No es un juego el Off-Road

Gabriel García
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El motociclismo y automovilismo ya sea en pavimento o terracería es un deporte/hobby que no puede ser practicado o visto de una forma infantil, hacerlo puede costarle la vida a una persona.

Las carreras fuera de camino son un claro ejemplo de ello, ya que en el pasado se han dado bastantes muertes que pudieron evitarse al usar el sentido común, trabajando de la mano de los promotores, equipos de carreras, medios de comunicación y gobierno se puede dar un cambio, no a corto plazo, pero sí sembrar esa semilla en diferentes sectores de la comunidad que es afín al Off-Road.

En Estados Unidos los controles en esta clase de eventos son más duros y eficaces, aunque destacando que también se realizan la mayoría en circuitos no mayores a las 100 millas, mientras que en México se da con rutas de 250 millas y hasta 1000, siendo prácticamente imposible controlar a todos los espectadores en un evento, especialmente los de Score International.

Urge una nueva cultura en este deporte, ya que el riesgo siempre ha existido, pero de unos años a la fecha sigue en aumento ante el importante número de fans que atrae una Baja 1000 o una Baja 500.

La basura en la Baja
Es cada vez más normal que muchos espectadores, no todos, dejen mucha basura en las rutas de los eventos de Off-Road, especialmente en los de Score International que cuentan con mayor número de fans que cualquier otra serie en los Estados Unidos y México.

Da tristeza ver como la madre naturaleza de Baja California se ve dañada por gente que utiliza caminos de tierra y zonas verdes para que se conviertan en un basurero, con lo que le están dejando un futuro muy aterrador a sus familias, especialmente a sus hijos, así como debe de existir una cultura de valores sobre seguridad, también una en cuanto al cuidado de la tierra a lo largo de la península, inclusive las autoridades deben de ser estrictas con todas las organizaciones, especialmente las extranjeras, quienes en muchas ocasiones se han visto favorecidas por el pobre criterio de organismos que deben de velar por cuidar el medio ambiente y todo por dinero e intereses políticos, reconociendo que las Bajas son eventos que generan dinero, pero que no han sido regulados de la forma correcta para que nadie este por encima de la ley en México.

Ya hay diferentes opciones para crear conciencia en los espectadores, ahora es tiempo de buscar el mismo camino hacia la cuestión ecológica y que las autoridades sean congruente en su actuar, no volverse sirvientes de empresas que reciben mucho apoyo y dejan de lado a los promotores locales, que merecen también ese respaldo, siempre y cuando sean proyectos formales y serios.