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Perla es una joya del deporte

Atleta sin límites que se bañó en oro en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008, con marca mundial en la prueba de los 100 metros planos
domingo, 15 de octubre de 2017 · 00:00

Ángel Domínguez/EL VIGÍA
adominguez@elvigia.net | Ensenada, BC

La pérdida de su pierna izquierda no fue impedimento para que Perla Bustamante marcara con “palomita” cada uno de los objetivos trazados en su lista de deseos.

Bélgica, Holanda, España, Francia, Alemania, Grecia, Suiza, China, Nueva Zelanda, Argentina, Brasil, Colombia y Cuba, fueron algunos de los países que visitó durante sus seis años dedicados al deporte de alto rendimiento.

En ese periodo de tiempo, se colgó medalla de plata en lanzamiento de bala y bronce en salto de longitud en los Juegos Paralímpicos de Atenas en 2004.

Cuatro años después, en Beijing 2008, implantó una nueva marca mundial en la prueba de los 100 metros planos al detener el reloj en 16’32’’.

También representó al país en los Panamericanos de Mar del Plata y Río de Janeiro, eventos en los que registró buenas cuentas.

En el Circuito Atlético Paralímpico Profesional Europeo, la chihuahuense llegó a rozarse con las principales exponentes del planeta.

“Son experiencias muy satisfactorias que deja el deporte, unas de las mejores profesiones que puede tener el ser humano”, señaló.

VIVIENDO SIN LÍMITES
Desde su niñez, la ingeniera industrial, egresada del Instituto Tecnológico de Chihuahua, destacaba en natación, gimnasia, raquetbol, basquetbol, voleibol, tenis y atletismo.

“Mi madre tenía que trabajar de tiempo completo y en las vacaciones se dedicaba a estudiar su escuela normal superior, así que había que buscar una actividad para cinco hijos”, apuntó.

En dichos cursos de verano, “aprendí la parte de la competitividad, era un mundo de niños de 6 a 14 años, se hacían largas filas y para poder sobresalir estabas obligado a ser de los mejores para que pusieras la muestra de la clase”.

En primaria y secundaria siguió cosechando triunfos, tanto en el atletismo -100 metros planos- como en el baloncesto, disciplina en la que sus padres formaron parte de Dorados y Adelitas de Chihuahua, respectivamente.

“Por recomendación de Pedro Barba, coach de selección nacional, muy famoso en todo el país y compadre de mis papás, entro al equipo -Adelitas-”, recordó.

Luego de matricularse en el Instituto Tecnológico de Chihuahua, comparte tiempo entre Panteras y Adelitas, conjunto con el que obtiene dos campeonatos nacionales.

“Abandoné el atletismo y mi pasión era jugar basquetbol, mi mundo fue el deporte ráfaga”, recalcó Bustamante.

Al concluir sus estudios profesionales, surge la inquietud de involucrarse en el triatlón, sin saber que su vida estaba a punto de dar un giro de 180 grados.

El 28 de julio de 1999, mientras empezaba su preparación al vacacionar junto a su familia en Puerto Vallarta, “me meto al mar a nadar muy cerca del yate turístico en el que íbamos hacia la playa y pierdo la pierna”.

Perla, relató que se acercó demasiado a otra embarcación que alcanzó parte de su extremidad inferior izquierda y por espacio de un mes necesitó injertos, trasplantes y transfusiones, aunque finalmente, los médicos se vieron en la necesidad de amputar.

“En las terapias noto que dentro de un centro de rehabilitación lo más fuerte es la parte física, cuando me doy cuenta del proceso, me voy a un gimnasio y es cuando comienzo a fortalecer, ya que en realidad no estaba enferma, había perdido una parte de mi cuerpo”, explicó.

Buscando información a través de internet sobre las mejores prótesis para tener claro su futuro deportivo, es canalizada con un especialista.

“Viendo la vanidad de la mujer, quería algo estético, que no estuviera peleado con la tecnológica y funcionalidad y resultó un buen proyecto”, expuso.

Seis meses después del percance, viaja a Europa y Estados Unidos donde “conozco atletas paralímpicos poseedores de récords diferentes y esa era la opción, ya que deseaba seguir con mi vida normal”.

Tras recibir su primera pierna para correr, “una señora fuera de forma deportiva, con discapacidad, con 40 años de edad”, acude a las instalaciones de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez para solicitar ayuda de sus entrenadores.

“Mi actual entrenador -Tomás Meza-, me preguntó para qué quería entrenar y le contesté que quería ir a unos Juegos Olímpicos, pero para ellos no era opción y todos continuaron su conversación”, reveló.

Meza, responsable del equipo cubano de eventos múltiples en Atlanta 1996, “recapacitó y me pidió que solicitara permiso a la universidad para entrenar”.

El próximo paso era “convencerlo que se podían hacer las cosas y se lo hice saber, porque me tenían en un rincón esperando a que terminaran los demás”.

Con sus metas claras, reclama su lugar y “de ahí adelante, practicaba a la par con atletas de alto rendimiento de la universidad”.

CON LA MIRA EN COMPETENCIAS INTERNACIONALES
Perla Bustamante, inicia su preparación en septiembre de 2002 y en marzo de 2003 recibe el llamado de la capital del país para asistir a un chequeo.

En los Juegos del Distrito Federal, su debut en torneos clasificatorios, alcanza marca A para Juegos Paralímpicos en salto de longitud y en 100 metros planos.

“Nunca un deportista con prótesis y amputado en México, lo había conseguido”, aseguró la plusmarquista.

De regreso a su estado natal, prueba suerte en lanzamiento de bala, debido a que “mi entrenador me dijo que Juegos Olímpicos es de oportunidades y hay que buscar donde colarnos para pelear por una medalla”.

En su intento de prueba tiró 7.25 metros, quedándose cerca de la marca mundial que se encontraba vigente.

DEBUT MUNDIAL
En Juegos Mundiales de Nueva Zelanda, vuelve a dar marca A en 100 metros planos y finaliza entre los tres primeros lugares en bala y establece récord mundial en salto de longitud.

“Gané medalla de oro por rendimiento general”, y un año de duro entrenamiento obtuvo su recompensa al clasificar a Atenas 2004.

Antes, en los Juegos Panamericanos del Mar del Plata en 2003, rompe otras dos marcas en salto de longitud, 100 metros planos y se queda a un centímetro de repetir la hazaña en lanzamiento de bala.

ATENAS 2004
En las paralimpiadas de Atenas en 2004, no se reunió el mínimo necesario de cinco naciones en la prueba de 100 metros planos, privando a la mexicana de luchar por la ansiada presea.

“Nadie creía en la nueva, pensaban que había tenido suerte pero gracias a Dios conseguí bronce en salto y plata en bala”, sin embargo, el sabor fue agridulce, ya que “yo iba por el oro”.

MEDALLA PARALÍMPICA
“Es algo que cambia tu mundo, como la gente te ve, ellos no te ven por el lugar que ocupaste, sino por lo que nos atrevemos a hacer, por lo que queremos ser, por el esfuerzo, trabajo y dedicación, eso es lo más valioso de una medalla y las expectativas propias cambian”, manifestó.

APOYO INCONDICIONAL
En Chihuahua, ponderó, “me atendían gratuitamente médicos, masajistas, nutriólogos, tenía gimnasios para escoger dependiendo de la rutina, la universidad estaba abierta para entrenamientos en cualquiera de sus instalaciones y Tomás podía salir conmigo a los eventos importantes”.

Bustamante Corona, recibió, “apoyo incondicional en Ciudad Juárez, Conade, Instituto del Deporte de Chihuahua, patrocinios y la clave fue no perder el piso y trabajar más duro rumbo a los 100 metros en Beijing”.

La meta, continuó, “era correr en la vida, comerme la vida y aprovechar al máximo lo que había alrededor”.

PROCESO RUMBO A BEIJING
Su preparación rumbo a Beijing 2008 incluyó campamento de dos meses en Cuba en 2005 y Juegos Panamericanos en Río de Janeiro en 2007, aunque el camino no estuvo exento de contratiempos.

Previo a cumplir su sueño, “sufrí un accidente con una de las prótesis, un desgarre muscular y fisura en la pierna del muñón, así que mantuvimos todo en secreto y decidí seguir, ya que era fundamental no parar para llegar a Beijing”.

“Siempre habrá barreras, tropiezos y será más fácil permanecer en casa, esas son situaciones decisivas que nos pasan a los seres humanos, las que nos permiten medir la capacidad de control físico, mental y emocional para no rendirte, en lo personal, sabía que saldríamos bien y concluir con éxito el proceso”, aseveró.

Con el ánimo y motivación en alto, “ese accidente marcó las ganas, siempre pensé que correría en unos Juegos Olímpicos, que llegaría en primer lugar con estadio lleno y en Beijing había 90 mil personas en el estadio”.

Entre julio y parte de septiembre, con Beijing en la mira, Perla Bustamante dedicó entre ocho y 10 horas diarias a su entrenamiento.

“El apoyo de mis hijos hizo todo mucho más sencillo, ya no había pretexto, en seis años había pasado de trotar cinco metros y caminar el resto de la pista a un fortalecimiento increíble y con la capacidad de correr vallas de alrededor de 70 centímetros”, resaltó.

Con medalla de oro, récord mundial y olímpico en Beijing en los 100 metros planos, opta por hacer una pausa para “cuidar la salud y ahora me dedico a impartir conferencia sobre desarrollo personal y motivación, aunque nunca he parado de hacer ejercicio cambiando de actividades, incluyendo equitación”, finalizó.

Nombre: Perla Patricia Bustamante Corona
Fecha de nacimiento: 17 de agosto de 1964
Lugar de nacimiento: Chihuahua, Chihuahua

 

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