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Un receptor inmortal

Noé de Jesús Muñoz Muñoz ganó 14 guantes de oro, seis en el circuito veraniego y otros seis en la Liga Mexicana del Pacífico; es el segundo catcher con 1 mil 900 imparables
sábado, 9 de noviembre de 2019 · 00:00

Ángel Domínguez/EL VIGÍA
adominguez@elvigia.net |Ensenada, B. C.

A pesar de que su historia en las Grandes Ligas fue breve, Noé de Jesús Muñoz Muñoz brilló durante 25 temporadas en el beisbol nacional.

En la Liga Mexicana vistió las franelas de Industriales de Monterrey, Diablos Rojos del México y Saraperos de Saltillo, equipo en el que desde 1999 jugó 16 campañas, estableciendo marcas ofensivas.

El ex receptor se hizo acreedor a 14 guantes de oro, seis en el circuito veraniego y otros seis en la Liga Mexicana del Pacífico, además de asistir a la misma cantidad de Juegos de Estrellas.

El capitán de la Nave Verde, ganador de cuatro campeonatos en su trayectoria -dos con Saltillo-, se convirtió en el segundo catcher con 1 mil 900 imparables.

El originario de Ecatepec, Estado de México, representó a México en seis Series del Caribe, dos Torneos Panamericanos (República Dominicana y Brasil), un Premundial (Saltillo-Monterrey), un Preolímpico (Panamá), un Mundial (Praga, Roma, Neptuna) y Mundial en Nicaragua.

Unos años antes, se tomó su ‘tacita de café’ al ser reclamado por Dodgers de Los Ángeles de su sucursal AAA en Albuquerque, Nuevo México.

En 1995, los “azules” de Tom Lasorda contaban en sus filas con Ismael “Rocket” Valdés, Antonio “Cañón” Osuna y Juan Gabriel Castro.

En las ‘granjas’, Muñoz tuvo como compañeros a Karim García y Daniel Garibay Bravo, único ensenadense con experiencia en Ligas Mayores.

PRIMEROS AÑOS
Noé Muñoz pegó sus primeros batazos a los seis años de edad en la Liga Mixteca de la Ciudad de México.

Posteriormente pasó a la Liga Linda Vista, donde se mantuvo hasta cumplir 14 años y ascender a la Primera Fuerza.

“Mi mamá me llevó a la Academia de beisbol de don Alejo Peralta en Pastejé para probar suerte, pero antes de ser profesional me consideraba ligero para las posiciones de tercera base, shortstop y jardín central”, recordó,

Sin embargo, “estuve seis meses y no me gradué en esa generación de la que salió José Luis “Borrego” Sandoval, Roberto “Metralleta” Ramírez y Leo Moreno en 1988”.

En invierno de ese mismo año, añadió, “después de que me cortó la Academia, jugué contra ellos con Potros del Salto de Mario Saldaña, ex jugador y gerente deportivo de Olmecas de Tabasco en la Liga Metropolitana, y ahí me vieron Roberto Mansur y Alberto Joachín”.

“En esa ocasión, el catcher de mi equipo no fue y me pidieron a mí que lo hiciera, y les gustó tanto que me invitaron al campo de entrenamiento de 1989 y empecé a aprender de Benjamín “Cananea” Reyes, Carlos Gastélum, Héctor Estrada y Eliseo Garzón”, comentó.

En su ‘revancha’ deportiva, Noé Muñoz es contratado por Diablos Rojos del México, y ya protegido, es reasignado a la Academia junto a Ricardo Rincón, David Sinohui y Julio Hernández, entre otros.

En 1990 es prestado por los ‘escarlatas’ a Industriales de Monterrey para debutar en la Liga Mexicana de Beisbol.

“Le agradezco a Diablos que me permitió ir sobresaliendo y subiendo niveles año con año”, puntualizó Muñoz Muñoz.

BENDECIDO
El ex Cañero de Los Mochis nació con el talento para desempeñarse con éxito en los diamantes, tanto a nivel nacional como internacional.

“Siempre le damos gracias a Dios, especialmente al despertar en la mañana, debido a que fue su obra el poner los medios para que pudiera jugar como profesional y cambiarme de posición en el momento oportuno, ya que tal vez como tercera base no hubiera trascendido”, afirmó.

Muñoz, reveló que “Roberto Mansur platicaba que iban a ver a Arturo Castelán, catcher del otro equipo que acababa de ser adquirido por Tigres capitalinos; venían de Monterrey él y Joachín, y del aeropuerto decidieron ir a observarlo porque que hablaban muy bien de él”.

A final de cuentas, continuó, “me fue bien, los convenció más el flaquito y así son las cosas, Dios tenía preparado algo para que saliera adelante”.

Industriales de Monterrey, Diablos Rojos del México, Broncos de Reynosa y Saraperos de Saltillo fueron sus destinos en el verano.

Mientras que en invierno defendió los colores de Algodoneros de Guasave, Águilas de Mexicali, Naranjeros de Hermosillo y Cañeros de Los Mochis.

SE VISTE DE AZUL
A finales de 1992, en el desarrollo de la LMP, se ‘cocina’ la compra de Noé Muñoz por la organización de Dodgers de Los Ángeles.

“Por la relación que tenía con Diablos Rojos, Mike Brito me fue siguiendo y en 1993 me firma, aunque me quedé todo el año con Diablos Rojos”, señaló.

Durante el invierno de 1993 es enviado a la Liga Instruccional y su desempeño le permite recibir la primera invitación al campo de entrenamiento previo a la temporada 1994, sin lograr librar el corte final.

“Me mandaron a la sucursal AA a San Antonio y en 1995 compartí tiempo entre Albuquerque en AAA y el equipo grande”, indicó.

Como beisbolista, resaltó, “es el momento más bonito, lo que esperas desde niño, me siento muy afortunado, aunque no satisfecho, ya que estuve solamente 23 días, muy poquito tiempo”, expuso.

“Es algo increíble, incluso cuando te llaman y vas viajando no te la crees, llegas recibiendo todas las atenciones con tu propio locker, uniforme y poder salir al estadio en el que de niño vi lanzar a Fernando Valenzuela”, enfatizó.

ÍDOLO EN SALTILLO
Vía Diablos Rojos del México, las incorporaciones de Ty Gainey, Eduardo Jiménez y Noé Muñoz resultaron clave en la reestructuración de Saraperos de Saltillo,

“Diablos nos cambia en 1999 y no sabíamos que esperar de un equipo modesto, cuya afición no asistía al estadio, pero la esperanza se presentó cuando la familia Ley de Tomateros de Culiacán adquirió la franquicia, sabíamos lo que invertían y nos emocionó”, apuntó.

El ‘click’ Muñoz-afición fue inmediato, en gran parte ocasionado porque “desde el principio me fue bien y la gente me aceptó, siempre traté de no mostrar debilidad, aun cuando sintiera dolor; me cobijaron en las buenas y en las malas”, aseveró.

“Ellos decidieron retirar mi número y agradecido ya que no es tan fácil durar 25 temporadas, 20 de como titular”, agregó.

Jorge “Caifán” Niebla, ex anunciador de Saraperos y actual voz del estadio Chevron de Tijuana, bautizó como Súper Noé al ex manejador de Cañeros de Los Mochis y Saraperos de Saltillo.

El número 28 de Muñoz fue inmortalizado el 21 de abril de 2015, un año después de su retiro como jugador activo.

FRASE
“No quedé conforme con lo logrado, la inmadurez te lleva a fallar en situaciones de disciplina y siento que me hubiera ido mejor de haber tenido un guía, es por eso que como coach trato de orientar a los muchachos, entre ellos, Alí Solís, quien llegó a perder liderazgo, pero ahora lo vemos más maduro, gracias a Dios le transmití la forma de vida que hay que llevar y de beisbol”.

Noé de Jesús Muñoz Muñoz



FICHA:

Nombre: Noé de Jesús Muñoz Muñoz

Fecha de nacimiento: 3 de diciembre de 1970
Lugar de nacimiento: San Cristóbal Ecatepec, Estado de México

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