Cimbra Caifanes a Juárez

Ciudad Juárez, Chihuahua - Blindados por decenas de policías, soldados, tránsito, paramédicos y bomberos, 30 mil juarenses se reencontraron con Caifanes la noche del lunes en el estacionamiento del Estadio Olímpico Benito Juárez para gritar al mundo que esta ciudad sigue viva. Jóvenes, adultos, niños, personas de la tercera edad, con capacidades diferentes, familias completas se congregaron en el inmueble de la Avenida Heroico Colegio Militar, a unos metros del Río Bravo, donde se olvidaron durante dos horas de la violencia que los acecha en los últimos años. “Juárez está más vivo que nunca, Caifanes está a sus pies”, gritó Saúl Hernández, vocalista de la banda, quien no pisaba esta ciudad fronteriza como Caifanes desde hacía 20 años, y que volvió gracias a su reencuentro en este 2011. Pese a que el concierto, realizado en el marco del Festival Internacional Chihuahua (FICH), se programó a las 20:00 horas, la gente comenzó a llegar unas cuatro horas antes, por lo que cuando salió el grupo era un mar de personas. En el espacio habilitado se instalaron dos áreas de gradas, las cuales resultaron insuficientes para la multitud, que esperó de pie a Saúl Hernández, Sabo Romo, Alfonso André, Alejandro Marcovich y Diego Herrera, ante quienes se entregó. Estuvieron blindados Para resguardar la seguridad, los accesos eran controlados por agentes policiacos, quienes además realizaban rondines entre los asistentes. Tanto detrás del escenario, entre la gente y en el exterior fueron colocadas patrullas con elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, de la Policía Federal, de la Policía Única Estatal, de la Ministerial, así como del Ejército mexicano, además de ambulancias y unidades de bomberos, ésta últimas de las cuales no se necesitó porque la presentación tuvo saldo blanco. De acuerdo con organizadores, hubo 185 elementos agentes policiacos de las diversas corporaciones, 50 miembros de Protección Civil, así como personal en siete unidades médicas y tres bomberas, además de un número indeterminado de militares. “Esos aplausos son para ustedes”, externaba Hernández mientras la gente ovacionada canciones como “Viento”, “Para que No Digas que No Pienso en Ti”, “Miedo”, “Aquí No Es Así” y otras tantas que llenaron de nostalgia a sus seguidores. “Juárez vive, arriba Juárez, chingao (sic)”, volvió a expresar Hernández, quien se llevó una de las mayores ovaciones cuando, al interpretar “La Negra Tomasa”, cambió la letra para cantar “Estoy tan enamorado de mi Juárez hermoso (.) de mi Juárez precioso”. La entrega se acrecentó cuando un espontáneo se subió al escenario y cantó junto a Hernández “No Dejes que”, tema que prácticamente interpretó solo el aficionado, y que a su vez permitió que el vocalista descansara la voz, la cual al final del concierto no se escuchaba en óptimas condiciones. Sobre los camellones de la Avenida Heroico Colegio Militar se observó a familias que se llevaron sus sillas o hasta cobijas para presenciar el concierto sobre el pasto y seguirlo en las cuatro pantallas instaladas, mientras otros degustaban de antojitos mexicanos o compraban camisetas o artículos de recuerdo de la banda en los puestos instalados.