Ensenada en la cultura
Canal 23, una historia de esfuerzo y entrega...que se fue
Luis Mario Lamadrid Moreno* Ensenada, B. C. - Para la generación actual de ensenadenses sería bastante difícil el imaginar a su ciudad carente de lo que ahora para ellos es indispensable y muy natural. Imagínense: vivir sin televisión, (abierta, por cable o de sistema satelital), FM, MP3, Ipod, Iphone, telefonía celular e Internet (con sus variantes Facebook, Twitter y todas las formas actuales de diversión y comunicación que absorben voluntad y preferencia de nuestras juventudes). Pero, aunque les pareciere imposible, así era nuestra Ensenada hasta 1963. Ensenada tenía sólo cuatro emisoras de radio, todas en AM, estas eran XEPF, XESS, XEDX y XEHC, por su orden de aparición. En ellas encontraban sana diversión, familiar entretenimiento, algo de información y mucho de comunicación. En medios impresos tenía dos periódicos diarios, uno en calidad ya casi agonizante, “El Diario de Ensenada” y el naciente miembro de la cadena García Valseca que pronto pasaría a otra administración, “El Mexicano”. Ilusión y engaño Pero la inquietud estaba latente. Unos cuantos años atrás hubo un intento de colocar una antena reflectora en Punta Banda para que, aunque fuera de rebote, los hogares ensenadenses pudieran contar con un servicio de televisión, sin importar el que fuera sólo en inglés. Pero todo resultó un engaño. Aunque al descubrirse la estafa de que fueron víctimas algunas personalidades, se avivó más que nunca el deseo ya irrefrenable de que Ensenada tuviera el servicio de televisión. Fue entonces cuando tres personajes unieron ilusiones y esperanzas. Formaron un triunvirato de trabajo y dedicación y coordinando factores de talento y no muy abundantes finanzas, atisbaron la posibilidad de que podría realizarse el sueño, y que además, con una rentabilidad suficiente para su sostenimiento. Fue así que los señores Antonio Suárez Reyes, Ahuízotl Badillo y José Luis Fernández Bandini formaron entusiasta y ejemplar equipo y se propusieron, hasta lograrlo, traer a Ensenada la televisión. Concesión lograda Para ello, lo primero era contar con la concesión federal por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Y a eso se dedicó en cuerpo y alma el señor Antonio Suárez Reyes, el mejor y más destacado locutor de su tiempo. Desde 1947 y hasta mediados de los años 50s, don Antonio Suárez fue el gran locutor de Ensenada. Sus programas radiofónicos y demás intervenciones como locutor y presentador lo colocaron en una excelente posición de popularidad con una gran capacidad de promoción y organización. Él se lanzó hasta conseguir que le otorgaran la concesión de un canal de televisión, que fue el primero en UHF para la provincia mexicana. Aquí debemos recordar que el espectro de televisión, en aquel entonces, sólo cubría la sintonía de canales del 2 al 13, así que el 23 quedaba fuera de la cobertura de los receptores de aquel tiempo. Se requería de un convertidor que debía adquirirse por separado. Pero eso jamás fue un obstáculo. eon Antonio Suárez pudo lograr su objetivo y regresó a Ensenada con el título de la concesión en la mano. Mientras corrían los intrincados trámites de la concesión, el ingeniero Ahuízotl Badillo ya preparaba el transmisor con el apoyo económico que don José Luis Fernández Bandini estaba ya aportando, el cual, no obstante que era muy importante, no era tan suficiente como para adquirir un equipo nuevo, de fábrica. Talento y dedicación Aquí fue donde entró en juego el talento y la dedicación del ingeniero Badillo quien, aplicando toda su ciencia y conocimientos, logró adaptar un equipo de circuito cerrado de un hospital y convertirlo en un transmisor de UHF. Hecho casi milagroso, ya que para empezar, el sistema no tenía proyección de audio, sólo imagen de video, por cierto con escasa definición, y por supuesto, en blanco y negro. Por otra parte, y gracias a sus excelentes relaciones comerciales, don José Luis Fernández Bandini consiguió el terreno en el fraccionamiento Chapultepec donde se ubicaría el futuro canal. Era una pequeña casa habitación, de tipo común y corriente, similar a las muchas que actualmente existen en la colonia moderna, pero que de momento sería suficiente para iniciar operaciones. Y así llegó el ansiado día. Después de un breve espacio de prácticas surgió la débil y no muy nítida señal del primer canal de televisión que tendría la población de Ensenada. Era el 23 de Diciembre de 1963. Han transcurrido desde aquel instante casi 50 años, en los que han desfilado multitud de elementos, formas y dimensiones de otras tantas expresiones de talento y originalidad. Los fundadores El primer grupo técnico y administrativo quedó a cargo de los señores Antonio Suárez Reyes, ingeniero Ahuízotl Badillo y José Luis Fernández Bandini. Ellos formaron una amalgama de intereses, compartiendo la responsabilidad de lo que hasta ese momento no llegaba más allá de un sueño con tintes de alcanzar una cierta utilidad, o cuando menos recuperación. La idea era más romántica que práctica, pero ya habían llegado hasta ahí y no había oportunidad de arrepentirse. La suerte ya estaba echada. En seguida nombraron el primer cuadro administrativo, llevando como gerente al señor Alfonso Badillo, como secretaria una señorita de nombre Magali y en la contabilidad quedó el señor Pablo Escareño; poco después se contó con la compañía del señor Jorge Morales. Ninguno tenía sueldo fijo. Lo mismo ocurría con los técnicos y operadores. El primer grupo quedó integrado de la siguiente manera: Mario Pérez, Carlos Zamora, Fernando Rodríguez, Bonifacio Casas Martínez y Rubén Rodríguez Quiñones. Todos también trabajando por puro amor al arte. Esa fue su aportación. Tres meses después ya pudieron contratar a quien se encargara de la intendencia y que llegara a ser la empleada más antigua y por lo cual, al paso de los años, ya en este siglo XXI, le fue conferido el merecido reconocimiento, nos referimos a la señora Julieta Gómez Ramos, la empleada con mayor antigüedad en el original Canal 23. El primer locutor oficial del flamante canal fue el profesor Alfredo Marín Méndez, con el mismo nivel de ingreso y en las mismas condiciones. Así se mantuvo la situación durante los primeros meses. El horario de transmisión era desde las 4 de la tarde hasta las 11 de la noche. Principiaba con una caricatura, (siempre la misma) y continuaba con algunas películas que se alternaban durante el curso de la semana mientras llegaba nuevo material. Casi a mediados de 1964 la situación se formalizó un poco más y gracias a las primeras ventas de tiempo y publicidad se pudo cubrir una modesta nómina que, cuando menos aliviaba un poco la creciente carga de gastos. Programas de estudio Pero el entusiasmo seguía creciendo. Pronto se transmitieron los primeros programas de “estudio”. Uno de los primeros fue de acontecimientos sociales que elaboraba Efrén Rivera Barrón, reconocido como el primer productor del Canal 23. Al año siguiente se comenzó a construir la ampliación de las instalaciones para poder contar con un espacio suficiente para la creación de un estudio más o menos en forma. A pesar de sus innumerables deficiencias y pronunciada escasez, el Canal 23 logró captar rápidamente una inmensa popularidad. De la noche a la mañana, la gran mayoría de los hogares porteños instalaron antenas y receptores para poder disfrutar al fin, de una señal de televisión. Ya teníamos un motivo diferente para nuestra distracción y entretenimiento. Pero financieramente las cosas no iban del todo bien. Canal 23 tenía una deuda creciente con Telesistema Mexicano, propiedad del zar de la radio y televisión mexicana, el señor Emilio Azcárraga Vidaurreta. Se pagó con el canal Así llegó el momento en que el señor Antonio Suárez tuvo que afrontar la situación y con valiente decisión se presentó ante el señor Azcárraga a fin de buscar una solución al problema. El único arreglo posible era cubrir la deuda y esta se pagó con lo más valioso que de momento tenían: el propio canal. Pero el señor Azcárraga no tenía ningún interés en explotar esa adquisición, de modo que lo único que se le ocurrió fue cederla como premio y reconocimiento a sus años de trabajo y lealtad a la señora Amalia (Amalita), Gómez quien durante muchos años fuera su secretaria particular. De esa manera el Canal 23 pudo seguir operando. Mientras, fueron surgiendo programas que de inmediato lograron la atención de chicos y grandes. Había de concurso: Usted siempre gana, con José Luis Villalvazo, programa que logró sostenerse durante casi 4 años; Rico Vacilón, programa de variedades con la participación de elementos artísticos locales y un notable desplazamiento de ingenio y originalidad, con la conducción a cargo de Alfredo Marín y Luis Lamadrid. Hubo otro programa de gran atractivo por su variado contenido, ahí figuraba una sección de aguda crítica social, con un personaje creado por don Luis Martínez Campos que encarnaba a Mr. Smith, un supuesto turista norteamericano que hacía aparentemente ingenuas pero agudas “observaciones”. Los conductores y productores fueron los hermanos Bueno, Roy y Pepe, que merecen un capítulo propio y aparte. Los Bueno Fueron muchos y muy buenos los programas que presentaron a lo largo de varios años los hermanos Bueno Carvajal. José María, al que cariñosamente se le llamaba Roy y su hermano José, el Tremendo Pepe, de inusual agilidad mental y enorme simpatía. Ambos constituyeron la más formidable pareja de talentos que haya tenido la televisión local. Entre sus muchos programas, destacan “Butaca 23”, que presentaba semanalmente lo más selecto de la producción cinematográfica internacional y en el que se hacía una excelente descripción de la obra, incluyendo dirección, actuación y fotografía de cada una. Era un programa ameno e instructivo. Otro de sus aciertos fue “Variedades 23”, que era un desfile de valores y personalidades de gran actualidad en su momento. Y ya posteriormente, contando con los más modernos elementos técnicos de aquellos días, la producción y conducción del noticiario vespertino “Información 23” que constituía el mejor avance informativo con las noticias de cada día. Otro programa que causó notable impacto fue el que durante varios años presentó casi al cierre de transmisiones, una vez por semana, la señora Celia Pallares con Rolando Cárdenas San Martín, Analogías entre usted y yo, fue un programa de gran calidad cultural, artística y humana. Con entrevistas y actuaciones de los más connotados valores del arte, la ciencia y actividades especiales, incluyendo los temas parapsicológicos. Variedad de programas Hubo una variada cantidad de programas que abarcaron todos los temas: deportes, infantiles, de aficionados al canto, instructivos de gastronomía, fotografía y artesanías diversas, las indispensables crónicas sociales y desde luego, los informativos. Cada programa tenía su propio conductor y locutor comercial, independientemente de que el Canal tuviera un locutor oficial. En toda su trayectoria fueron pocos quienes llegaron a ocupar esa plaza. El que más tiempo duró fue Roy Bueno; el primero, como ya dijimos fue el profesor Alfredo Marín Méndez, después de Roy estuvo Rolando Cárdenas, seguido de Luis Mario Lamadrid Moreno. Y, hasta el momento final, esta plaza la desempeñó magníficamente la señora Socorro Bravo Miranda. En cuanto a la dirigencia general también puede decirse que fueron muy pocos los que tuvieron la oportunidad de dirigir el Canal 23. Después del ingeniero Badillo llegó el C.P. Víctor Lamadrid Careaga quien tuvo una acertada pero muy breve gestión, a los pocos meses de estar a cargo de la gerencia, sufrió un mortal accidente carretero que le privó la existencia, dando pie con ello a que regresara de momento el ingeniero Badillo a ocuparse de la dirección general. Posteriormente nombraron al licenciado Javier Carreto para que asumiera el cargo que desempeñó exitosamente durante poco más de dos años; fue sustituido por el ingeniero José Márquez Muñoz de Cote, quien al mismo tiempo dirigía al Canal 12 de Tijuana. Durante todo ese lapso Canal 23 era una televisora independiente, está unido a Telesistema, que después se denominó Televisa, sólo como representante ante los clientes nacionales, o sea únicamente por motivos comerciales. Los dueños de canal 23 eran a su vez, empleados directos de Televisa pero el canal no dependía de esa organización. Fue hasta principios de 1990 cuando Canal 23 se incorporó en forma definitiva al sistema Televisoras de Provincia filial de Televisa. Los cambios no se hicieron esperar. Madurez de Canal 23 Fue nombrado otro director general, que fue muy eficiente, el señor José Curiel Morales, quien mantuvo el máximo nivel de eficiencia durante poco más de 14 años, durante los cuales se puede decir que Canal 23 alcanzó su plena madurez. Se renovó totalmente el equipo técnico. Se instaló un nuevo y potente transmisor, se modernizó el sistema de edición y grabación, se transformó el estudio con nuevos sets e instalaciones especiales y se formó el nuevo equipo de noticiarios con personal capacitado, con reporteros y camarógrafos de gran experiencia. El primer equipo verdaderamente profesional de Notivisa Ensenada lo formaban Jaime Nieto de Maria y Campos como director y editor; Gerardo Sánchez y Elizabeth Vargas como reporteros y redactores, poco tiempo después se incorporaron Zahady Nolasco; Manuel Flores Rodríguez, Ricardo Fernández, Manuel Castro Curiel, Hugo Ayón Rosas, y Adrián Osuna como camarógrafos; en el departamento de edición Alberto Alcaraz Bracamontes director; operadores Jaime López, Ricardo Martínez y Jorge Bejarano. Como camarógrafos en el estudio Francisco Felguérez, Rubén Rodríguez Quiñones y Roberto Burgos. En la conducción, Luis Mario Lamadrid Moreno. Así empezó Notivisa Ensenada, con el noticiario local de las 6 de la tarde, al principio con media hora y después se pudo extender a una hora completa. Pero no fueron los únicos que trabajaban atrás de las cámaras. También cumplían con su responsabilidad los operadores José Luis Colín Ortiz, Leticia Pérez Felguérez, Julio César Ruelas Gómez y Humberto Núñez Nava; sin olvidar a las encargadas de continuidad, programación y facturación: la licenciada Ofelia Gómez Bañales, Minerva Felguérez y la C.P. Guadalupe Málaga. 45 años en la historia XHS-TV Canal 23, a pesar de sus problemas iniciales, se sostuvo durante casi 45 años, y a lo largo de su historia tuvo algunas particularidades que le valieron varios reconocimientos. Por ejemplo, fue el primer canal que transmitió su señal a todo color, mucho antes que los de Tijuana y Mexicali, a su vez tuvo el primer noticiario local en Baja California, “Ensenada al día”, producido 100% en video, con el sistema más moderno de su tiempo y editado profesionalmente en sistema VHS de ¾ de pulgada, por la empresa local Comunicación Estratégica S.A. Actualmente, aunque el Canal 23 ya no es local, la dirección general la tiene el licenciado Armando Bueno Zurbarán, hijo del inolvidable Pepe Bueno, quien de esa manera ha logrado trascender con su recuerdo. Muy poca gente puede considerar y tener en cuenta la multitud de factores y combinación de elementos que tienen que coordinarse para que tan sólo con el hecho de oprimir un botón y pulsar unas teclas del control remoto, sea suficiente para que el tele espectador pueda admirar sin mayor problema, una transmisión originada quizá al otro lado del mundo o en nuestra propia ciudad. Un centenar de personas se han esforzado y se encuentran trabajando afanosamente para que, desde la comodidad de nuestro sillón predilecto, disfrutemos de la diversión favorita. Incluso, muchas veces con displicencia apagamos el televisor, porque sencillamente: “No hay nada”. De cualquier manera, la televisión, sigue trabajando. Muchas gracias por su benevolente atención. * Director del Instituto Municipal de Cultura y Desarrollo Humano. luismlamadrid@hotmail.com
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