El Mundo

¿Matrimonios legales o tráfico de personas?

jueves, 20 de junio de 2019 · 00:00

AP
Faisalabad, Pakistán

Olas de arrestos procuran desarticular redes de traficantes que convencen a familias paquistaníes pobres de que casen a una de sus hijas con un chino a cambio de dinero y que una vez en China son obligadas a prostituirse, según dicen las autoridades.

Al menos dos docenas de chinos y decenas de paquistaníes fueron detenidos en las últimas semanas en redadas. Las autoridades paquistaníes, no obstante, ordenaron a la policía que no publicite demasiado estas operaciones por temor a que afecten los crecientes lazos económicos con Beijing, de acuerdo con dos funcionarios consultados por la Associated Press.

La AP habló con siete muchachas que fueron obligadas a casarse con chinos, cuatro de las cuales se encuentran todavía en China. Todas dijeron que sus maridos las habían entregado a gente que pagó para violarlas.

Natasha Masih, de 20 años, dijo que su marido la encerró en un hotel de la ciudad de Urumqi, en el noroeste chino, y la obligó a prostituirse. La AP no da los nombres de víctimas de violaciones, pero Masih aceptó que fuese usado y ahora que se escapó trabaja para ayudar a otras víctimas.

BUSCAN NOVIAS
Pakistán despertó el año pasado el interés de intermediarios que buscan novias para hombres chinos que quieren casarse y activistas dicen que desde entonces unas mil mujeres y niñas se han casado con chinos. La mayoría son de la pequeña comunidad cristiana paquistaní, extremadamente pobre. Los intermediarios ofrecen dinero a las familias para que entreguen a sus hijas en matrimonio, asegurándoles que hombres en buena posición económica les darán una buena vida. Los chinos buscan esposas en otros países porque en China hay muchos más hombres que mujeres.

Algunos pastores cristianos de Pakistán son comprados para que ayuden a conseguir mujeres dispuestas a casarse. Muchas niñas son obligadas a casarse contra su voluntad y viven aisladas en China, sometidas a los abusos de sus maridos, según informó la AP en otros despachos.

El embajador de China en Pakistán negó por televisión que haya un tráfico de mujeres que son obligadas a prostituirse en su país.

“China niega que esto suceda, pero tenemos pruebas”, expresó Saleem Iqbal, activista cristiano que ayudó a varias mujeres a volverse de China.

PROTEGIDOS POR LA CORRUPCIÓN
Los dos funcionarios policiales que hablaron con la AP dijeron que las redes de traficantes investigadas se encuentran en Lahore y operaban desde hacía un año. Eran protegidas por policías corruptos y el enlace entre paquistaníes y chinos era el hijo de un ex policía, de acuerdo con las autoridades.

Masih dijo a la AP que se casó en noviembre y que dejó su casa en Faisalabad para volar a China con su nuevo marido. Él la llevó el noroeste del país, a una casa pequeña en una zona boscosa. El esposo la obligó a tener relaciones sexuales con hombres. Luego la llevó a un hotel de Urumqi donde la encerró en una habitación y la hizo prostituirse.

Natasha hizo llamadas a sus padres a escondidas usando su teléfono celular y su madre pidió ayuda en su iglesia. Un feligrés, Farooq Masih, reunió un grupo de hombres de la congregación dispuestos a rescatarla. Uno de ellos tenía un hermano menor estudiando en China. El hermano aceptó hacerse pasar por un cliente que quería acostarse con Natasha.

En el hotel, sin embargo, le dijo a la mujer que se escapase con él.

“Lo vi, tomé mi ropa y me subí a su taxi”, contó ella. “Ni le pregunté su nombre. No le pregunté nada. Solo le dije, ‘hermano, te agradezco’”. Al poco tiempo estaba en un avión rumbo a Pakistán.

Farooq Masih y los otros feligreses trabajan desde entonces en desmantelar las redes de traficantes.

 

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