municipal, junto con el caos en la instalación eléctrica de una parte del inmueble, ha impedido hasta el momento que esa obra se lleve a cabo.
También conocí que una parte de los recursos del Subsidio federal para Seguridad Pública Municipal (el llamado SUBSEMUN) se pretende utilizar en la compra e instalación de un sistema de respaldo eléctrico para las oficinas de Seguridad Pública ubicadas en la calle Novena, a fin de darle un cierto grado de apoyo a una dependencia fundamental para el buen funcionamiento de la ciudad de Ensenada.
Lo que no cuadra en este escenario de necesidades urgentes y escasos recursos es la construcción, dentro de las instalaciones del nuevo edificio del gobierno municipal, de lo que nos han dicho será la cafetería del inmueble. ¿Se trata de una obra prioritaria para el gobierno y la ciudadanía? Lo dudo, pero parece que sí lo es para quien disfrutará de la concesión de ese espacio comercial que, como fácilmente se puede prevenir, también se quedará a obscuras cuando se vaya la luz en todo el inmueble público.
Avernario: “En la tristeza de la interminable mediocridad que nos ahoga por todos lados, me consuela que en algún lugar, en alguna habitación pequeña, algunos obstinados luchan por eliminar el desgaste” (OdysseusElytis).
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