Meta Deportiva
Se acaba historia del Qualcomm
El estadio deportivo que fue casa de los Padres de San Diego y de los Cargadores está siendo demolido desde el año pasado
PODIO MEDIA MX
podiomediamx@gmail.com | Ensenada, B. C.
No paran los trabajos de demolición del San Diego County Credit Union Stadium, conocido en forma original como el estadio Jack Murphy y posteriormente como Qualcomm, sede de varios juegos de Serie Mundial de las Grandes Ligas y también de tres ediciones del Súper Tazón.
El predio que ya es propiedad de la Universidad Estatal de San Diego será escenario de un nuevo complejo deportivo, mismo que incluirá un estadio moderno para los Aztecas y más zonas de residencia para sus estudiantes.
Ese recinto deportivo fue hogar por muchas décadas de los Padres en la “Gran carpa” y de los Cargadores en los emparrillados de la NFL, sumado a ser sede de conciertos de música y eventos de Supercross, al igual que Monster Jam.
Diferentes leyendas del deporte de San Diego han expresado su tristeza por el adiós del legendario recinto, en donde se vio desfilar a auténticas estrellas de las Grandes Ligas, como Tony Gwynn, el relevista Trevor Hoffman, Rickey Henderson, Barry Bonds, Mark McGwire, Pedro Guerrero y Fernando Valenzuela.
Mientras que en la NFL fue escenario del “Súper Domingo”, iniciando el 31 de enero de 1988 con la paliza de los antiguos Pieles Rojas de Washington sobre los Broncos de Denver por 42-10 y 10 años después se vivió un duelazo entre la misma “Yeguada” de Colorado ante los Empacadores de Green Bay, cristalizándose la ansiada coronación del mariscal de campo John Elway.
Por último, en enero de 2003, los Bucaneros de Tampa Bay le pasaron por encima a los Raiders de Oakland por 48-21, conquistando su único Trofeo Vince Lombardi hasta la fecha.
LO RECUERDAN EN BAJA CALIFORNIA
A lo largo de los últimos meses, miles de bajacalifornianos mediante las redes sociales han expresado su tristeza y decepción por ver la demolición del antiguo Estadio Jack Murphy, mismo que fue inaugurado en 1967 y costó en su momento un total de 27 millones de dólares.
Muchos de ellos no pueden creer este atentado a la historia, no solamente deportiva, sino en general de San Diego, algo que en México es una cultura diferente de mantener estadios clásicos en lugar de derrumbarlos para que se construya uno nuevo.
Fuente de información: The San Diego Union-Tribune.
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