Fueron compañías frías ante epidemia

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

Extractos de correos electrónicos internos de las compañías farmacéuticas revelan la indiferencia de éstas ante la epidemia de opioides de Estados Unidos.

Los textos muestran cómo algunos de los empleados de esas empresas estaban impulsados por las ganancias y no desanimados por los daños que sus productos estaban causando a la población, de acuerdo con The Washington Post.

En enero de 2009, Victor Borelli, gerente nacional de cuentas de Mallinckrodt, dijo en un mail a Steve Cochrane, vicepresidente de ventas de KeySource Medical, que se habían enviado mil 200 frascos de comprimidos de oxicodona 30 mg.

“¡Manténganlos en camino!”, respondió Cochrane. “Allí afuera ‘vuelan’. Es como si la gente fuera adicta a estas cosas o algo así. Oh, espera, la gente lo es...”, bromeó.

“Al igual que siguen comiendo Doritos. Haremos más”, le contestó Borelli.

Los extractos de los correos están citados en una presentación de demandantes de 144 páginas junto con miles de documentos no sellados por la orden de un juez el viernes, en un caso histórico en Cleveland contra muchas de las compañías más grandes de la industria farmacéutica.

Entre 2006 y 2012, empresas llenaron el mercado de Estados Unidos con 76 mil millones de pastillas de oxicodona e hidrocodona, alimentando una epidemia que ha matado a más de 200 mil personas desde 1996.

IGNORARON LA LEY
Los demandantes sostienen que las compañías también ignoraron la Ley de Sustancias Controladas, que exige a las farmacéuticas controlar el desvío de “órdenes sospechosas”, ya sean por su tamaño o frecuencia inusual.

En enero de 2008, en Cardinal Health, el entonces CEO Kerry Clark escribió en un correo a los funcionarios principales de la firma que la “cultura orientada a resultados” de la empresa quizás estaba “conduciendo a decisiones imprudentes”.

De acuerdo con el Post, en los últimos 18 meses, Cardinal había recibido casi mil millones de dólares en multas como resultado de múltiples acciones regulatorias, incluida la suspensión de licencias en algunos de sus centros de distribución por no mantener controles efectivos contra la desviación de opioides.