Meta Deportiva

Sauzaleño en las alturas

Jorge “Polo” Lucatero Núñez, perteneciente a El Sauzal de Rodríguez, dejó el nombre de Ensenada en lo más alto al subir el Pico de Orizaba
sábado, 4 de febrero de 2023 · 02:28

Marleen Rivera/ EL VIGÍA
mrivera@elvigia.net | Ensenada, B. C.

El pasado 14 de enero, Jorge Lucatero se aventuró a su primera expedición en México, eligiendo el Pico de Orizaba como primer destino. 
Radicado en delegación El Sauzal, inició su vida en los deportes a edad temprana, pero al salir de la licenciatura se alejó de la bicicleta de montaña, hasta hace cuatro años decidió renunciar de su trabajo para emprender un negocio de línea blanca.
La expedición para subir 5 mil 636 metros sobre el nivel mar, estaba programada para el sábado 14 de enero y domingo 15, iniciando en un punto de encuentro de la Ciudad de México a las 6:00 de la mañana, para salir rumbo a Tlachichuca en Puebla, donde fueron transportados en automóviles 4x4 al parque de Orizaba. 
“Ahí hay un campamento que organiza la expedición, de ahí nos preparan un par de horas para caminar y adaptarnos un poco a la altura, porque ya ahí estamos a 4 mil metros, más o menos; sientes que te hace falta el oxígeno, y las temperaturas son más bajas, también nos dan capacitación de cómo ponernos los crampones”, explicó que, “los crampones son, digamos un accesorio que va debajo de la bota, tiene picos y es para cuando estás en nevados, de ahí te apoyas con una herramienta que se llama piolet, que es como un ‘martillito’ con el que picas el hielo para poder caminar y subir cierta inclinación donde hay un glaciar totalmente nevado”.
Sobre el inicio de la expedición, el egresado de Ingeniera Industrial expuso que, “A las seis de la tarde del sábado 14, después de que nos dieron la capacitación y una cena muy ligera, nos ‘obligaron’ a descansar para despertarnos a las 11 de la noche, porque a las 12 horas, en la plena madrugada, íbamos a empezar el ascenso, desde el campamento, hasta la cumbre, teníamos cierto límite de hora para poder llegar, yo creo que por la condición del clima, por el sol”.
Previo a subir la montaña los asistentes formaron parte de una dinámica que consistía en, “presentarse y decir por qué estábamos ahí, la mayoría fue por retos personales, que porque cumplían años y querían hacerlo, porque vieron cierta película y los motivó, por honrar la memoria de seres queridos, que esa fue una de las razones por la cual yo también lo hice”.
De los 18 asistentes, provenientes de diferentes ciudades del país, solamente ocho lograron “hacer cumbre” con éxito, como medida de seguridad, las expediciones tienen un tiempo determinado para realizar la caminata, si no lograban  subir la cima, tenían la indicación de regresar al campamento.

POR “QUITARSE LA ESPINITA”
Confesó que el montañismo era algo que había investigado por su cuenta porque, le llamaba la atención hacerlo como un reto personal, pero en el camino, “seguí a varios montañistas mexicanos que han logrado cosas increíbles, de subir el Himalaya y coinciden que el primer paso era subir primeramente la montaña más alta del país, que es el Pico de Orizaba”. 
Me preparé físicamente para ese momento, dije: “voy a intentarlo, no me quiero quedar con la espinita”. 
El sauzaleño eligió a la “agencia” Explorando México (@xplorandomex), quiénes tienen publicados en sus redes sociales las fechas, horarios y la disponibilidad para poder escalar, no nada más de esa cumbre, también de otras de México. Comentó que la agencia brinda el equipo cuando realizan la cotización.

ATLETISMO, SU MEJOR ALIADO
Sobre su preparación, Lucatero expuso que, “Duró alrededor de cinco meses, más o menos. Tengo un primo que egresó de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) como Licenciado en Actividad Física y Deporte y él fue quién me dio la parte del ‘coaching’”. 
Su andar deportivo inicia con la bicicleta de montaña, base en la que se apoyó previo a “hacer cumbre”. “Practicaba bicicleta de montaña y me iba a los cerros por el Libramiento y la Ruíz, practicaba también senderismo, y en vez de la bicicleta a veces me lo aventaba caminando”. 
Compartió que lo que más le ayudó a nivelar la falta de montañas, nieve y altura distinta, fue que, “además de ir al gimnasio a agarrar un poco de fuerza y masa muscular, agregamos el atletismo; participar en las carreras del Serial Atlético de cinco kilómetros”. 
De julio para adelante tuvo participación en todas las carreras del Serial, sumado a eso, en octubre participó en  la carrera de UABC, donde, “afortunadamente en septiembre le comencé a ‘dar machín’ y pues los resultados se vieron reflejados en octubre, porque en la carrera de la UABC alcancé subirme al podio en mi categoría en tercer lugar; acababa de cumplir los 30 y era mi primera vez participando en ‘treintón’” 
El deportista ‘sauzaleño’ detalló que para poder hacerle frente a los cambios de altitud, adaptó un entrenamiento con utilería que le hiciera sentir los mismos efectos de la montaña. “Para poder simular que yo estuviera en las alturas mientras corría, utilizamos una máscara hipoxia-utilizada para intentar simular los efectos del entrenamiento en altitud, restringiendo la entrada y salida del aire durante ejercicios cardiovasculares-, nos apoyamos también de un chaleco que pesaba 20 kilos, y poco a poco le iba aumentando las distancias recorridas”. 

CUERPO CONGELADO
Aunque fue un ambiente muy extremo y distinto a Ensenada, logró hacerle frente, “me sentía bien ‘soñado’ con todo mi equipo, usar los crampones, ‘picar y picar’ con ellos, es algo muy emocionante la verdad, en vez de quejarme del martirio y del sufrimiento de la temperatura, estaba bien emocionado”. 
“La experiencia con la que yo me quedo, es la satisfacción de llegar a hacer cumbre. Me sentía un poquito frustrado cuando llegué a la cima porque yo quería tomar varias fotos, una camisa con el logo del servicio que brinda mi primo como coach, para dar un poquito de publicidad porque me patrocinó el entrenamiento, pero sucede que arriba en la cumbre, no prenden los celulares porque la bateria se llega a congelar”. 
“Había un guía que le pedí el favor, no sé qué celular era o si estaba preparado, supongo que sí, él fue quién nos tomó las fotografías para poder tener evidencia de la cumbre”. “Llevaba una Go Pro y mi celular y ninguno funcionó”. 
Sobre la sensación de congelamiento, contó que mientras estaban durmiendo a las seis de la tarde, dijo que, “yo llevaba mi primer capa de calcetín, una segunda que me compré especial para el frío y me tuve que poner una tercera para poder aguantarlo, a pesar de que fueron poquitas horas las que dormimos”. 
Al iniciar la expedición, “ya me quedé en dos capas, porque como estás en movimiento, generas calor, entonces, ahí el consejo es no sobre saturarse de ropa, porque si sudas, te puedes deshidratar”. 
Entre las anécdotas, compartió también que, “ya estando arriba, llevaba una botella de dos litros y una soda chiquita de Coca-Cola para el azúcar y unas barras energéticas también; quería agarrar mi agua y estaba hecha hielo, es como si lo metieras a la nevera, estábamos a -15 grados y lo poquito que quedaba de líquido fue lo que pude tomar”, aunado a que sentía como “la cara se me estaba entumeciendo por el frío, tenía una bufanda tipo Buff, pero mientras iba subiendo, se me caía”. 

RETO PERSONAL
“Lo curioso de esta actividad, es que esto es algo muy personal, a diferencia de otros deportes, cuando subes la cumbre no hay nadie que te espere para darte una medalla”.
El ensenadense compartió que sus planes a futuro se resumen en, “seguir entrenando, como adoptamos el atletismo como complemento para reforzar el entrenamiento, ahora quiero participar en un Medio Maratón y en un triatlón, el año pasado miré demasiado tarde que estaban organizando uno aquí”. 
Considera que implementar el atletismo le servirá para su siguiente reto, que incluye un par de montañas que están ubicadas fuera del país, como lo son, “veo más viable por la parte económica, que sea la de Ecuador, se llama el Chimborazo, de esta montaña, lo curioso es que es la más alta del mundo, pero considerando desde el centro de la tierra. Digamos que es punto más cercano al sol”. 
Con una altura de 6 mil 263 metros sobre el nivel mar, Lucatero considera fundamental visitar Ecuador, para medir su resistencia física, “si todo sale bien, ya puedo pensar en la siguiente, que es la que va sacar lo mejor de mí”. 

FRASE
“Lo curioso de este deporte es que esto es algo muy personal, a diferencia de otros, cuando subes la cumbre no hay nadie que te espere para darte una medalla; es satisfactorio en lo personal”

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