LA BUFADORA

En Ensenada cuatro son los priistas que han reconocido su deseo de contender por la presidencia municipal de Ensenada en el 2016; ellos son: Alejandro Arregui Ibarra, Julio Felipe García Muñoz, Jesús Jaime González Agúndez y Marco Antonio Novelo Osuna; y el PAN tres pretenden convertirse en alcalde: Francisco Vera González, Francisco Tarín Perisky y César Mancillas Amador; y por la recién estrenada tercera fuerza política en la entidad, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sólo hay uno, Jesús Alberto Ayala Urías, quien ya recibió la bendición de los verdaderos dueños de Morena en Baja California, léase, Jaime Bonilla y Xicoténcatl Leyva Mortera.

 

El resto de las fuerzas políticas buscarán establecer alianzas con el PRI o el PAN, incluso conformar una coalición entre la chiquillada, o bien, postular a un panista, priista o ex perredista disidente.

 

Sin embargo, a 90 días para que concluya el año las mujeres se mantienen a la expectativa, no obstante que tienen garantizada el 50 por ciento de las candidaturas, y con la oportunidad de que también aspiren a la presidencia municipal si el INE o los tribunales confirman que en el caso de esta entidad fronteriza, por contar con cinco ayuntamientos y ser un número non, deba privilegiarse a las mujeres en tres de las cinco alcaldías, bajo el criterio de una paridad afirmativa en favor del sexo femenino.

 

Así que todos los hombres que ya se ven sentados en la silla principal del cuarto piso del Palacio Municipal, primero deberían consultar con un experto en materia electoral y con los dirigentes de su partido para que su gozo no se vaya al pozo.

 

Mientras tanto los varones tienen el resto del año para continuar soñando, y aunque no deja de extrañar el silencio de las mujeres, en buena medida obedece a que los sectores femeniles de los partidos son francamente simbólicos y las pocas que ya están sólo esperan cachar las elevaditas.

¿Quién fue la última mujer que ganó una candidatura de mayoría en Ensenada? No incluir regidoras ni diputaciones plurinominales.

¿Se acuerdan que durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa se destinaron 2 mil 300 millones de pesos para crear la cédula de identidad ciudadana?

 

Y el promotor de esta mica fue el entonces secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, quien perdiera la vida en un accidente de helicóptero. Incluso la primera cédula se entregó en la ciudad de Tijuana.

 

Sin embargo, resulta que la administración de Enrique Peña Nieto determinó no continuar con este proyecto, a pesar de que ya se contaba con los datos personales y registro del iris de más de 5.5 millones de niños.

 

La Secretaría de Gobernación confirmó que no retomará la cédula de identidad ciudadana y que su prioridad es la creación de la clave única, que, confían en la dependencia, se cristalice en este periodo ordinario de sesiones.

 

Según datos oficiales, el gobierno de Felipe Calderón gastó 2 mil 300 millones de pesos en un programa que quedó inconcluso.

 

La administración anterior capturó 6.8 millones de registros de menores en 15 entidades y entregó sólo 1.3 millones de micas. El proyecto fue congelado desde el arranque de este sexenio.

 

Ante el peligro que representan las candidaturas independientes para los partidos políticos tradicionales, ahora el PAN cocina una iniciativa de reforma constitucional para permitir a los independientes competir en candidaturas comunes con partidos políticos, aun cuando ya hayan iniciado las campañas.

 

En este, como en todos los casos, quedaría prohibida la transferencia de votos, sea, aparecerán sus emblemas por separado en las boletas electorales.

 

En mayo pasado, el senador panista Ernesto Ruffo pidió al candidato de su partido al gobierno de Nuevo León, Felipe de Jesús Cantú, declinar a favor independiente, Jaime "El Bronco” Rodríguez.

 

Ruffo demandó al entonces dirigente de su partido, Gustavo Madero, buscar al candidato independiente para hablar sobre la posibilidad de integrar una alianza de facto.

 

La iniciativa del blanquiazul plantea que los candidatos independientes tendrán acceso a medios de comunicación y prerrogativas, en la misma proporción que los partidos de nueva creación.

 

De acuerdo con la ley vigente, eso implicaría que cada candidato sin partido podría tener financiamiento público hasta por 2 por ciento del total de la bolsa que se reparte cada año entre las fuerzas políticas.

 

En conclusión, ahora los partidos buscarán aliarse con los independientes, en un intento desesperado por permanecer en el poder.