Ángel sin “aloas”

Primera versión del célebre paraíso agrario
jueves, 8 de septiembre de 2011 · 00:00

Ensenada, B.C.
“Yo no sé si Dios existe, pero si existe, sé que no le va a molestar mi duda”. Mario Benedetti.


Por mucho tiempo pensé que la palabra SINALOA significaba “Ángel caído”, persona sin alas: Sin “aloas”, pues.
Antes, cuando era un crío -- siempre en vías de desarrollo --, la gente le preguntaba a mis parientes: “Oigan, ¿pa’onde van?”, “Pues pa’las Sinaloas”, contestaban ellos.
Esa es la primera versión que tengo del célebre “paraíso agrario”, cuna del caudillo social y generoso bandido Heraclio Bernal, versión que se me consolida como la visión del mundo -- no miente Alejo Carpentier, cuando nos muestra su instantánea: “El despertar en el trópico / tiene algo de nacimiento en el mundo”--.
Incluso, en aquel entonces, llegué a escribir unos versitos “estatales” en honor a la fértil tierra de mi madre, que más o menos rezaban así: “Amor, abrazarse es buscarse las alas / y descubrirse irremediablemente / de esta tierra, Sinaloa”.
Malverde, malverso, sin duda estaba prescrito que sería un Poeta Maldito...
Más adelante -- para mi total asombro --, descubrí que la versión que es aceptada oficialmente no era la mía, sino la del ilustre “sinaloense” Lic. Eustaquio Buelna, quien en su libro “Nombres geográficos de Sinaloa”, explica que la etimología de la palabra SINALOA se forma de dos vocablos que provienen de la lengua cahita: “Sina”, cuyo significado es pitahaya y “lóbola”, que quiere decir redonda.
Por la tanto SINALOA significa “pitahaya redonda” y no despachado de Dios, “Ángel caído” o persona sin alas: Sin “aloas”... ¿Desalado? No, eso no quiere decir sin alas, pero tampoco sin sal...

raelart@hotmail.com

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