Más negocio que deporte

 Tras la pandemia de Covid-19 en 2020, el futbol mexicano pasó de ser algo que apasionaba a todos los mexicanos, a solamente el entretenimiento cuando no hay nada más qué hacer, inclusive, es un negocios liderado por televisoras, casas de apuestas, patrocinadores, y sobre todo, dinero.
Todo comenzó en el Torneo Guardianes 2020, cuando las personas aficionadas al deportes esperaban con ansias el regreso de las ligas, luego de que de marzo a junio no se diputó ningún partido de futbol debido al inicio de la pandemia. El 3 de julio, se disputó la Copa GNP sin aficionados, después el Guardianes finalizando el 13 de diciembre con el título de León sobre Pumas. La verdad, a muchos les sirvió el futbol como distracción, no solamente hablo de la Liga MX, también de las ligas europeas como la Premier League, Serie A, Bundesliga y el torneo continental europeo, UEFA Champions League. Además del futbol, también regresaron la NBA, NFL y MLB. 
En el 2020, el futbol mexicano se fue para abajo y no solo por la pandemia, sino por los cambios injustos de la eliminación del ascenso y descenso. Es decir, cuando un equipo no está jugando bien en la Primera División, o tiene temporadas malas, se puede ir castigado a la Segunda División, mientras que otro equipo puede ocupar el lugar. Pero en ese año, y debido a la crisis económica que estaba pasando durante la pandemia, se decidió por quitar el ascenso y el descenso, cosa que también provocó la desaparición de equipos y disminución de participantes en la Liga de Ascenso.
Ahora, los tres equipos que tengan porcentaje bajo durante un ciclo futbolístico, tendrán que pagar una multa de 160 millones de pesos para permanecer en la Primera División. También, la Liga de Ascenso cambió de nombre a Liga de Expansión MC, donde ningún equipo que quede campeón puede ascender

LOS CAMBIOS
Otro problema es el tema de la multipropiedad, que es una cosa que no sucede en otra liga de futbol, donde un dueño puede tener varios equipos, como el caso de Televisa que tiene al Club América y en el pasado fue dueño del San Luis y del Necaxa, también Grupo Pachuca que es dueño de Pachuca y León FC, Grupo Caliente con los Xolos de Tijuana, Querétaro FC y Dorados de Sinaloa de la Liga de Expansión MX, Ricardo Salinas Pliego con Mazatlán FC y acciones con Puebla FC, Grupo Orlegui con Santos Laguna y Atlas. Eso ha sido un problema en el manejo de la televisora, con Grupo Orlegui y la casa de apuestas de Grupo Caliente por los interéses de los directivos y patrocinadores.
Lo mismo sucede con la Selección Mexicana, que en los últimos años, ha sido manejada por promotores, televisoras y patrocinadores, ocasionando que a los jugadores no les importe jugar. Otro tema es que dejaron de competir los clubes mexicanos en las competencias sudamericanas como la Copa Libertadores y Copa Sudamericana. En los 2000, se notaba mucho el interés de los equipos mexicanos en compartir esos torneos, y en la actualidad, solo les importa entre equipos de la MLS en el torneo que se disputará en veranos en Estados Unidos.
También están los partidos de la Selección Mexicana, denominados “moleros”, esos que se juegan año con año en Estados Unidos en sedes como Los Angeles, Dallas, San Diego, Houston o Atlanta, además de lo de Leagues Cup, siendo generar dinero de los aficionados su principal finalidad.
Por último, tenemos el formato de competencia donde se hace una reclasificación para que hasta el “más malo” dispute la Liguilla por el título. Da tristeza el futbol mexicano y el manejo que le dan sus promotores, patrocinadores, sistemas de competencias y las casas de apuestas.