LA MARAÑA CÓSMICA

Educación y Ciencia en una sola secretaría

Por Rolando Ísita Tornell*
lunes, 13 de agosto de 2018 · 00:00

Nuestra Carta Magna dice que la educación que deberíamos recibir todos los mexicanos, desde preescolar hasta la media superior, en todos los Estados y municipios, “estará basada en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios”.

Durante las discusiones en las redes durante las campañas de los candidatos aspirantes a presidir el gobierno de la República, gran parte de esos mexicanos dieron muestras de que ese ideario constitucional dista mucho de haberse cumplido, la ignorancia, los fanatismos, los prejuicios y la ausencia de una cultura basada en el progreso de la ciencia campearon en las diatribas, insultos y descalificaciones.

Una muestra del desprecio por una educación de calidad, con contenido científico, es que los recursos destinados al avance de la ciencia están dispersos en diversas secretarías de Estado; que la entidad que se ocupa de la ciencia, Conacyt, tiene mínima representación de científicos; su Junta de Gobierno tiene siete representantes de las secretarías de Estado, un representante de todas las universidades, uno del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, dos representantes del sector productivo y ¡sólo dos investigadores!

De su lado, la Secretaría de Educación Pública tiene fragmentada en compartimentos estancos las educaciones, es decir, tiene separados, desvinculados los niveles educativos y la investigación científica en un laberinto de subsecretarías y direcciones generales. Y en el nivel Federal es otro galimatías entre lo federal y lo estatal.

En la mayoría de los países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el club del control de las tres cuartas partes de la economía mundial, la educación y la ciencia están integradas en una sola entidad del Estado, pues la propia definición y objetivos de la organización así lo exige, impulsar una economía basada en el conocimiento científico, impulsar una sociedad del conocimiento. Aunque el creciente cierre de fronteras a la inmigración y la criminalización de los extranjeros es un indicativo que, aun así, algunos de esos países no han logrado sus objetivos educativos.

El futuro gobierno de la Ciudad de México se propone dar el ejemplo y ya da pasos en el sentido indicado, habrá una Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación y su titular será una científica con las cartas credenciales que la acreditan, con doctorado en biología y experiencia en la administración de los asuntos científicos en la UNAM, así como presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz.

Además del impulso a la creación de 10 nuevas universidades, la académica se propone crear un sistema federal universitario en coordinación con el Gobierno Federal. Según ha dicho, con este gobierno (federal y del Estado más nuevo integrado a la federación) no habrá la grilla de “esto a mi no me toca, te toca a ti”. Ojalá.

*Comunicación de la Ciencia UNAM-Ensenada

risita@dgdc.unam.mx
 

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