Columna

CORRIENDO SIN PRISA

Por Jesús, el Muschacho Peralta muschachoperalta@hotmail.com
lunes, 1 de febrero de 2021 · 00:30


La mente ganadora
Todos en cada momento de nuestra vida, tenemos a un súper héroe deportivo y a veces soñamos con ser como él. Durante nuestra niñez tratamos de imitarlo e imagínanos que somos esos héroes que en el último minuto logran ser los héroes deportivos.

Sin embargo, en la realidad no es fácil ser héroe. Depende de cómo nos enseñan a ser en nuestras escuelas y en nuestras familias, en el camino nos olvidamos de que la vida nos rodea de gente sabia, pero a veces nuestros fracasos o nuestros errores no permiten escuchar a personas con experiencia y es por eso que no podemos avanzar.

Somos seres humanos y hemos sido programados para sobresalir y muy poco para ganar. A veces nos olvidamos de esos héroes que teníamos como ejemplo, por no sacrificar nada para lograrlo.

Sacrificar tiempo, dinero, ritmo de vida, o lo muy común de jóvenes, el sacrificar oportunidades fugaces y débiles disfrazadas de grandes éxitos. En lo deportivo sea individual o grupal, una y otra vez hemos estado a punto de ganarle a alguien o ganar algo, sin embargo seguimos un paso atrás del que va adelante.

Se tiene un cuerpo preparado, uniforme nuevo, entrenador experimentado, se puede estar en la mejor instalación deportiva, estar patrocinados, se puede estar concentrado, pero el resultado no llega sin saber por qué.

VIDA RUTINARIA
El abuelo decía, “nunca es tarde para lograr tus éxitos”, mi madre decía, “nunca es tarde para empezar” y Dios dice “cada segundo es una nueva oportunidad”. Sin embargo esas frases no están completas, les falta algo más, algo que con el tiempo descubrimos pero no lo aplicamos porque seguimos programados para una vida rutinaria y limitante por el factor tiempo.

Cada segundo es una nueva oportunidad, nunca es tarde para empezar ni tarde para lograr éxitos. Si se posee una mente ganadora, lo único que se tiene que hacer es adecuar el conocimiento y esfuerzo para este momento.

A veces una declaración puede cerrar tu mente, como por ejemplo: “¿Ya viste? Llegaron los keniatas”, la mente mando la señal de no esforzarse porque su presencia ya se impuso como ganadora.

Una pregunta puede cambiarlo todo, “Mira, llegaron los keniatas, ¿Podrán aguantarme el ritmo?” Quizás se burlen de ti los compañeros al escucharte, pero acabas de tomar una gran ventaja, programaste tu mente para estar a la par con ellos.

Una pregunta abre la mente buscando un sin número de opciones para lograr el objetivo, lo cual te ayudara a realizar algo con gran seguridad. Muy cierto que los años pasan rápido, pero las oportunidades llegan y en algunos momentos se tienn que buscar y se tienen que ganar. No se debe tener miedo de cometer errores, pues de los errores se aprende y hacen de nuestra mente, una mente ganadora.

Sigue adelante viviendo al máximo, rescata a ese héroe que en un momento soñaste, pero ahora hazlo con una mente ganadora.


 

 

 

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