EN RIESGO, LA ALMEJA GENEROSA

El molusco de la discordia

Buzos que se dedican a su extracción obtienen cuantiosos beneficios, como entre dos mil o cuatro mil dólares por 200 kilos, si es que salen vivos de las profundas aguas del Oceáno Pacífico
lunes, 13 de febrero de 2012 · 00:00

Ensenada, B. C. - La almeja generosa, un recurso de reciente explotación comercial, está en riesgo de desaparecer a menos de dos décadas de su aprovechamiento. La codicia por la especie no sólo ha generado enfrentamientos entre pescadores, también muerte.

Pescadores furtivos sostuvieron que durante el año pasado fallecieron al menos 15 buzos dedicados a la extracción de este molusco.

Revelaron que el riesgo de los trabajadores del mar se da no sólo por su inexperiencia, sino porque alrededor del 70 por ciento bucea bajo los efectos de la droga.

Por si fuera poco, indicaron que también hay desconocimiento sobre qué hacer en caso de sufrir una descompresión.

Sin embardo, aseguraron que el riesgo vale la pena, pues la almeja generosa se ubica entre las siete especies marinas con mayor valor económico en el mercado internacional, lo que genera la extracción indiscriminada de litorales bajacalifornianos, principalmente.

El costo por cada kilo de la también llamada Panopea abrupta, oscila entre los 40 dólares y es mayormente comercializada en el continente asiático.

Algunos productores estimaron que la piratería contra la pesca regular de la especie es de 5 a 1.

 

El aprovechamiento

Aunque debido a la pesca furtiva no es posible calcular el tonelaje sustraído anualmente de la almeja generosa, David González Nishikawa administrador único de la empresa “Nishikawa y Asociados”, dijo que, de manera regular, son exportadas hasta 200 toneladas anuales del producto.

Comentó que se trata de una pesquería relativamente joven, ya que en el 2000 comenzó a desarrollarse la industria en el Golfo.

“A mí, personalmente, me tocó descubrir los bancos de Bahía Magdalena y empezar con la industria en el Pacífico con una cooperativa de San Quintín (Pescadores Unidos del Golfo de Cortés)”, mencionó.

El productor detalló que la almeja estaba identificada en el Océano Pacifico como almeja abrupta y su área de distribución abarcaba hasta Guerrero Negro.

Destacó la experiencia del Centro Regional de Investigación Pesquera (CRIP), en lo que respecta al manejo de los bancos y la distribución de la especie.


Extracción peligrosa

González Nishikawa especificó que el buceo para la extracción de la almeja generosa, es uno de los más peligrosos.

Explicó que la técnica se realiza con una motobomba de agua con una manguera, y una punta metálica.

“Encuentras el sifón y tienes que licuar el fondo para que la almeja se despegue porque la concha está enterrada hasta un metro, en ocasiones más”, detalló.

Esta situación es la que coloca al buzo en una situación de vulnerabilidad, ya que tiene que estar jalando la motobomba, empujando la pistola y caminando más tiempo.

Este trabajo ocasiona que el buzo respire más y acumule mayor cantidad de nitrógeno, lo que le puede causar descompresiones.

 

Riesgo

Ante la falta de disposiciones que garanticen una pesquería saludable y sustentable, la piratería genera que, como en el caso de la almeja generosa, un producto que pudiera ser aprovechado por generaciones, podría terminarse en alrededor de 10 años.

Ante el saqueo, consideró que la única alternativa es la acuacultura, razón por la que Nishikawa y Asociados comenzará en breve a producir semilla de almeja generosa en un laboratorio que se ubica en la planta.

“Pero si pierdes los sementales ni esta práctica será opción”, observó.

David González Nishikawa consideró que la única forma para controlar la pesca furtiva son las aduanas y la única que hay es la de San Isidro, donde los productores deben exhibir los avisos de arribo o guía de pesca; sin embargo, muchas veces solo se presentan copias de documentos.

Aunque reconoció los esfuerzos hechos por autoridades de distintos órganos de gobierno, en materia de inspección y vigilancia; sin embargo, los más de mil kilómetros de litorales en la entidad, dificultan la tarea.

Lamentó que mientras permisionarios operan en el marco de la ley e invierten en equipo y desarrollan proyectos de innovación para preservar la especie, otros sustraigan el producto al abrigo de un recurso de amparo o comprando jueces y otras autoridades.

 

Valor agregado y dinamismo

A diferencia de otros productos, en la almeja generosa y la langosta el valor agregado es que las especies se comercialicen vivas, observó David González.

“Se está cambiando totalmente el concepto de valor agregado. Ahora más que cortar, precocer o empaquetar, el valor agregado es mantener el producto físicamente intacto, que llegue vivo al consumidor final”, abundó.

Comentó que el proceso para la exportación de productos vivos es muy dinámico, pues deben recorrer grandes distancias en lapsos de tiempos cortos e impostergables, y es que una almeja generosa fuera del agua, puede durar viva alrededor de 48 horas.

“Al vuelo de 16 horas debo sumarle el tiempo vía terrestre de Ensenada a Los Ángeles, los trámites en aduana…estás con el reloj en la mano esperando a que te avisen que la almeja ya llegó. Si se rompe la cadena, puedes perder el producto”, declaró.

 

Piratas, muertes, incertidumbre

Durante una entrevista que El Vigía logró con pescadores furtivos o “piratas”,  relataron que la “mafia de la (almeja) generosa y la langosta” se da porque su costo está por encima de los 40 dólares.

Uno de ellos, dijo ser “corredor”, lo que le permite tener tratos directos con China, el principal comprador de almeja generosa.

La facilidad con la generosa, comentó, se da porque no es un producto en el cual se establezca una veda, no tiene talla mínima de captura, no es concesionada; cualquiera la puede sacar con un permiso de una zona.

“Hay gente que, si eres dueño del equipo, pagas a 20 dólares el kilo; el 50 por ciento es para el buzo, un 25 por ciento al bombero (motor), y el 25 por ciento restante para el cabo de vida, que es quien ayuda en la panga”, ilustró.

La captura se da en puntos que refirieron como: Puerto Nuevo, Campito, Kilómetro, Popotla o Playas de Tijuana.

Uno de los datos alarmantes que refirieron fue que, entre isla Coronado y Baja Malibú, una extensión de alrededor de tres hectáreas han habido hasta 70 pangas, y cada una puede sustraer de 50 hasta 200 kilos cada una.

“Con 50 kilos para esta zona son mil dólares, pero para China son 2 mil, y eso lo logras en una sola noche. Ahora los que sacan más de 200 kilos se llevan por lo menos cuatro mil dólares.

 

El riesgo

Los buzos viven en riesgo constante, pues según indicaron, el 90 por ciento de los trabajadores de la mar no tiene seguro, y muchos de ellos han muerto a consecuencia de una descompresión.

Aunado a su inexperiencia y la carencia de seguridad social, los piratas reconocieron que entre el 70 por ciento y 80 por ciento es adicto a alguna droga, sobre todo la conocida como cristal.

Drogados, o no, los buzos descienden a una profundidad de alrededor de 30 metros con temperaturas de 5 grados y maniobran contra corriente, con jornadas laborales que varían entre una y seis horas bajo el agua.

Pero también enfrentan el desconocimiento de sus compañeros e incluso cuerpos de emergencia para atender este tipo de contingencias.

“En una caída, si ese buzo va mal, puede que no llegue vivo a la orilla; los que salen vivos a veces fallecen porque no se les da una atención adecuada”.

Mencionaron que a veces ni entre ellos saben identificar si el buzo se va a desmayar o a convulsionar. 

“A uno de ellos le rompieron el traje de buceo, luego lo tuvieron 40 minutos encamado, le metieron suero, y todo eso está mal”, recordaron.

Con una dosis de diclofenaco y quetorolaco, y si le pones oxígeno le das dos horas para que entre a la cámara hiperbárica donde le darán el tratamiento adecuado porque con este método simulan con aire a presión la sumersión; el aire lo va cambiando a oxígeno y con ello liberan el nitrógeno.

Las malas técnicas de buceo o mala inversión son recurrentes pues de más o menos 400 buzos que estiman operan en esta región del Océano Pacífico, sólo 4 están certificados y alrededor de 50 pueden considerarse como “buenos”.

“Te puedo asegurar que de esos, 350 ya se descompresionaron”, especuló.

 

El saqueo

Los datos en torno al descubrimiento y aprovechamiento no son específicos.

“La generosa tiene desde el 2000 que es aprovechada. Fue encontrada en 1971 en San Felipe, pero nadie le hizo caso, hasta que la Minerva, una permisionaria de aquella zona, la empezó a prospectar”, recordó.

Sin embargo, los piratas expusieron que toda la franja, desde la división de Isla Coronado hasta San Carlos, ya está solicitada y/o concesionada, no hay un sólo hueco.

Y es que aseguró que en una “caída” de 90 minutos han logrado sacar hasta más de 800 piezas.

Aunque actualmente se paga a 160 pesos el kilo de la almeja, el precio de la especie puede variar según el tamaño del sifón, el cual además deber ser blanco o beige.

 

Para conocer más

- El valor global por las exportaciones de almeja en el país alcanzó 10 millones 672 mil 523 dólares americanos en el 2007

- En un laboratorio de la Universidad Autónoma de Baja California se producen semillas de almeja generosa.

- El proyecto forma parte de la implementación de un plan de desarrollo municipal, estatal y federal, a fin de generar reconversión hacia actividades sustentables.

- Estos organismos tienen un crecimiento aproximadamente de un periodo de vida de 25, 30 y hasta 40 años.

- Algunas versiones indican que la almeja generosa fue descubierta en 1988 en Puertecitos por Francisco Uribe Osorio, buzo del Centro Regional de Investigación Pesquera (CRIP).

- En el 2010, permisionarios de almeja generosa recibieron 50 mil ejemplares de semilla del molusco, luego de 3 años de estudios del Instituto de Investigaciones Oceanológicas (IIO), con recursos de la Federación y el Gobierno del Estado.

- La capacidad de sobrevivencia de estos ejemplares es del 60 al 70 por ciento, hasta alcanzar una talla de 13 centímetros en la concha o bien 700 gramos.

 

FRASE TESTIMONIAL

“Es como un flashazo… como un cerillo que enciendes, toma luminosidad y se apaga. No hay protección. Quienes hemos invertido en investigación  y llevar los protocolos y respetar todas las disposiciones solo nos quedamos viendo cómo otros la saquean”: David González Nishikawa

 

 

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