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Bob Gibson y sus 17 ponches

El lanzador derecho de los Cardenales de San Luis fue uno de los más grandes velocistas en la historia de la Liga Nacional, ganando más juegos para su equipo que ningún otro pitcher del que se tenga registro
sábado, 5 de noviembre de 2022 · 00:00

Héctor Barrios Fernández/Colaboración
Ensenada, B. C.

Una de las más grandes demostraciones en el año del pitcheo, 1968, en el cual Denny McClain ganó 31 juegos y Don Drysdale lanzó 58 2/3 innings consecutivos sin permitir anotación, fue coronado por uno de los más grandes velocistas en la historia de la Liga Nacional, el lanzador derecho Bob Gibson de los Cardenales de San Luis. 
Gibson pasó sus 17 temporadas con los Cardenales, ganando más juegos para ellos que ningún otro lanzador.
Fue cinco veces ganador de veinte juegos, abanicó a más de 200 bateadores en nueve campañas y tan abrumador como Sandy Koufax, impuso el récord de la liga en ponches con 3,117. 
Fue nombrado el jugador más valioso de la Liga Nacional y obtuvo en 1968 uno de sus dos trofeos “Cy Young”, el otro fue en 1970. 
Su porcentaje de carreras limpias en 1968 fue de 1.12, el más bajo para un lanzador con más de 300 innings en la historia de las Ligas Mayores, rompiendo así el récord de la Liga Nacional de 1.22 impuesto por Grover Cleveland Alexander en 1915 y el record de la Liga Americana de 1.14 impuesto por Walter Johnson en 1913. 
Gibson completó 28 de los 34 juegos que inició, ganando 22, ese año el campeón de juegos completos fue Juan Marichal con 30. 
Los juegos completos han ido a la baja con el pasar de los años. 
En 1991 los líderes Tom Glavine y Dennis Martínez, completaron nueve juegos, fue la primera vez desde 1871 en que el líder tuvo número de un solo dígito. 
Gibson también lideró a la Liga Nacional con 268 ponches esa campaña permitió 168 hits y concedió 62 bases por bolas, ganó 15 juegos en fila y lanzó la impresionante cantidad de 13 blanqueadas. 

LA CEREZA DEL PASTEL
Cinco fueron en forma consecutiva y en un tramo de 100 innings lanzados, Bob Gibson permitió solamente tres carreras.
A pesar de la increíble actuación durante la temporada regular de 1968 y las impresionantes estadísticas a lo largo de su carrera, fue su actuación en la Serie Mundial de 1968 por lo que Gibson siempre será recordado, posiblemente por haber sido en este evento, Bob recibió la más grande atención de los medios nacionales.
Bob Gibson impuso récord de Serie Mundial al ganar siete juegos consecutivos en 1964, 1967 y 1968, incluyendo tres juegos completos contra los Medias Rojas en 1967. 
Pero en 1968, así nomás como para “ponerle la cereza al pastel” por lo logrado anteriormente, impuso un nuevo récord de Serie Mundial, al ponchar a 17 bateadores en un sólo juego.
Gibson se enfrentó a los Tigres de Detroit y a su ganador de 31 juegos esa temporada de 1968, Dennis McClain, en un bien publicitado encuentro, pero este no fue uno de los mejores días de McClain. 
Gibson ponchó a dos en el primer inning, Dick McAliffe y Al Kaline. 
En el segundo inning, ponchó a los tres bateadores, Norm Cash, Jim Northrup y Willie Horton. 
En el tercero las víctimas fueron Bill Freehan y Denny McClain, hasta aquí había ponchado a siete de los nueve bateadores a los que había enfrentado. Gibson abanicó de nuevo a Kaline en el cuarto y a Don Wert en el quinto, en el sexto abanicó a dos bateadores más, Stanley y Cash, dos más en el séptimo, Northrup y Freehan. 
Para abrir el octavo, bateando por Wert vino el gran Eddie Mathews quien se convirtió en el ponche número 14 para Gibson. 
Para entonces los Cardenales estaban adelante en el marcador 4-0, habiendo tocado a McClain con tres carreras en el cuarto y una más en el séptimo. 
Bob había permitido solamente cinco hits y había otorgado una base por bolas.
Los partidarios de los Cardenales de San Luis estaban bien conscientes en la parte alta del noveno inning que Gibson tenía oportunidad de alcanzar el récord de 15 ponches en un juego de Serie Mundial, impuesto por Sandy Koufax en 1963. 
Mickey Stanley aumentó el entusiasmo del drama que se vivía en el diamante al conectar sencillo abriendo la entrada, pero momentos más tarde la multitud se volvía loca cuando Gibson abanicó al poderoso Al Kaline por tercera vez en el juego, entonces la pizarra parpadeaba el número mágico, el 15.
Norman Cash abanicó el tercer strike y el corpulento Willie Horton vio pasar el tercero, dándole así a Bob Gibson su ponche número 17 del juego y otra blanqueada de 4-0. 
Bob Gibson había abanicado por lo menos una vez a cada hombre de la alineación felina, permitiéndoles un total de seis hits y regalándoles una base por bolas.
Actuaciones como esta le dieron a Bob Gibson su entrada al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, N.Y., al ser nombrado en cada una de las boletas de votación en su primer año de elegibilidad, en 1981.
Espero sus amables comentarios en: info@beisboldelosbarrios.com 

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