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Añoranzas del beisbol I

En muchas ciudades de Estados Unidos no se jugaba los domingos, los Superbas de Brooklyn, uno de tantos nombres que han tenido los actuales Dodgers de Los Angeles, trataron de camuflar las leyes y admitieron 30 mil aficionados sin cobrar entrada
lunes, 6 de diciembre de 2021 · 01:03

Héctor Barrios Fernández/COLABORACIÓN
Ensenada, B. C.


Alrededor de 1904 en muchas ciudades de Estados Unidos no se jugaba los domingos, ya que había una ordenanza prohibiendo que se hiciera comercio o negocios ese día de la semana.

Sin embargo los Superbas de Brooklyn, uno de tantos nombres que han tenido los actuales Dodgers de Los Angeles, trataron de camuflar tales disposiciones. Un domingo de abril admitieron 30 mil aficionados en su parque, solamente que no cobraron la entrada, sino que solicitaron una “cooperación voluntaria” a los asistentes.

Me recuerda cuando en plena “fernandomanía” en 1981, pocos hogares contaban con una antena parabólica, un bar de la localidad sintonizaba los juegos donde lanzaba el “Toro”, no cobraban la admisión, pero tenías que comprar un cupón válido por tres cervezas y así no se violaban las leyes.

LISTA DE CASTIGADOS
En 1979 los Piratas de Pittsburgh ganaron la Serie Mundial y fueron conocidos como “la familia”, al año siguiente como en las mejores, los de Pittsburgh tuvieron sus problemas.

El lanzador Bert Blyleven en desacuerdo con su manejador Chuck Tanner dejó al equipo a finales de abril y estuvo en la lista de castigados por dos semanas hasta que los Piratas lo cambiaron a los Indios de Cleveland.

El tercera base Bill Madlock se metió en problemas cuando le lanzó su guante al umpire Gerry Crawford golpeándolo en la cara.

Madlock fue suspendido dos semanas y multado con 5 mil dólares.

Los Piratas de Pittsburgh jugaron en el estadio Forbes Field en 1909.

Ese año tuvieron que ganar 110 juegos de la temporada para superar y terminar con el reinado de tres años los Cachorros de Chicago quienes ganaron 104.

En la Serie Mundial, los Bucaneros con Honus Wagner se impusieron a los Tigres de Detroit y su Ty Cobb en siete juegos.

Sin embargo el gran héroe de la serie fue el lanzador Babe Adams quien ganó tres de los cuatro juegos, incluyendo el séptimo.

En la temporada tuvo récord de 12-3.
En 1912 apareció la United States League que estaba llamada a hacerle la competencia a la Liga Nacional y Americana.

Esta liga inició operaciones el primero de mayo y tuvo duración de solamente un mes, ya que la calidad de su producto y las instalaciones empleadas no fueron del interés del público.

Los mismos promotores resurgirían con la Liga Federal que en 1913 funcionó como una liga menor y en 1914 y 15 con categoría de Liga Mayor.

En 1914 arrancaron ocho equipos, el campeón Indianapolis, Chicago, Baltimore, Bufalo, Brooklyn, Kansas City, Pittsburgh y San Luis.

Al estar formada por jugadores que dieron el salto de la Liga Nacional y Americana, tuvo una calidad de juego similar y fue catalogada como la tercera Liga Mayor de la época.

En 1913 Cy Young manejó a Cleveland, una de las seis franquicias que funcionaron esa temporada, las otras, Chicago, Pittsburgh, Indianapolis, San Luis, Kansas City y Covington.

UNA SOLA PELOTA PARA UN JUEGO
A principios del siglo XX los estándares de la calidad de las pelotas con las que se desarrollaban los juegos de Grandes Ligas, estaban aún por definirse.

En el mes de junio de 1912 los Cachorros de Chicago y los Rojos de Cincinnati jugaron todo el juego con una sola pelota.

Como muchas, cosas algo inimaginable al día de hoy.

En 1970 los Orioles de Baltimore venían de prácticamente ser humillados en la Serie Mundial de un año antes por los increíbles Mets, no buscaban quién se las hizo, sino quién se las pagara y aplicaron la misma medicina que ellos probaron.

Nada menos que a los Rojos de Cincinnati.
De esos grandes equipos llegaron al Salón de la Fama por los Orioles el manejador Earl Weaver, Brooks y Frank Robinson y Jim Palmer.

Por los Rojos, también su manejador Sparky Anderson, Johnny Bench y Tony Pérez.

Desde 1968 escuchaba por radio las Series Mundiales.

La de 1971 entre Orioles y Piratas fue harta emocionante.

Los Orioles ganaron los dos primeros juegos con Dave McNally y Jim Palmer en la loma, luego los Piratas ganaron los juegos 3, 4 y 5 con Steve Blass, Bruce Kison y Nelson Briles.

En el sexto juego nuevamente McNally repitió la dosis a los Piratas empatando la serie.

El séptimo juego fue emocionante de principio a fin, Steve Blass y Mike Cuéllar se enfrascaron en tremendo duelo de lanzadores, los Piratas se coronaron con victoria para Blass.

Posteriormente ingresarían al Salón de la Fama por los de Pittsburgh Roberto Clemente, Bill Maserozki y Willie Stargell.

Por Baltimore ya los mencioné, ingresando también uno de los umpires de esta serie Nestor Chilak, a quien Steve Garvey que nunca reclamaba nada le hizo el reclamo más fuerte de su carrera cuando lo marcaron out en home.

Al haberse barrido en el plato, Garvey se levantó como resorte diciéndole: “Oh no Nestor, eso fue una injusticia”.

VALOR DEMOSTRADO
En 1972 los Rojos de Cincinnati de Sparky Anderson vuelven a la Serie Mundial, ahora contra los Atléticos de Oakland de Dick Williams que por primera vez representaron a Oakland en el clásico de otoño.

Al igual que un año antes la serie se va al juego siete, resultando ganadores los de Oakland con Jim “Catfish” Hunter en la loma.

El jugador más valioso fue Gene Tenace.
Fue la serie de la famosa atrapada de Joe Rudi.

En 1973 los Atléticos de Oakland regresaron al clásico de otoño y volvieron a necesitar el máximo de siete juegos para ceñirse la corona, esta vez ante los Mets de N.Y., el jugador más valioso fue Reggie Jackson, los lanzadores victoriosos por los de Dick Williams fueron Ken Holtzman, Paul Lindblad, Catfish Hunter y de nuevo Holtzman en el séptimo juego.

Por los Mets de Yogi Berra se llevaron el triunfo Tug McGraw, Jon Matlack y Jerry Koosman.

Ya entrados en gastos, en 1974 los Atléticos de Oakland por tercer año consecutivo estaban en la Serie Mundial.

A pesar de que las dos temporadas anteriores no solamente los dirigió Dick Williams, sino que los llevó a ceñirse la corona, ahora estaban bajo el mando de Alvin Dark.

Su contrincante en esta ocasión fueron los Dodgers que presentaban un gran equipo, pero ante los de Oakland casi ni las manos metieron.

Fue la tercera Serie Mundial para los del Coliseo del Condado Alameda, uno de los estadios más horribles que he tenido la suerte de conocer.

Pero con un grandioso equipo.
“Dentro de las siguientes 24 horas después de que Fernando venciera a los Astros el 9 de abril de 1981, vendimos todos los asientos reservados para su siguiente apertura en Dodger Stadium, algo sin precedentes”.

Estas fueron las declaraciones de Fred Claire, alto ejecutivo de los Dodgers en esa época.

También esa temporada el número de radioemisoras que trasmitían los juegos de los Dodgers en México, pasó de tres a diecisiete.

Decía Cy Young: “Hay muchos lanzadores en un equipo, 10 o 12 en cada uno. Cuatro abridores y un relevista deberían ser suficientes, si lanzan cada tres días, adquirirán más control y tendrás brazos más fuertes”.

Aunque Charlie Morton desconociera que tenía una fractura, por supuesto que sí sentía dolor o molestia, aún así continuó en el montículo con su trabajo durante la más reciente Serie Mundial 2021, sin pensar en el futuro o en dinero, demostrando así valor y coraje deportivo y compromiso por sus colores.

Eso es algo que se valora en cualquier parte y en cualquier actividad, el querer hacer las cosas y no darse por vencido.

Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com 
 

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