Ciudadano “first class”

jueves, 22 de septiembre de 2011 · 00:00
Ahí donde la publicidad de gobierno habla mandando guardar silencio “Dar un hueso a un perro no es caridad. La caridad es compartir el hueso con el perro cuando estás tan hambriento como él”. Jack London. Ensenada, B.C. A la vista de todos, haciendo alarde de egoísmo, los políticos en funciones derrochan de manera insolente nuestro presupuesto: trajes de marca, autos de lujo, construcciones innecesarias, abultadas cuentas en el extranjero, abultadas princesas de California (Silicon Valley). Presupuesto que surge de los Impuestos. Es decir, de la feroz recaudación del Estado Democrático y que se va al inodoro en gastos injustificados, cumpliendo las megalomanías infantiles de los inconscientes, prepotentes e impotentes -- en sus faraónicos estilos de vida, que sólo satisface a esta horda de tarados --, generando más de mil millones de pobres en el mundo. Trafican con la corrupción y besan a sus hijos haciendo del amor un misterio político. Alardean de lo que obtienen como beneficio -- 85 mil pesos mensuales, unos, y otros, los “mandamás”, hasta 190 mil por, precisamente, mandar más -- y al robo que cometen le llaman “oportunidad” de mandato. El negocio es rentable, rinde frutos en comunidad. En este pantano revuelto, hasta los Medios de Comunicación son beneficiarios: es ahí donde la publicidad de gobierno habla mandando guardar silencio. Las noches de apagón, ilumínense con la publicidad. Los días sin agua, laven su cosa sucia con la publicidad (mojen la esponja ahí donde dice Cespe). A la hora del hambre, muerdan -- si alcanzan -- la optimista felicidad de la estadística oficial del Empleo (siempre al alza). ¿Qué te puedo decir, Ciudadano “First Class”? ¿Que la magia de la literatura nos salva de la “libertad” del basurero, lugar donde se anuncian los evangelios del consumo, apostolados del capitalismo voraz que generan la drogadicción, la degradación y la prostitución? raelart@hotmail.com

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