Rubén “Catrín” Meza

Héctor Barrios Fernández/COLABORACIÓN
Ensenada, B. C.

Durante el año de 1938, en el mundo ocurrieron una serie de acontecimientos que al año siguiente desencadenarían en la iniciación de una de las vergüenzas de la humanidad, la segunda guerra mundial.

México era gobernado por el General Lázaro Cárdenas del Río, la población vivía la experiencia de la expropiación petrolera y el país contaba con aproximadamente 28 y medio millones de habitantes.

En el ámbito artístico comienzan a tomar relevancia las composiciones musicales de Agustín Lara, Gonzalo Curiel, Esparza Oteo y otros.

El territorio de la Baja California continúa con su proceso de colonización.

Ese año cierra sus puertas el famoso Hotel Playa en Ensenada, del que se dice que Al Capone y el boxeador Jack Dempsey fueron importantes socios.

Por otra parte, adentrándonos en nuestra historia, el poblado y mineral de El Arco se encuentra en la frontera que divide los estados de Baja California y Baja California Sur.

Durante una época, El Arco como California también tuvo su “fiebre del oro”.

NACIMIENTO DEL “CATRÍN”
Fue allí cuando el 14 de mayo de 1938, nace Rubén Ignacio Meza Hernández, quien algunos años después sería mejor conocido como el “Catrín Meza”.

Debido al grave estado de salud en que se vio al nacer, sus padres deciden trasladarse al poblado se San Ignacio, Baja California Sur, para que Rubén recibiera mejor atención médica y como se acostumbraba en su familia, fuera también bautizado.

En poco tiempo, Dios y la ciencia quisieron que el “Catrín” superara sus problemas de salud y tuviera larga vida.

Hijo único de José Meza Sánchez y de Irene Hernández Rentería.

Posteriormente por parte de Don José, nacen sus hermanos Víctor, Jesé María, Ramón, Artemisa y César Meza Rosas.

Durante la década de los cuarentas, José Meza Sánchez se traslada a la ciudad de Ensenada, en donde apuesta por su futuro.

Rubén crece al lado de su abuela Teófila Hernández Rentería y es cuando ingresa a la Escuela Primaria Mtro. Matías Gómez de esta ciudad y puerto.

Encuentro dos historias por demás creíbles sobre el origen del apodo que lo acompañó en la mayor parte de su vida, “el Catrín”.

Aquí una de ellas.
En un momento en que su Maestra dejó el aula y salió a la dirección de la escuela para entregar unos documentos de sus alumnos, al regreso, entre otros, encontró al niño Rubén trepado y saltando de un lado a otro sobre los pupitres del salón y fue cuando refiriéndose al niño Meza Hernández, pronunció la frase que quedaría para la historia:

“¡A ver a ver, ese ‘Catrincito’ se me sienta en su lugar!”

Naciendo así el apodo del “Catrín”.

ATRACCIÓN POR LOS DEPORTES
Otra versión es que tenía el hábito de llegar vestido impecablemente a los campos de beisbol donde jugaría y al término del encuentro salir de igual manera como había llegado, ganándose así el famoso apodo.

Y es que la higiene, el aseo personal y la pulcritud en el vestir, siempre caracterizó y distinguió a Rubén.

Fue durante su juventud que el “Catrín Meza” se vio atraído por los deportes, primero practicando futbol con el equipo “Vanguardia” con jovencitos como Alejandro Arce y Rubén “el Greñas” Reynoso, también incursionó en el volibol con el equipo “Olímpicos”, tiempo después le llamó la atención el basquetbol teniendo como compañeros a Oscar “Tigre” García, José “Prieto” Soto, Enrique “Rocky” Villa, Mario Navarro, Nico Saad, Manuel “Cepillo” Salgado y otros.

Pero donde el “Catrín” Meza adquiere mayor relevancia es en el beisbol que fue su verdadera pasión, iniciando con el legendario equipo Piratas de Chicho Verdugo, distinguiéndose como un lanzador de muchos recursos, aunque entre los pitchers se caracterizó siempre por ser un gran bateador.

Otros equipos en los que militó fueron los Electricistas.

Fue participando con este equipo cuando se gana un lugar en la selección que defendió los colores de Baja California en el campeonato nacional de 1964 en la ciudad de Puebla.

MOMENTO INOLVIDABLE
También vistió la franela del legendario equipo “Potros” de Amado Peralta, fue con este equipo a principios de los setentas cuando obtiene el título de juegos ganados y perdidos de la Liga Municipal en la que siempre participó.

Un momento inolvidable para Rubén y para la afición de aquel entonces fue cuando en un torneo estatal se enfrentó al potente seleccionado de la Liga Amateur de Tijuana con nada menos que Luis “Viejito” García como rival de la loma de pitcheo, siendo el “Viejito García” el mejor lanzador amateur que ha dado el beisbol mexicano.

Se enfrascaron Rubén y Luis en tremendo duelo de lanzadores y el marcador decía empate a cero carreras en la parte baja de la novena entrada.

En esa última entrada tocó turno al bat al “Catrín Meza”, sabedor de su calidad como bateador, su manejador Narciso Verdugo lo dejó batear, el “Catrín” no se intimidó y sin más ni más le conectó descomunal cuadrangular al “Viejito” García, para espectacularmente llevarse al triunfo a su equipo ante el poderoso seleccionado tijuanense.

En esa ocasión esa en que la afición saltó al terreno de juego para felicitar a Rubén, se encontraban sus hermanos y su señor padre que fuera un gran aficionado al beisbol y quien por muchos años tuviera su butaca en las gradas centrales del Deportivo Antonio Palacios.

Otra hazaña de Rubén “Catrín” Meza, fue en la que logró diecisiete ponches en un juego, récord que duró por muchos años en la Liga Municipal de Ensenada.

Otro de sus equipos fue el de los hermanos Marchena, “Maderería la Nacional”.

Rubén “Catrín” Meza enfrentó en muchas ocasiones a equipos foráneos que visitaban la ciudad como: Estrellas de Mike Brito, Padres de San Diego, La Fonda All Star, Ostioneros de Guaymas, Naranjeros de Hermosillo entre otros, teniendo grandes tardes.

VIAJE POR EL TIEMPO
Fue en una de esas visitas que llamó la atención del equipo Padres de San Diego que militaba en la categoría AAA de Estados Unidos.

Posteriormente incursiona en la categoría de veteranos y es allí donde da fin a su brillante carrera como beisbolista.

Una vez terminada su carrera como jugador activo, dedicó su tiempo a entrenar a niños y jóvenes tanto en beisbol y softbol también con bastante éxito.

Dentro de esta faceta, pasaron por su dirección jóvenes como su hijo José “Pepe” Meza, Juan Manuel Zaragoza, Alonso “Manzanita” Green, José L. Meza, Rogelio Aros y muchos más que en su momento dieron gloria al beisbol ensenadense.

También durante un tiempo radicado en el área de Los Angeles, manejó y llevó al título al equipo “Wilmington Stars” de la Ciudad de Wilmington, California.

Habiendo dedicado gran parte de su vida al deporte, en especial al beisbol y a su querida Liga Municipal de Ensenada y haber defendido sus colores en aproximadamente quince torneos estatales, Rubén Ignacio “Catrín” Meza Hernández, es una “Gloria” del beisbol ensenadense que las nuevas generaciones de aficionados al rey de los deportes no deben olvidar.

Rubén obtuvo muchos títulos con sus equipos y también en lo individual, sin embargo la afición y en especial la Liga Municipal de Beisbol de Ensenada le sigue debiendo y tiene un pendiente con él.

La próxima vez que asista al Deportivo Antonio Palacios de Ensenada que desde 1946 ha sido la Catedral del beisbol local, échele imaginación al asunto, concéntrese y “visualice” las viejas gradas de madera llenas de aficionados y en el centro del diamante, en la loma de los disparos con su 1.85 de estatura al “Catrín” Meza lanzando una bola de más de 90 millas por hora.

Agradezco la aportación informativa para la elaboración de este artículo a su hijo: Rubén Meza Murillo y sus hermanos, José María y Ramón Meza Rosas.

Espero sus amables comentarios en:
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