CULTURA

Influyó clima en dispersión de Covid-19

Especialistas del Conacyt explican que las características climáticas en las diferentes zonas del país fueron determinantes para la evolución de la pandemia en su etapa inicial
sábado, 1 de agosto de 2020 · 00:00

AGENIA REFORMA
Ciudad de México


Las características climáticas de los diferentes estados de la República jugaron un papel determinante en la evolución de la pandemia de Covid-19, al menos en su etapa inicial.

Así lo explicó este jueves la ingeniera química Fabiola Méndez Arriaga en el webinario “El inicio de la pandemia en México: El efecto climático”, del Consejo Consultivo de Ciencias y Conacyt, donde compartió los detalles de su estudio sobre la influencia del clima y la meteorología en la contingencia sanitaria en el país.

Luego de evaluar con correlaciones estadísticas las diferentes variables climáticas en la evolución de la pandemia para entender cómo es que la temperatura influye en la dispersión y la infectividad del SARS-CoV-2, la científica concluyó que, durante la fase 1, las regiones con climas cálidos retrasaron el contagio local inicial, a diferencia de los territorios con climas secos y templados.

“Las áreas secas y templadas, o los climas secos y templados en los diferentes estados, iniciaron antes el contagio local relacionado especialmente con las más bajas temperaturas registradas”, expuso la catedrática Conacyt adscrita al Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNAM.

“En las zonas cálidas”, continuó, “esa característica influyó en esos estados en el retraso del contagio”.

La investigadora ejemplificó con los casos de la CDMX y Aguascalientes, entidades de clima templado y seco, respectivamente, donde los contagios locales comenzaron o se incrementaron a mediados de la fase 1, contra el caso de Campeche, cuyo clima cálido habría influido en que la dispersión local no sucediera sino hasta casi el final de dicho periodo.

Etapa incial
Méndez Arriaga hizo hincapié en que la decisión de centrarse en la fase 1, una ventana temporal de estudio de 32 días -del 29 de febrero al 30 de marzo-, fue porque es el único momento en que la transmisión convivió de manera natural con las cuestiones climáticas y de temperatura y la convivencia misma de la gente. Es decir, no hubieron las medidas de intervención que posteriormente hicieron cambiar el ritmo y la velocidad de transmisión.

“En la fase 1, la inicial, donde el clima convivió de manera natural con los contactos en la población, se puede asegurar que los estados característicos con un clima cálido retrasaron el contagio de forma comunitaria. Eso se puede asegurar y eso fue lo que observamos”, reiteró.

“Las bajas temperaturas o los climas secos de los estados que tienen un ambiente seco o templado, eso provocó que el contagio al inicio fuera mucho más rápido”.

Sigue pandemia
De ahí en adelante, específicamente en la fase 2, cuando comenzó la contención y el resguardo en casa por la cuarentena, el clima dejó de tener el efecto natural que tuvo en la etapa previa, indicó la científica.

A partir de entonces, dijo, son otros los factores de mayor influencia, no directamente el clima. Uno de ellos, acaso, el uso del aire acondicionado en climas cálidos.

“Ahí (en la fase 2) el clima pierde contexto y efecto, y más bien el uso elevado en casas de los aires acondicionados pudo haber incrementado el número de contagios locales”, lanzó Méndez Arriaga.

A decir suyo, los resultados de su estudio abonan al conocimiento de las condiciones climáticas de mayor vulnerabilidad, aquellas donde se pueden presentar anticipadamente eventuales rebrotes.

Asimismo, pueden contribuir al diseño de modelos matemáticos más realistas donde se considere efectivamente la influencia del clima.

Con todos los climas
Desde el inicio de la pandemia, no ha existido una opinión consensada y sólida sobre el papel del medioambiente y el clima ante el virus, recordó Méndez Arriaga, exponiendo que incluso el presidente Donald Trump llegó a considerar que con el aumento estacional de la temperatura la pandemia estaría controlada, cosa que no ocurrió.

La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó esta semana la idea de que la transmisión del coronavirus siga un patrón estacional. “(Al virus) le gustan todos los climas”, expresó la portavoz Margaret Harris

Finalmente, la científica mexicana hizo recomendaciones generales con base en lo presentado, como la necesidad de buscar espacios con buena ventilación y aire fresco, así como iluminación natural. Y, principalmente, evitar el uso de sistemas de aire acondicionado.

“Yo comprendo que en estados donde hace mucho calor son altamente utilizados, pero esto, además de reducir la temperatura, reseca la humedad del cuarto o del espacio y provocamos nosotros mismos las condiciones para que el virus eventualmente tenga un mayor tiempo de subsistencia”, concluyó.
 

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