Andanzas antropológicas

La canasta básica prehistórica

Por Arqlga. Enah Fonseca Ibarra*
jueves, 9 de febrero de 2017 · 00:00
El consumo de moluscos fue fundamental en la alimentación de los grupos humanos prehistóricos que habitaron la costa noroeste de la península de Baja California. En la zona conocida como Bajamar-Jatay existe evidencia del consumo de moluscos por más de 5 000 años. Desde entonces, el territorio fue testigo del paso de diferentes oleadas migratorias, posiblemente distintos grupos culturales que aprovecharon los recursos marino-costeros disponibles.
Por medio de la excavación y el análisis del material malacológico recuperado en campamentos costeros, conocidos también como concheros, se identificaron más de 80 especies diferentes de moluscos. No obstante, no todas las especies fueron recolectadas con fines alimenticios, algunas pudieron llegar a los campamentos para manufacturar herramientas u ornamentos y algunas otras son consideradas fauna acompañante, epibiontes, organismos pequeños acoplados a otros que sí eran intencionalmente capturados (como los balanos incrustados a los mejillones), o fauna adherida a las algas que también parece haber sido aprovechadas en el pasado.
En la dieta de los grupos predominan cinco especies de costa rocosa: Haliotis cracherodii (abulón negro), Haliotis fulgens (abulón azul), Lottia gigantea (lapa), Mytilus californianus (mejillón o choro) y Septifer bifurcatus (mejillón de plataforma), además de Tivela stultorum (almeja pismo), la cual no pertenece al intermareal rocoso, por lo que debió ser colectada y trasladada de playas arenosas cercanas, como la de La Misión.  
Entre 3000 y 1500 años antes del presente (a.p.), al final del periodo conocido como Arcaico, comenzaron a observarse prácticas culturales distintas, probablemente asociadas con una fase de transición, se presenta una disminución en la recolección de la principales especies consumidas -H. cracherodii, L. gigantea M. californianus y S. bifurcatus- y destaca el consumo alto del H. fulgens. Esta última, al ser predominantemente del submareal, debió requerir mayor esfuerzo para su captura. También se identificó la disminución en la talla de todas las especies, con excepción del abulón H. cracherodii. Además hay un aumento en el índice de diversidad pero no porque hayan incorporado nuevas especies a la dieta sino porque el número de individuos por taxón fue muy similar. Esto significa que "la canasta básica” no se modificó, se consumieron la mismas especies pero en la misma proporción.
Hacia 1500 años a.p., nuevamente se presentan cambios significativos en el componente malacológico. En el periodo denominado Prehistoria tardía se registró el mayor consumo de todas las especies de moluscos y el aumento en la longitud máxima de M. californianus, S. bifurcatus y L. gigantea, lo cual podría estar reflejando un aumento demográfico y un cambio en las estrategias de captura.
El periodo Arcaico se caracteriza por el establecimiento de la tradición cultural La Jolla y la Prehistoria tardía se asocia con el apogeo de la tradición cultural Yumana. ¿Acaso los cambios en el patrón de consumo de moluscos observados en la Transición se deben a la mezcla de dos grupos culturales? ¿Acaso están relacionados con factores climáticos? Será importante analizar en futuros trabajos si las diferencias identificadas están relacionadas con un aumento de temperatura o baja productividad marina que pudo haber obligado a los grupos a optimizar al máximo los recursos disponibles, o bien, a un proceso de adaptación entre bandas con tradiciones culturales distintas.

* Investigadora del  Inah-BC


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