Aceptación
No cabe duda de que cuando se quiere trabajar en beneficio del deporte, sacrificando tiempos, esfuerzo, trabajo y hasta familia, se consiguen las cosas hasta el grado de crear algo inimaginable. Esto sucede en la Liga de Softbol de San Quintín, pues ya llegó hasta la delegación de Punta Colonet, donde preparan su equipo. A los jugadores no les importa recorrer más de 80 kilómetros para jugar su deporte y convivir con otros deportistas, mientras que la familia a pesar del frío y el viento se encuentran en el campo, apoyando al esposo, al novio, al hermano o al vecino. Nunca se pensó que el softbol recién “resucitado” en el Valle de San Quintín tuviera tanta aceptación y que existieran equipos de todas las delegaciones municipales. Por eso esta columneja va dedicada a aquellas personas que han conseguido unir a grupos de personas para conformar una liga y darle funcionamiento a los campos deportivos que estaban abandonados. Ya no se observan paredes enterregadas o grafiteadas por cholos, ahora se observa el nombre de alguna empresa a todo color, apoyando al deporte amateur que aleja de los vicios (bueno no todos los vicios). Hoy no se mencionarán nombres, pero hay que reconocer el esfuerzo de los buenos promotores deportivos, mientras que de los otros ni hablamos. Sin necesidad de escudarse con gente, religión u otras personas, se ha logrado el objetivo, el crecimiento de la liga de softbol sin necesidad de mentiras, grillas y malos comentarios.
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