Brilla Lajud en empate de Xolos

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

América se topó con un muro fronterizo.
El rival, Xolos, no vistió de morado y tampoco se asustó con el plumaje de las Águilas, pero sí fue capaz de soportar el 0-0 en la cancha del Estadio Azteca.

Los azulcremas quedaron lejos de ser aquella versión que a media semana maltrató al Saprissa en la Concanchampions, y en parte porque tampoco Tijuana se pareció en nada al Monstruo Morado.

Los fronterizos pararon un cuadro alternativo, ablandaron a los locales en la primera parte con un juego ríspido y en el completo se encomendaron a las atajadas milagrosas de Gibran Lajud para colgarle el cero a las Águilas en su casa por primera vez en lo que va del Clausura 2018.

Esta vez no hubo héroes y tampoco genialidades. Ayer América tuvo que sacar el pico y la pala para abrir a unos Xolos que jugaron a morderle todos los resquicios por los cuales el equipo de Miguel Herrera le hizo daño a otros adversarios.

De entrada, los locales sufrieron el juego que propuso Damián Musto, quien tardó 15 minutos en ir a buscar a Andrés Ibargüen para bajarlo con una patada. Esa acción molestó tanto al colombiano como aquella vez en la que ambos tuvieron un encontronazo durante una trifulca que se desató cuando defendían los colores de Rosario Central y Atlético Nacional, en 2016. América cayó en el juego de su rival y también respondió.

PARTE COMPLEMENTARIA
Ya en la segunda parte, Herrera buscó aclarar el panorama y le dio entrada a Henry Martín por Carlos Vargas. América ya contaba con Jérémy Ménez, Oribe Peralta, Renato Ibarra y el propio Ibargüen, un ataque que espantó a todos, menos a Xolos.

Y es que atrás se mantenía Lajud, el portero menos goleado del torneo y que mostró su valía cuando frustró dos llegadas claras. La primera a Peralta en el 53’ y, la más importante al detenerle un mano a mano a Martín en el 61’.

Las atajadas se festejaban como goles, las intervenciones de la defensa fronteriza eran aplaudidas por su técnico, Diego Cocca, y el América se estrellaba una y otra vez con el mismo muro.

Tijuana soportó el bombardeo y se escapó a casa con un punto de oro que provocó que Pablo Aguilar y Gibran se arrodillaran para dar gracias.

Y es que hasta ayer, nadie había escapado sin ser dañado por las Águilas.