De la Alta Mixteca a la Baja California

Ensenada, B.C. - Por la carretera Transpeninsular, a la altura del entronque Maneadero-Cañón San Carlos se encuentran dos o tres familias a la espera, mientras se congrega la colorida multitud de participantes de la Fiesta Patronal de San Martín Obispo que, año tras año, a partir de 2009 se viene realizando en este mismo espacio ritual.

Al poco rato llegarán repletas las "trocas”, mismas que transportan a los músicos, danzantes y simpatizantes en general. El evento es guiado por los coordinadores que eventualmente suelen ser los mismos mayordomos; los músicos tratan de alcanzar la sombra de los olivos mientras se disponen a entonar la música denominada "chilenas” así como otros ritmos guapachosos, con esto se marca el inicio de la festividad de ese día. La algarabía no se hace esperar ante la presencia de los "diablos”, quienes imprimen un sello grotesco y lúdico con sus danzas y movimientos escandalosos. El público se arremolina y disfruta al máximo del acontecimiento. Frente al portal del sol un nutrido grupo de mujeres mixtecas vestidas a la usanza tradicional se incorporan a los ritmos de la música de banda. La congregación ya suma alrededor de 400 personas. Es notable la espera de hombres y mujeres adultos que ofrecerán sus flores al santo patrono y que sin duda acompañarán en su procesión.

El baile sigue su curso, los cohetes anuncian mediante el estruendo de los "cúmaros” el cambio de banda musical. Así que otro grupo de danzantes se va moviendo al ritmo de los acontecimientos.

Es importante describir el vestuario y significado de los bailes ya que durante esta primera fase constituyen el centro de atención de este singular espacio festivo.

Son personajes de ascendencia indígena adosados con una grotesca y colorida máscara de "diablos” sobre el pantalón de mezclilla portan una "chivarra” a la manera de chaparreras, el torso lo cubren con camisa, corbata y saco de vestir (capulina) así como botas, unas pañoletas cruzadas sobre el pecho y su tronadora reata… tal vez de este primer acercamiento se sugiere que la máscara encarna cierta "maldad” frente al advenimiento del santo patrono (que simboliza la bondad), aunque con sus juegos y "burlas” le imprimen cierta ingenuidad. Al mismo tiempo supone cierta rebeldía frente a la unidad que representan las familias allí reunidas.

Vestidas con un singular atuendo, ya tradicional entre los pueblos mixtecos, las mujeres portan una blusa bordada a flores, así como una falda lustrosa (salmón, azul verde, amarillo, rojo-magenta), con pliegues y encajes, igual traen su típico rebozo y sus aretes elegantes. Se agrupan hacia donde se mete el sol, sigilosamente se van integrando al baile, con sus ritmos pausados y sobrios. Sobre su espalda cargan un canastito tejido que seguramente simboliza algún tipo de ofrenda o acompañamiento.

Cada cual porta su instrumento de viento, como también, charolas, batería, saxofón, trompetas, etc. Se visten de pantalón mezclilla y camisa de manga larga. Algunos portan sombreros, pueden ser jóvenes o adultos. Tocan principalmente "chilenas”, aunque agregan otros números típicos de zonas rurales.

La peregrinación tendrá lugar cuando el padre de la Parroquia "Inmaculada Concepción de María” dé las instrucciones.  El ícono o Santo Patrono san Martín Obispo se encuentra sobre un montaje de madera, el cual viste su hábito de obispo; los colores típicos del carmesí, color vino o sangre y el blanco de la santidad. Al menos cuatro personas tendrán que cargarlo, turnándose cuando sea necesario, durante los seis kilómetros que durará el recorrido hacia su capilla, previamente bendecida, limpia y muy bien adornada con flores. Los promotores ayudarán a preparar la misa que será ofrecida poco después de la llegada del santo y sus feligreses.

Por fin llega los tan esperados peregrinos que con el tronido de los cohetes se anuncian; mientas el torito es bailado por uno de los mayordomos.

El santo ahora de manera personal baila y carga el párroco de la Inmaculada Concepción… lo cual la gente aplaude ante este humilde gesto que, sin lugar a dudas invita a la celebración, aunque con cierta moderación. El sermón alude a la unidad familiar, así como igualmente exhorta a los núcleos que aún se encuentran dispersos para que se integren o cohesionen alrededor de esta congregación. Algunos jóvenes, ayudantes de la Iglesia, leen ciertos salmos o pasajes de la liturgia que simbolizan la vida-muerte y resurrección de Jesucristo. Este ceremonial no tiene otro significado que dar las gracias por todo lo bueno que recibieron en este año…

"No hay fiesta sin degustación” reza un refrán popular. Las cocineras han estado trabajando durante varios días, esperando este momento particular; aderezando la carne, atizando la lumbre, cuidando la molienda del chile y todo el proceso que implica la gastronomía del mole, el cual será disfrutado dentro de unos minutos.

Por la tarde llegarán los grupos provenientes de otras colonias, con asentamientos igualmente mixtecos (San Martín Duraznos) ofrecerán la "guetza” como es costumbre, la cual consiste en un lote de refrescos y flores. Por su parte, los maromeros pondrán de nueva cuenta sabor a la festividad; son auténticos equilibristas de la cuerda floja. Éstos se visten a la usanza de los payasos indios, que ejecutarán brincos y saltos sobre una cuerda sostenida en dos postes. Al fondo se puede ver el equipo de sonido que utilizarán por la noche los músicos que amenizarán durante el baile.

Así culmina y se asegura la reproducción y permanencia de esta singular y religiosa fiesta que no sólo aglutina a mil 500 jornaleros y mujeres asentados en 11 colonias bajacalifornianas, sino que, además, reúne a otros vecinos, igualmente indígenas: triquis, zapotecos, etc., que de alguna forma se identifican y comparten los valores de una cultura ancestral.

 Este último día tiene que ver con la entrega-recepción de la nueva mayordomía. Es decir, que es el momento en el cual "se amarra” o compromete a próximos mayordomos para sacar la fiesta el año siguiente.

Esta fiesta, como algunas otras, han sido realizadas con recursos de los mismos jornaleros, y con apoyos de instituciones como el CDI o bien el Pacmyc

Representante de Culturas Populares en Ensenada.

Festejo:  Fiesta Patronal de san Martín Obispo

Fecha: 11 de noviembre de acuerdo al calendario católico

Lugar: carretera Transpeninsular, a la altura del entronque Maneadero-Cañón San Carlos.

Recorrido_ Peregrinación de seis kilómetros