ENSENADA EN LA CULTURA

Los orígenes del carnaval

El primero se celebró del domingo 8 al martes 10 de febrero de 1891; en ese tiempo residían en este puerto alrededor de 600 personas.
domingo, 10 de febrero de 2013 · 00:00

 

Ensenada, B.C. - El carnaval de Ensenada es la fiesta popular más grande y de mayor antigüedad de las zonas urbanas de Baja California. Sus orígenes se remontan al siglo XIX. 

Es el semanario impreso ensenadense “The Lower California”, el que logró documentar los primeros siete carnavales de Ensenada entre 1891 y 1897.

Desafortunadamente el semanario dejó de publicarse en 1898, dejando un vacío informativo que nos permitiera investigar la vida social, económica, cultural y política de la tranquila Ensenada de aquellos tiempos.

En su edición semanal número 26 del 12 de febrero de 1891, “El Lower California” menciona que el primer carnaval se celebró del domingo 8 al martes 10 de febrero de ese mismo año.

La población, que en ese tiempo era de alrededor de 600 habitantes, acudió muy entusiasmada a la fiesta, y acompañada de una banda musical recorrió toda la Avenida Ruiz. Al frente iba una persona que portaba una bandera mexicana y gritaba “viva el carnaval”.

Se dice que la fiesta de carnaval, se inició para darle la bienvenida al general Luis E. Torres, quien era el jefe político del Distrito Norte de Baja California y estaba de regreso en su residencia de Ensenada. 

Durante los tres días, niños y adultos se enfrascaron en verdaderas batallas en las cuales se arrojaron harina de trigo, entonces no se usaba el confeti. 

Al final del día las calles lucían completamente blancas. El martes de carnaval cerró con una cena baile de disfraces y antifaces. 

La fiesta se llevó a cabo en las instalaciones de la Aduana, que se localizaba en un amplio predio de las calles Gastélum y López Mateos, frente a lo que hoy es el Museo Regional de Historia, antes Cárcel Municipal. 

El general Torres y su esposa fueron los anfitriones del histórico evento. De ese carnaval se conoce una fotografía con seis mujeres y cuatro hombres que formaban la Corte Real. No fue posible identificar los nombres.

Entre 1892 y 1897 las fiestas del carnaval fueron muy similares a la de 1891. Básicamente consistía en un desfile por las principales calles, música de banda, gente vestida con mascarillas y diversos trajes típicos, arrojo de harina a todos los asistentes, el cierre con una cena y baile de disfraces.

En 1892 se comenzaron a usar los cascarones de huevos rellenos con pedacitos de papel de diversos colores, similares a lo que hoy conocemos como confeti. 

De los carnavales celebrados entre 1898 y 1917, hay poca información disponible, y sólo conocemos algunas fotografías que dan testimonio de aislados carnavales. 

En esos años se desarrollaba una lucha armada en casi todo el país. En Baja California se gestaban invasiones de norteamericanos con fines anexionistas, por lo que no había las condiciones necesarias para hacer fiestas masivas. 

 

El carnaval de 1918

Es un carnaval bien organizado y documentado. En su organización intervino un joven llamado Cecilio Miranda, quien conocía de carnavales, debido a que venía de Mazatlán, donde ya era una larga tradición ese tipo de festividad. 

Existe una buena cantidad de fotografías que nos ilustran la fiesta. El periódico Hispano Americano de San Diego en su edición del 23 de febrero de 1918, nos describe un carnaval muy exitoso en el que menciona a los integrantes de la Corte Real, encabezados por la reina Luz Caballero de Guisa y el rey José Chavarín, quienes fueron acompañados por las distinguidas damas de honor Elena Romero, Margarita Pardo y Mercedes Ibarra, y de los chambelanes Coronel Juan C. Zertuche, Fernando Romero y Gilberto G. Ramos, y de los pajes niñas Lucía Serrano y Pina del Río.

Formaron también parte del acompañamiento algunos Ministros de la Corona, Cuerpo Diplomático, altos funcionarios y guardias palatinas.

La Corte Real encabezó el desfile el domingo en medio de aplausos, confeti y serpentinas que arrojaba la nutrida concurrencia. También participaron carros alegóricos y automóviles adornados.

El periódico, menciona que el mismo domingo por la noche se llevó a cabo en los salones del Palacio Real, el baile de gala denominado: “Baile de Dominó y Careta”, donde participaron más de ochenta mascaritas. El baile terminó a la una de la mañana del siguiente día. El lunes y martes se repitió el desfile.

 

El “sui generis” carnaval de 1944

Como insólito, es conocido el carnaval de 1944, debido a que fue un hombre “la reina” de la fiesta. Ensenada tenía entre 25 mil y 30 mil habitantes, y era uno de los carnavales más lluviosos de que se tenga memoria. 

Competían para reina dos representantes de clubes sociales, una representaba al Club Nereidas y otra al Club Emperador. Una de ellas es Edelmira Preciado, de la otra participante no se encontró su nombre. Entre ambas había tan marcadas diferencias, que trascendieron al público que inconforme por la rivalidad, les dio la espalda, y en el baile de cómputo, decidieron lanzar a Luis Goldbaum Banuet, “El Flaco”, como su propio candidato a “reina de carnaval”. 

La sorpresa fue mayúscula, cuando los resultados del cómputo final lo favorecieron ampliamente. Luis era un joven de 23 años.

Obviamente las participantes protestaron y le pidieron a Luis que declinara a favor de una de ellas, pero él alegó que fue la decisión del pueblo y que lo respetaría; así que decide mantenerse firme y acepta ser coronado como “reina”, en el baile que se llevó a cabo el martes de carnaval en el restaurante Flor de Italia.

En la ceremonia de coronación se encontraba una señora, quien durante toda la noche no hizo más que expresar su inconformidad, alegando que la reina estaba muy fea, que como habiendo tanta muchacha hermosa, habían sacado una reina tan fea.

El mismo Luis dijo que esto le molestó bastante, por lo que decidió hablarle al mesero -de nombre Melchor Camicheri- y le pidió que extendiera su charola, donde depositó su peluca y se la envió a la dama inconforme. 

Grande fue la sorpresa cuando se entera que la “reina” era un apuesto caballero, “porque como mujer dejaría que desear, pero como varón yo era guapo”, fue la expresión textual de Luis.

Por supuesto que Luis ya coronado como “reina” cumplió con todos los requisitos que el mandato le confirió, visitando el baile de la Colonia Obrera, el de la Sociedad Mutualista, recorrió todos los eventos y sitios más concurridos por la población de Ensenada, siendo muy bien recibido y agasajado junto con el comité que estaba formado por Roberto Ruiz (elegido rey), Federico Pérez, Pancho Zárate, Memo Corral, Carlos López y José Morachis. 

Luis se fue a radicar a la ciudad de La Paz, Baja California Sur, donde participó en varios carnavales, obteniendo el título de rey feo en 1951. Probablemente Luis sea la única persona que ha sido rey y reina de carnaval en dos ciudades diferentes. Luis se casó con Leticia Castro en 1954, con quien tuvo cuatro hijas.

 

El carnaval de Mexicali de 1916, otro hecho insólito

Eran los tiempos del Coronel Esteban Cantú al frente de la Jefatura Política y Militar del Distrito Norte de la Baja California, cuando el 7 de marzo de 1916 se lleva a cabo un carnaval en la entonces reciente capital de Mexicali. 

Probablemente, Cantú había sido influido por el éxito de los anteriores carnavales de Ensenada, y en cierta manera, celebrarlos en Mexicali le garantizaba obtener recursos tan necesarios para sufragar algunos gastos de su naciente administración.

La cercanía con los residentes vecinos de Estados Unidos, le daba esa ventaja. Debemos recordar que un año antes -en 1915- Cantú le quita la capital a Ensenada y traslada sus poderes a Mexicali. 

En esos años, Ensenada no tenía continuidad en la celebración de la fiesta más popular, por lo que era un buen momento para hacer la fiesta en la nueva capital.

Lo cierto es que no sabemos con precisión las razones para hacer un carnaval en un sitio tan alejado de la costa. En este momento sólo contamos con material fotográfico y algunos nombres de los participantes del carnaval de 1916. No se sabe si hubo otros años en que se haya celebrado en Mexicali, y tampoco se cuenta con la información que nos precise el por qué se suspendieron.

La corte real del carnaval de Mexicali en 1916 la encabezaron: Elvira Banuet (Elvira I) como reina; Francisco Rocha como rey; y las señoritas Magdalena Trujillo y Julia Lelevier, como dos de las cuatro princesas.

También están presentes cuatro o cinco pajecitos. En una fotografía, se observa al intendente de Palacio Ramón Araiza entregando las llaves de la ciudad al rey electo. 

En otra foto muy interesante vemos un carro alegórico militar jalado por cuatro caballos. Las participantes están vestidas con atuendos militares, y una de ellas llamada Maura Amador, está envuelta una bandera de México. Las otras integrantes son Anita Orozco, Herlinda Ibarra, Ismaela Pacheco, Almira Barrios, Victoria Martínez y la señora de Villaseñor.

 

Recuento de los carnavales de Ensenada

Entre 1891 y el 2013 se han realizado entre 95 y 100 fiestas de carnaval en Ensenada. El carnaval de 1918 impuso una manera eficiente de organización que ha prevalecido con pocos cambios. 

Entre 1891 y 1950 hubo alrededor de 28 interrupciones, algunas de ellas influidas por la inestabilidad social y política de corte nacional y regional. A partir de 1950 la fiesta popular más importante de Ensenada se ha llevado a cabo sin interrupciones y con tendencia a crecer cada año.

 

Nota. Mi agradecimiento al doctor Fernando Araujo Cota y José Estrada Ramírez, quienes amablemente me proporcionaron las valiosas fotografías usadas en este texto. 

 

* Coordinador de Cultura Popular e Indígena

Instituto Municipal de Cultura y Desarrollo Humano

kumeey@yahoo.com.mx

 

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