Ensenada en la cultura

La danza del venado

Ritual dancístico que celebran los Yaquis de Sonora y los Mayos de Sinaloa, y que representa la lucha entre el bien y el mal, así como el equilibrio entre la naturaleza y los humanos
domingo, 2 de septiembre de 2012 · 00:00

Ensenada, B. C. - Profundamente mística y religiosa, es La danza del venado. Se trata de una danza ritual que celebran los Yaquis y Mayos de Sonora y Sinaloa. Las dos naciones, tienen cultura y lengua estrechamente emparentadas. La danza del venado data de la época prehispánica y se dice que es de origen Yaqui. Una leyenda que narra el origen de la danza, y las antiguas canciones que le acompañan, son también del pueblo Yaqui. Representa esencialmente, una lucha constante entre el bien y el mal, y el equilibrio entre la naturaleza y los humanos, que en su conjunto forman una sociedad balanceada. En la danza del venado, siempre participan los danzantes de pascola, que en algún momento histórico se fusionaron a los danzantes del venado y formaron una sola, sin perder sus particularidades cada una de ellas. Ambas tienen su propia leyenda que les dio origen, así como su propia vestimenta y los cantores e instrumentos musicales para ejecutar las danzas. Se dice que todos lo danzantes de pascola y venado, tienen dones especiales y que son motivo de gran orgullo para su familia y sus pueblos de origen. La leyenda Yaqui que trata sobre el origen de La danza pascola, nos permite visualizar a una danza influenciada en la época hispánica, ya que tiene una gran cantidad de elementos de origen cristiano y en donde casi todos los instrumentos, como el propio violín y el arpa, son también de las culturas europeas que penetraron en los territorios de Yaquis y Mayos. En cambio, La danza del venado es prehispánica y sus instrumentos y sonidos que emiten, provienen de la naturaleza que los rodea. También esta danza, ha tenido pocos cambios en los últimos 300 años. Para entenderla en su conjunto, es necesario analizar por separado cada una de sus partes. La leyenda de La danza pascola Una leyenda Yaqui, dice que los pascolas querían hacer una fiesta a la Santa María Virgen, pero no contaban con instrumentos musicales, entonces acudieron a Satanás para pedirle prestados la máscara, el violín y el arpa, instrumentos que sólo el diablo poseía. Satanás, les dijo que sí se los prestaba, pero con la condición de no tronar cuetes durante el tiempo que la fiesta durara. Pero a los danzantes se les olvidó el pacto y, exactamente cuando se rezaba el Ave María al ponerse el sol, los pascolas interrumpieron la danza para que cada uno tronara tres cuetes, en honor a las tres divinas personas, representadas por el padre, hijo y el espíritu santo. Al mismo tiempo, Satanás había hecho su aparición, pero al oír los primeros cuetes, salió espantado, abandonando la fiesta. Desde ese momento, Satanás es desterrado de todas las fiestas de los pascolas. Los organizadores se encargan de espantarlo, tronando cuetes tres veces al día. La primera vez se hace en la mañana, cuando se instala la primera enramada; la segunda ocasión se truenan al mediodía; y la última, se hace cuando se mete el sol y comienza el Ave María. De esa manera, se destierra a Satanás durante todos los días que dura la fiesta. La leyenda de La danza del venado Cuentan que un cazador fue al monte en busca de venados. Al rato de andarlos buscando, se encuentra a un grupo de tres a cuatro venados que estaban sentados, dando la impresión que tocaban algún instrumento, mientras que otro bailaba alegremente. El cazador observaba con mucha atención y pensaba que seguramente se trataba de una danza ritual que los venados ejecutaban. El cazador, espera que termine la danza y decide regresar a su comunidad para platicar todo lo que había visto. En honor a lo que el cazador había visto, deciden hacer una fiesta en donde se representaría aquella danza que tanto había impresionado al cazador. Pero había un problema; no contaban con los instrumentos musicales para acompañar a la danza. La leyenda dice que eso se resolvió pronto, debido a que un Yaqui tuvo un sueño donde se le ordenaba que fuera con San Luis, santo patrono de los montes, para que le ayudara a conseguir los instrumentos necesarios para llevar a cabo la danza del venado. En el momento en que el Yaqui le pedía ayuda a San Luis, aparecen tres tortugas que de inmediato se convierten en tres medios bules, que servirán como cajas de resonancia al momento de usar los palos raspadores, o jirukias que también le fueron proporcionadas por el santo. El tambor de agua es otro instrumento que le fue solicitado a San Luis. Este es un instrumento hecho de una jícara cortada a la mitad y puesta arriba del agua que contiene un recipiente. Ejecución de La danza del venado Los primeros en intervenir son los danzantes pascolas, que combinan dos estilos al danzar. En el primero, cada uno de los pascolas danzan individualmente frente a los músicos que tocan con el arpa y uno o dos violines. El paso de la danza es un variado taconeo con arrastrado de la punta de los pies, y una serie de saltitos con ritmo rápido o lento, pero sin alzar los pies del suelo más de unos cinco centímetros. El pascola debe tener la máscara puesta a un costado de la cara, o en la parte de la nuca. En el segundo caso, paran de tocar los músicos de arpa y violín, y comienza un músico que toca simultáneamente una flauta y un tambor. En este estilo los ritmos son más rápidos y el danzante de pascola, toca simultáneamente el sonasum, dándose pequeños golpes en la palma de una de sus manos. En esta etapa, debe tener la máscara puesta sobre su cara. El tambor y la flauta de carrizo, emiten sonidos emulando el canto de aves, aullido de coyotes y diversos sonidos de la naturaleza. Después de haber danzado cada uno de los pascolas, entra en acción la música y el danzante de venado. El venado comienza su alegre y vigorosa danza al son de cuatro músicos que tocan tres jirukias o raspadores, que posados en tres bules cortados por la mitad, que hacen la función de cajas de resonancia, son constantemente frotados con una varita que simula los sonidos de la respiración del venado, y un tambor llamado buweja´a que emite los latidos del corazón. En todo momento, el venado danza al son de la música y los cantos antiguos en lengua Yaqui. Con frecuencia olfatea, revisa el entorno, corre y salta, como si fuese observado y acechado. Al mismo tiempo, un pascola lo acompaña danzando al son del tambor y la flauta que toca el otro músico, dando la impresión que los danzantes y músicos de los dos estilos, son a veces independientes y que en el momento en que se fusionaron, conservaron sus propias características. Las canciones son verdaderos poemas que hablan de un venado alegre y juguetón que corre entre las flores y el agua en el campo. Vestuario e instrumentos Cada uno de los diversos instrumentos y vestimenta utilizados en las danzas, tienen su propio simbolismo, que nos permite entender su origen y la profundidad y significado de cada una de sus partes. La danza del venado es un símbolo cultural representativo de dos culturas que históricamente comparten un territorio común y el respeto y armonía con la naturaleza, donde los animales míticos, son también gente, y ambos, en cierto momento se convierten en uno solo. Aquí les presento cada una de las partes en que se componen el vestuario y los instrumentos musicales, y por supuesto, su significado. Instrumentos musicales Jirukia. Son raspadores hechos con palo de Brasil, que ranurados de un lado son frotados por una vara más delgada produciendo un sonido que representa la respiración agitada del venado. El raspador se pone sobre un guaje cortado por la mitad que hace la función de caja resonante. Buweja´a. Es un instrumento que llaman “tambor de agua”, y está hecho con una jícara cortada por la mitad. Se pone a flotar por encima del agua que contiene un recipiente y se golpea con una vara, produciendo un sonido que representa el latido del corazón del venado. Tambor. Lo utiliza el músico de los pascolas. Se hace con madera del campo y se forra de un lado con cuero blanco de chivo macho, y por el se usa cuero de chivo hembra. Ambos simbolizan la armonía y el equilibrio. Flauta. También este instrumento se toca simultáneamente con el tambor. Es de carrizo, con tres orificios. Ambos instrumentos, producen sonidos que imitan a los animales. Sonasum. Es una sonaja especial hecha de discos de metal fijados dentro de un pequeño marco de madera, que el danzante de pascola utiliza cuando baila frente al músico que toca el tambor y la flauta. Lo hace golpeándose la mano, produciendo distintos ritmos. Vestuario de danzante pascola Máscara. Son hechas con madera de torote, arbusto común del desierto. Las barbas se adornan con pelo de crin de caballo. Cada una es diferente de las otras y el rostro puede ser el de una persona, coyote, o cualquier otro animal. Los colores dominantes son el rojo, el blanco y el negro. Representan la personalidad del danzante. Collar o Ja´poro´osim. Está fabricado de chaquira y conchas de mar en forma de cruz que representan los misterios de la vida de Jesucristo. La cobija. Cubre desde la cintura hasta los tobillos. El color rojo es el dominante y el que representa la sangre de Jesucristo; el resto de los colores guardan una relación con la naturaleza. Coyoles. En un cinturón ancho de baqueta cuelgan ocho coyoles de metal que al moverlos simulan el ruido que hacen las campanas. Cada coyol representa los ocho pueblos Yaqui (Bácum, Belem, Cócorit, Güirivis, Pótam, Ráhum, Torim, y Vícam). Ténebaris. Es una pieza que también le dicen cascabeles y se enreda alrededor de la pierna, entre la rodilla y el tobillo. Está hecho con capullos de mariposa “cuatro espejos” rellenos con piedritas de hormiguero, de tal manera, que cada uno hace la función de sonaja. Sus sonidos acompañan a los del arpa y el violín. Vestuario del danzante de venado Cabeza del venado. Representa el rostro y la personalidad del venado. Pañueleta. Es de color rosa y la lleva enredada en sus cuernos. Representa a las flores de San Miguelito (Antigonum leptopus) que se le enredaron al venado cuando andaba por el monte, simbolizando a la flora y a la fauna de la región. El danzante de venado Mayo, en lugar de paño, lleva flores de distintos colores. El lienzo de la cabeza. Es de color blanco y representa la cola del venado cola blanca, especie común en los estados de Sonora y Sinaloa. El lienzo que porta el danzante de venado Mayo, es de color rojo. Paño. Cubre la nariz, boca, barbilla y cuello. Lo usan los danzantes Mayos. Es de color rojo y simboliza la sangre de Jesucristo. El collar o Ja´poro´osim. Es el mismo simbolismo que el collar que portan los danzantes de Pascola. El cinturón o Risjutiam. Es un cinturón de baqueta que tiene colgadas un gran número de pesuñas de venado en su alrededor. Representa el sentido de la alegría y la ligereza del venado. Rebozo o taparrabo. Representa la piel del venado. En el caso del danzante de venado Mayo, fue sustituido por túnica y pantalón de color blanco. Se dice que se hizo a petición de grupos moralistas que no querían ver el torso desnudo de los danzantes. El color blanco, simboliza la túnica de Jesucristo. Sonajas o A´yam. Dos sonajas que porta en sus manos el danzante y que agita constantemente. Representan el nerviosismo o temor del venado. Ténebaris o cascabeles. La descripción es igual que la de los danzantes de pascola, con excepción de dos motas de estambre que se le agregan a los ténebaris del danzante de venado Yaqui; una es de color rojo y la otra azul. Ambas representan el equilibrio entre el bien y el mal. Los ténebaris del danzante, simbolizan la agilidad del venado. Seguir de pie Hay una versión generalizada de La danza del venado, en el sentido de que se trata de una cacería, donde los pascolas son los cazadores que al final terminan dando muerte al animal. Según José Luis Bajeca Buitimea, promotor cultural Yaqui, originario de Tetabiate, municipio de San Ignacio Río Muerto, Sonora, los pascolas son otros venados que acompañan al venado que danza (ver la leyenda de La danza del venado). De hecho, en la danza que ejecutan los Yaquis, la música termina y el venado sigue de pie, en señal de que no muere. Hay que observar que la danza pascola, está cargada de sincretismos de origen cristiano (ver leyenda), que probablemente deformaron la versión original de la danza del venado, que data de la época prehispánica, mucho antes de que llegaran a Sonora los Jesuitas. El señor Bajeca, afirma que así se lo contaron sus antepasados, por lo tanto, se respeta la versión de quien me proporcionó la mayor parte de la información aquí publicada. *Coordinador de Cultura Popular e Indígena. Instituto Municipal de Cultura y Desarrollo Humano de Ensenada. kumeey@yahoo.com.mx

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