Drogas y armas

jueves, 22 de septiembre de 2011 · 00:00
La ejecución de 35 personas en el estado de Veracruz, cuyos cuerpos fueron transportados en camiones de redilas y abandonados frente a la plaza comercial más importante del municipio de Boca del Río, se suma a los actos de barbarie que protagonizan los carteles de la droga en todo el país. El hecho de que una banda de criminales se atreva a asesinar sin piedad a 23 hombres y a 12 mujeres, transportarlos en camiones como si fueran cualquier carga y dejarlos tirados en la carpeta asfáltica de un paso a desnivel de alta circulación vehicular, es un abierto desafío a las autoridades de los tres órdenes de gobierno. Este abominable acto confirma el grado de deshumanización que distingue a quienes forman parte del crimen organizado. El narcotráfico es uno de los grandes flagelos, al grado que el número de víctimas que genera es más alto que en los países que padecen regímenes dictatoriales, invasiones o guerras civiles. El presidente Felipe Calderón Hinojosa, volvió a denunciar ayer en Estados Unidos que el acceso ilimitado a las armas de alto poder en esa nación, como son las AK-47, AR-15, lanza misiles y granadas, permiten la operación de las bandas criminales en México. También criticó el afán de lucro de la industria armamentista norteamericana, que ve en cada conflicto una oportunidad para vender más armas, aunque implique la muerte de muchos inocentes, a las que denomina “daños colaterales”. Por tal motivo, el primer mandatario mexicano urgió a los países miembros de la ONU, a estableces controles en los países exportadores de armas de alto poder, a fin de que no sigan alimentando los arsenales de los delincuentes. Sin embargo, nuestra vecindad con uno de los países más importantes en la producción de armas representa una gran desventaja. Calderón intervino ayer en la Asamblea General de las Naciones Unidas y afirmó que el crimen organizado mata más gente que todos los regímenes dictatoriales juntos. El mensaje del mandatario contrastó con el que pronunció el presidente Barack Obama, que centró su intervención en la caída de las tiranías del norte de África y que censuró a la vez la expulsión del poder del líder libio Muammar Gaddafi. El presidente de México urgió a las naciones consumidoras de droga a reducir la demanda y a adoptar mecanismos que lleven a disminuir las exorbitantes ganancias que deja el narcotráfico a las redes criminales; paralelamente, urgió a las Naciones Unidas a hacer valer el tratado internacional que pugna por controles para frenar la venta ilícita de armas. Lo preocupante es que Estados Unidos no muestra el interés de atender los reclamos de México.

...

Valorar noticia

Comentarios