CULTURA

Murciélagos: entre Covid y tequila

El biólogo Rodrigo Medellín asegura que la actual pandemia es una alerta generalizada de que los seres humanos deben entablar una relación mucho más cordial con el medio natural
martes, 1 de septiembre de 2020 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

De Drácula al Covid-19, los murciélagos son quizá los animales con peor reputación.

Pero el biólogo Rodrigo Medellín, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM los desmitifica: los seres humanos estamos vinculados con ellos de una manera muy positiva y les debemos una buena parte de nuestro bienestar diario.

El “Batman mexicano” -rebautizado así en documental de la BBC- es enfático: la actual pandemia que azota al mundo es una alerta generalizada de que los seres humanos tenemos que entablar una relación mucho más cordial con el medio natural.

¿Vendrá otra pandemia? Medellín considera que sí. Ante ello, subraya, la mejor primera línea de defensa en contra es la conservación de los ecosistemas. Como base refiere un principio ecológico llamado Efecto de Dilución: cuando un ecosistema está sin perturbar, con todas las plantas y todos los animales, incluidos los patógenos, éstos se encuentran diluidos gracias a la gran diversidad de especies presentes: “ahí están los patógenos, pero no se pueden convertir en brote porque sus hospederos no son suficientemente numerosos. Llega el ser humano, simplifica el ecosistema y facilita que las especies ‘oportunistas’ de esta perturbación y sus patógenos se vuelvan superabundantes”.

La importancia de los murciélagos ha sido reconocida por algunas culturas, como la maya, en cuyas zonas arqueológicas e incluso en el Popol Vuh, su libro sagrado, se encuentran representados.

En el mismo epicentro de la pandemia, China, estos animales incluso evocan felicidad. El gigante asiático conserva un símbolo llamado “Wufu”, conformado por cinco murciélagos en círculo tocándose las alas entre sí para expresar igual número de bendiciones: longevidad, salud, buena fortuna, amor y paz interior para una muerte tranquila.

¿Por qué han sido estigmatizados los murciélagos?
Regresemos el tiempo unos 500 años y en esos momentos tienen una buena imagen ante los humanos. Cuando Hernán Cortés desembarca en el sureste de México con sus soldados y varios escribanos, Gonzalo Fernández de Oviedo, un hombre superobservador, ve unos animalitos volando -nunca dice la palabra murciélago- que se posan sobre los caballos y los muerden para alimentarse de su sangre, pero ahí lo dejó, nada más como una observación de historia natural de la Nueva España.

Pero unos 350 años después, en 1860 en Irlanda, está Bram Stoker escribiendo su maravillosísima novela Drácula. Era muy aficionado a la historia y necesitaba que su “vampir”, un ser humano muerto que se despertaba en las noches para comer sangre, -que no tiene nada que ver de origen con los murciélagos-, se moviera grandes distancias rápidamente. Cuando Stoker se encuentra con este problema, se acuerda de haber leído las crónicas de Fernández de Oviedo y convierte a su vampiro en uno de estos murciélagos. Cuando Drácula es publicado es el momento en el que la imagen de los murciélagos se viene estrepitosamente para abajo, y la gente les empieza a temer como “enviados del mal”, “aliados del Diablo”, feos y sucios.

Pocos se alimentan de sangre, ¿no?
De las mil 400 especies de murciélagos, solamente tres se alimentan de sangre y sólo una causa algún malestar a los seres humanos, porque las otras dos viven en las selvas más recónditas y no se meten con la gente. Antes de que llegaran las personas, los murciélagos hematófagos o vampiros se alimentaban de la sangre de los animales silvestres grandes de México, como tapires, venados, pecaríes, tepezcuintles o armadillos, que tenían concentraciones mucho más bajas de lo que hoy tenemos de vacas. Cuando llegan los españoles y ponen las vacas en el Trópico de México, pues le “ponen la mesa” a los vampiros y obviamente se vuelven una plaga.

Lo malo es que la gente no sabe la diferencia entre murciélagos insectívoros, polinívoros, frugívoros y hematófagos, y entonces cuando tienen algún problema con los hematófagos ahí van a la cueva más cercana y acaban quemando a los “buenos” por llevarse a los “malos”, que no son malos, son “malos” desde nuestro punto de vista porque nosotros creamos el problema.

Covid no es su culpa
Los coronavirus son una familia de virus que vive en ratones, pájaros, jirafas, camellos, murciélagos y otros animales, y el SARS-CoV-2 se parece genéticamente en 96 por ciento a un coronavirus de un murciélago.

Para Medellín, esto llevó a algunos a afirmar que este virus venía de los murciélagos, tanto como decir que los seres humanos venimos de los chimpancés por compartir 99 por ciento de material genético.

De los 400 coronavirus que se conocen, explica el investigador, solamente 7 pueden afectar a los seres humanos y, de esos, 4 causan un resfriado normal y los otros 3 corresponden al Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) de 2003, al Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS) de 2012 y al SARS-CoV-2 actual.

¿Es falso que el virus causante del Covid-19 proviene de los murciélagos?

Así como lo único cierto es que los chimpancés y nosotros compartimos un ancestro en el pasado hace más o menos 4 millones o 5 millones de años, el virus de los murciélagos y el SARS-CoV-2 comparten un ancestro, que no sabemos de hace cuanto, quizá hace 70 años se separaron, pero no es un virus de los murciélagos como tal.

Hasta la última de las personas de las más de 20 millones desafortunadamente afectadas por el Covid han sido infectadas por un ser humano, no por un murciélago. La primera persona que se infectó pudo haber sido infectada por una civeta, por un pangolín o por algún otro animal que todavía no se sabe con completa certeza, pero no por un murciélago.

¿Cómo fue el proceso del contagio del SARS-CoV-2, entonces?

Lo que pudo haber pasado es que un pangolín o una civeta o un murciélago tenía un virus, y como los ponen unos encima de otros en esos “mercados húmedos”, entonces la civeta está defecando sobre el pangolín, el pangolín está orinando sobre los conejos o las serpientes o las gallinas o lo que tengan ahí, y se hace un caldo de cultivo para que, efectivamente, los virus puedan estar en contacto de una manera totalmente artificial, porque eso no sucede en el mundo natural. En el proceso de replicación de los virus, su estructura genética puede mezclarse con la de otros virus y pueden darse mutaciones de un momento a otro, lo que hace que, en algunos casos, se haya convertido en algún virus que puede infectar a los seres humanos.

S alguien agarrara el virus de los murciélagos y lo pusiera en un ser humano, no nos podría infectar. Este virus tiene esa corona de espinitas que lo rodean y por eso se llama coronavirus, la cual está formada por la proteína S, que funciona como la “llave” que entra en la “cerradura” de la membrana celular de los animales que van a afectar. Pero la proteína S del virus de los murciélagos tiene la “llave” equivocada para la membrana celular de los humanos, no la puede abrir. Es el SARS-CoV-2 el que tiene la “llave adecuada” y el que nos infecta.

Maíz y mezcal
Los murciélagos están conectados con el maíz, el chile, el mezcal y el tequila, entre otros cultivos. Se alimentan de las plagas agrícolas y de las que nos afectan a nosotros directamente, como los zancudos. El cofundador del Programa para la Conservación de los Murciélagos de México (PCMM) va más allá: “si te pusiste una prenda de algodón, ya estás conectado con los murciélagos otra vez, porque son responsables por un 30 por ciento de la producción de algodón en el mundo”.

Otro de sus beneficios es la dispersión de semillas de frutos como los chicozapotes, zapotes negros y blancos, nanches, capulines, pitahayas, guayabas e higos. Finalmente, los murciélagos son grandes polinizadores de plantas como la ceiba, de los cactus columnares, salgueros, cardones y, ni más ni menos, de los agaves, de donde provienen destilados mexicanos como el tequila y el mezcal.

¿Cómo influyen los murciélagos en la polinización de los agaves?

Los agaves solamente se reproducen sexualmente, es decir, solamente producen flores, una vez en su vida, y luego se mueren. Cada año, el corazón del agave va creciendo y acumulando más y más y más azúcares hasta que llega el momento de su madurez sexual, y entonces avientan una inflorescencia gigantesca, esa columna maravillosa, y abren sus panículas para ofrecer a los murciélagos que vengan a comerse ese néctar, a cubrirse de polen y a irse al siguiente agave.

Los seres humanos aprendimos que si cosechamos la cabeza del agave antes de que florezca, maximizamos la cantidad de azúcar que tiene y, por lo tanto, maximizamos la cantidad de alcohol que podemos producir. Entonces, los productores de tequila lo que han hecho durante más de 150 años es usar a los hijuelos, los agavitos chiquitos que crecen en la base de la planta madre, que no son descendencia, sino brotes clonales, copias de la planta madre. Por ejemplo, en una hectárea pueden tener 4 mil agaves, y cuando ya van a cosechar usan los hijuelos de solo 100 o 200 plantas para replantar las 4 mil, y eso es un “cuello de botella” genético. Los agaves tequileros crecen durante 6 a 7 años y llegan a la madurez sexual, pero los tequileros no quieren desperdiciar nada y eso determinó que para 2003 ya se había demostrado que los agaves de la especie tequilana de Jalisco y de toda esa zona vienen de muy poquitas plantas, porque han eliminado diversidad genética sin pensar que la necesitan para defender a esa planta de las enfermedades. El 40 por ciento de los campos agaveros tienen “Tristeza y Muerte del Agave”, un hongo y una bacteria que pudren el corazón de la planta.

Tú encabezas el proyecto de tequilas y mezcales Bat Friendly. ¿Qué significa este distintivo?

Es un holograma que damos a tequileros o mezcaleros después de verificar que, número uno, dejaron el 5 por ciento de los agaves a florecer; dos, que los murciélagos están llegando; tres, que hay polinización y producción de semillas, y cuatro, que ellos usan esas semillas para replantar sus cactus. Una de las firmas grandotas de tequila me llamó hace como dos años pero nunca más se volvieron a aparecer. Ahora estamos en pláticas con otra de las 5 marcas grandes de tequila, que produce millones de litros al año, para explorar posibilidades de que haga una edición especial. Lo que planteamos es que hagan una producción de 50 mil o 100 mil botellas Bat Friendly. Así partes aguas para que veas cómo les va y, si les convence, entonces amplías la edición especial y así vamos avanzando. No estamos cerrados de ninguna manera a trabajar con ellos.

FRASE
“El virus de los murciélagos y el SARS-CoV-2 comparten un ancestro, que no sabemos de hace cuanto, quizá hace 70 años se separaron, pero (el del Covid-19) no es un virus de los murciélagos como tal”.

Rodrigo Medellín

Investigador del Instituto de Ecología de la UNAM

 
+ Mil 400 especies de murciélagos hay en el mundo, por lo que son el segundo grupo más diverso de mamíferos, después de los roedores.

+ 140 especies de murciélagos están en México; solamente hay cinco naciones en el mundo que tienen más especies de estos animales que el país.

+ 25 millones aproximadamente de una sola especie, el murciélago guanero, vuelan en la franja fronteriza norte, de Sonora hasta Tamaulipas.

+ 3 de cada 4 murciélagos se alimentan de insectos; cada millón de estos mamíferos que vuelan destruye 10 toneladas de insectos cada noche.

+ 2 a 5 semillas por metro cuadrado dispersan por noche, es decir, 30 millones de semillas cada año en la Reserva de la Biosfera Montes Azules en la Selva Lacandona.

 

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