Los lobos con piel de oveja

Ensenada, B.C. Con cierta frecuencia los principales depredadores de la naturaleza hacen ciertos esfuerzos por parecer ante la opinión pública como unos benefactores del medio ambiente. Aquí en Baja California, y particularmente en Ensenada, tenemos los casos de varias empresas y compañías que para ocultar todo el daño ambiental que ocasionan, o que van a ocasionar, financian películas sobre los lugares naturales que van a destruir, o promueven la edición de libros sobre dichos sitios, y hasta concursos de fotografía, como el reciente caso de Sempra. Llegan incluso a otorgar becas, bibliotecas, financiar congresos, viajes de estudios, etc. a académicos y estudiosos de la naturaleza, para eso nuestras instituciones académicas se prestan muy bien, olvidándose que se deben a la sociedad que las mantiene. Es una especie de “lavadero” de conciencia. Así como se lava cierto tipo de ganancia económica, también existen quienes quieren lavar su imagen ante los graves daños que ocasionan. Sin embargo, es fácil darse cuenta de las verdaderas intenciones de estas empresas. Por ejemplo, Sempra está financiando un libro sobre la Sierra Juárez, precisamente una región que está seriamente amenazada por los campos eólicos que dicha empresa piensa instalar ahí. Los impactos que se derivarán de dicho campo eólico ya han sido denunciados, pero como suele pasar en estos casos, la Semarnat ya le dio aSempra todos los permisos, incluso algunos tan absurdos como ese de construir casi mil kilómetros de terracerías en dicha sierra. Y el permiso se le otorgó sin que estén definidos los sitios donde pasarán dichos caminos. Otro caso actual es el de El Grupo México, que ya ha anunciado que iniciará la explotación minera a cielo abierto en pleno centro de nuestra península, en medio de las dos áreas naturales protegidas más grandes y mejor conservadas de nuestro país. Dicho Grupo ya empezó a financiar proyectos ambientales a la reserva del Valle de los Cirios, y su logotipo se encuentra en varias escuelas de la región, como si ellos estuvieran financiado dichas escuelas. Dicho proyecto minero es altamente depredador, de hecho el sistema a cielo abierto es el más depredador de los sistemas mineros. Causará un daño ambiental incalculable en una de las regiones naturales que supuestamente está protegida por la ley. Pero ya sabemos que en este país las leyes no cuentan para los grupos poderosos. Todos estos proyectos depredadores no sóolo buscan lavar sus conciencias y su imagen real. Buscan aparecer como los salvadores de la economía local, con la supuesta, y mil veces falsa, creación de empleos. A la larga se logra lo contrario, aunque lo ocultan. Van acabando con las vocaciones de las regiones y las explotan al máximo, sin importarles agotar con todo tipo de recursos. Y todo por solo beneficiar a unos cuantos, que ni siquiera viven aquí. Estos proyectos sólo dejan aquí lo efectos negativos, y las cosas positivas se van a otros lados.