El primero en abrir la puerta

Ángel Domínguez/EL VIGÍA
adominguez@elvigia.net | Ensenada, BC

Luis Peralta Espinoza fue el responsable de trazar el camino de la Liga Mexicana de Beisbol a peloteros ensenadenses.

En 1964, a los 21 años de edad, el sauzaleño reconocido por su sólida defensa y brazo derecho potente y certero, hizo historia al convertirse en el primer porteño firmado por una organización profesional.

Durante más de 20 temporadas, tiempo en el que perteneció a Diablos Rojos del México, Cafeteros de Córdoba, Dorados de Chihuahua, Indios de Ciudad Juárez, Petroleros de Poza Rica y Tuneros de San Luis, conectó alrededor de 100 cuadrangulares.

En el circuito invernal participó en cuatro campañas con Naranjeros de Hermosillo, donde tuvo como compañero al “Superman de Chihuahua” Héctor Espino.

En la recta final de su carrera, reforzó al equipo de casa, Delfines de Ensenada en la Liga Norte de Sonora.

HISTÓRICO
Ensenada fue visitada en 1964 por una selección de la Liga Mexicana del Pacífico dirigida por Leo Rodríguez, la cual enfrentó a un combinado local, conformado por Narciso “Chicho” Verdugo.

“Chicho Verdugo me invitó, jugamos contra ellos y ahí fue donde se abrieron las puertas para firmar con Diablos Rojos del México”, recordó.

En ese mismo año fue asignado a San Luis Potosí, sucursal de los “escarlatas” en la Liga Central, y un año después estaba haciendo su debut en la Liga Mexicana.

“Me fui como jardinero y a través del tiempo, dependiendo las necesidades, jugué primera base, tercera base y catcher”, posición en la que implantó un récord mundial mientras defendía los colores de Cafeteros de Córdoba.

“En 1975 caché 30 innings en un doble juego, 20 de ellos en el primero y 10 en el segundo”, apuntó.

Sus principales cualidades, dijo, “era mi brazo fuerte, el poder que tenía y de lo demás, había de todo un poco”.

Nacido en El Sauzal de Rodríguez, cuna de grandes deportistas y criado en el seno de una familia de beisbolistas, dio a conocer que su trayectoria inició a los ocho años, de la mano de su padre del mismo nombre.

“Empecé con El Sauzal, posteriormente estuve dos años en la Primera Fuerza de la Liga Municipal antes de irme con Diablos Rojos”, comentó.

Aunque no recuerda con exactitud sus estadísticas ofensivas, calcula que pegó cerca de los 100 tablazos de vuelta entera en su etapa profesional.

“Tuve compañeros destacados, hice muchas amistades y no los podría nombrar a todos”, aunque consideró a Tomás Herrera como el mánager que “me dejó mayor enseñanza”.

Tras su retiro, se estableció en Tepic, Nayarit, ciudad en la que radicó 30 años antes de regresar a su tierra hace 22.

“Me siento muy satisfecho, y si volviera a nacer volvería a jugar beisbol”, finalizó Luis Peralta Espinoza, cuyo ídolo es Mickey Mantle.

GENERACIÓN 2017
Luis Peralta es uno de las 11 leyendas que forman parte de la primera generación del Muro de la Fama del Deporte de El Sauzal.

“Es una sensación muy bonita que no puedo explicar pero es una sorpresa; es el inicio y esperemos que pronto sigan más homenajeados y tomen en cuenta a todos los deportistas que han puesto en alto el nombre de El Sauzal”, expuso.

“Cuando me fui no venían equipos profesionales, ahora llegan muchos y eso permite que surjan nuevas figuras, a las que puedo aconsejarles que le echen ganas, ya que el beisbol es una profesión muy bonita”.
Luis Peralta Espinoza
Miembro del Muro de la Fama de El Sauzal