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La Lobera de El Rosario: una maravilla natural Entre las muchas bellezas de Baja California, destaca este santuario natural de lobos marinos conformado por una formación geológica única: un agujero de 40 metros de diámetro y 15 de profundidad que resguarda una playa interior; el mar accede a ésta por medio de un túnel de piedra, ofreciendo un espectáculo de gran belleza
sábado, 8 de agosto de 2020 · 00:00

CARLOS LAZCANO/COLABORACIÓN
carloslascano@hotmail.com | Ensenada, B. C.

La costa del Pacífico de nuestro Estado de Baja California es, en general, poco conocida. A pesar de su belleza y de que encierra numerosas maravillas naturales, casi nadie la visita. La razón es clara: se encuentra poco comunicada.

Esta situación en realidad es una ventaja para los que amamos la naturaleza, ya que la mejor manera de conservar sitios naturales es precisamente mantenerlos aislados, poco accesibles, difíciles de acceder. La conservación de un sitio natural va en relación inversa a su accesibilidad: entre menos accesible esté un sitio, mejor conservado se encontrará. Y esto ocurre debido a que, por desgracia, aún hay un alto número de personas que cuando visitan los lugares dejan toda su basura, sin importarles en lo más mínimo el daño que causan. Por eso siempre he abogado porque los sitios naturales, especialmente los de mayor riqueza o belleza, nunca se vuelvan accesibles.

Bueno, pero volviendo al tema de la costa del Pacífico de nuestro Estado, entre sus muchas bellezas, destaca una llamada La Lobera, cercana a la antigua comunidad de El Rosario.

Este sitio actualmente es accesible, ya que un camino de tierra de cinco kilómetros lo une con la carretera Transpeninsular. Así que, amable lector, si piensas visitar dicho sitio te suplicamos que no le dejes basura, ni lo alteres de ninguna forma, se trata de un santuario natural.

CAMINO DE CUIDADO
El camino de acceso, aunque corto, es de cuidado, y no se aconseja que se vaya con un automóvil bajito, ya que tiene sus arenales y sus cuestas son de cuidado. La vía llega hasta una antigua planta abulonera, la que fue abandonada debido al calentamiento del mar, que ya no permitió la reproducción del molusco. A un lado de la instalación abulonera se encuentra un amplio agujero, de unos 40 metros de diámetro, que da acceso a una playa interior. Pero cuidado, el pozo es vertical, y desciende cuando menos 15 metros totalmente a plomo, por lo que no es posible bajarlo.

Lo maravilloso de este hundimiento es que, como lo mencionamos, contiene una playa interior, y por medio de un puente de piedra, el mar le accede, ofreciendo un espectáculo de gran belleza; una formación geológica única.

Pero eso no es todo en esta maravilla. La amplia playa al interior del pozo, es utilizada por decenas de lobos marinos como hábitat. Aquí se encuentran casi todo el año estos animales, pero especialmente cuando van a dar a luz, ya que utilizan el paraje para amantar a sus crías. Ciertamente es una maravilla observar al gran cantidad de lobos marinos retozar al interior de la cavidad. Y digo, se puede observar porque los dueños de las instalaciones abuloneras, colocaron un cómodo mirador en una de las orillas del pozo, de tal manera que resulta cómodo y seguro poder apreciar la oquedad así como a los lobos marinos.

CAVIDADES POR EROSIÓN
En buena parte de la costa del Pacífico del nuestro Estado, aflora un tipo de roca arenisca, más o menos suave, que se formó en el cretácico, hace entre 70 y 80 millones de años. Esta arenisca ha sido sometida a la erosión marina durante muchísimos milenios, y como resultado se han originado numerosas cavidades de tamaño variable. Fue precisamente éste el mecanismo por el que empezó a formarse La Lobera.

Al principio la erosión marina empezó a corroer la roca siguiendo una gran fractura, y así empezó a originarse una cavidad, la que con el paso del tiempo llegó a ser muy amplia, sobre todo en su final, en donde se formó un gran salón. Tan grande llegó a ser este salón, que llegó un momento que su techo no resistió y se colapsó, formándose el pozo que hoy nos permite ver hacia el interior de la cavidad. Posteriormente la erosión ha seguido su curso, ampliando la cueva y el pozo hasta verlo como lo vemos hoy.

Conozco muchas otras cuevas en esta costa, pero ninguna como la Lobera de El Rosario, con sus grandes dimensiones y su colonia de lobos marinos. Además, en sus alrededores suelen nadar muchos delfines, y no es raro ver también focas e, incluso, el paso de las ballenas grises.

FÓSILES DE DINOSAURIOS
Es precisamente en esta roca arenisca tan antigua, en donde se han localizado varios fósiles de dinosaurios y de otros animales, pudiéndose estudiar las antiguas formas de vida que existían en nuestra tierra en un tiempo tan remoto.

Como lo mencionaba, no son pocas las cuevas de origen marino que en esta costa del Pacífico, yo he localizado varias y algunas casi tan grandes como La Lobera de El Rosario, pero sin su colonia de lobos ni playa. En varias de estas cuevas he encontrado vestigios de los antiguos grupos indígenas que poblaron esta costa desde hace más de diez mil años. Hay una que contiene gran cantidad de fósiles de moluscos y su techo se encuentra incrustado de ellos.

Nunca dejo de maravillarme con la generosa naturaleza de nuestra tierra, ojalá siempre se conserve, y así como otros y yo la disfrutamos, muchos otros, y todas las generaciones por venir lo sigan haciendo. Para ellos es muy importante, amable lector, que sigas las sencillas reglas de quienes amamos la naturaleza y todo lo que significa: no matar nada, más que el tiempo; no dejar nada, más que las huellas de los pies, y no tomar nada, más que fotografías.

Y esto lo debemos hacer tan bien, de tal manera que si otra persona llegara al lugar después de nosotros, no se dé cuenta de nuestra presencia. Ciertamente es grato en extremo llegar a un lugar natural intacto, limpio, en el cual no se descubre alguna presencia humana, o es mínima ésta.

COSTA DE GRAN BELLEZA
Toda la costa que rodea a La Lobera de El Rosario es de una impresionante belleza. Hay farallones y formaciones de rocas originados por la disposición de los estratos de la roca arenisca. En esta rocas se estrella el mar con furia, dando lugar a olas explosivas de gran espectacularidad, pero peligrosas si uno se acerca demasiado. El mar es abierto, por lo que su visión se pierde en el horizonte, y uno se imagina que más allá, a miles de kilómetros se encontrará Japón, o Filipinas, o la costa de China.

Y por cierto, resulta interesante visitar las instalaciones, ya abandonadas, de la abulonera. Ahí hay una persona que cuida, quien muy amablemente nos explicó cómo funcionaba el lugar, y muchos de sus significados.

Desde mi punto de vista, sitios como La Lobera, deberían ser considerados santuarios naturales, y tenerse muy restringido su acceso, para que no se moleste a sus milenarios habitantes que son los lobos marinos, ya que según me comentaron, algunos de los visitantes suelen molestar con gritos a los lobos, lo que sin duda los molesta e incómoda y algunos se van a otros lugares.


Si vista La Lobera...
Siga las sencillas reglas de quienes amamos la naturaleza:

-No matar nada, más que el tiempo.

-No dejar nada, más que las huellas de los pies.

-No tomar nada, más que fotografías.

Desde mi punto de vista, sitios como La Lobera, deberían ser considerados santuarios naturales, y tenerse muy restringido su acceso, para que no se moleste a sus milenarios habitantes que son los lobos marinos, ya que según me comentaron, algunos de los visitantes suelen molestar a los lobos con gritos haciendo que algunos se vayan a otros lugares

 

 

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