Miradas

Efecto dominó en Hollywood

Lo que iniciara como un artículo acusando al productor Harvey Weinstein de abuso sexual, ha desatado una serie de repercusiones contra otros en la industria del cine
sábado, 4 de noviembre de 2017 · 00:00

AP
Nueva York, EU

En las tres semanas desde que surgieron las denuncias contra Harvey Weinstein, un efecto dominó ha sacudido no solo a Hollywood sino al menos a una docena de otras industrias. Es temporada de caza de secretos a voces.

Casi todos los días han emergido señalamientos de acoso, abuso o conducta sexual inapropiada, seguidos por el despido o el distanciamiento de hombres en varios puestos de poder, desde ejecutivos y comentaristas de medios prestigiosos hasta chefs famosos.

“No hay vuelta atrás”, Asia Argento dijo el miércoles en Twitter. “Todos los depredadores caerán”.

Argento, la cineasta y actriz italiana que ha dicho que Weinstein la violó, declaró eso poco después de que seis mujeres denunciaran por acoso sexual al director Brett Ratner. Su avatar en las redes sociales en una foto sencilla de sí misma con un puño levantado.

Dan la cara
La postura y lenguaje revolucionarios han sido adoptados por otros, como la actriz Rose McGowan, otra presunta víctima de violación de Weinstein. Durante la Convención de Mujeres de la semana pasada en Detroit, McGowan declaró: “Acompáñenme. ¡Únanse a todas nosotras!”.

Estamos frente a un ajuste de cuentas que va tomando fuerza con cada nueva revelación de acoso, dicen defensores de los derechos de las mujeres. Lo que comenzó como el alzamiento de un puñado de mujeres contra una de las figuras más poderosas de Hollywood se ha convertido en todo un movimiento. Ahora que los silencios y estigmas en torno al acoso sexual se han derribado, las compuertas están abiertas.

Desde las primeras denuncias contra Weinstein, al menos 20 hombres prominentes se han visto obligados a defenderse o disculparse por sus acciones. El ejecutivo de Amazon Studios Roy Price renunció luego que una productora de televisión de uno de los programas de Amazon dijo que Price la había acosado sexualmente. Tras reportes de que Kevin Spacey trató de meter en su cama a un menor de edad años atrás, Netflix suspendió la producción de su serie House of Cards. Una retrospectiva de Roman Polanski desató protestas en París.

Sari Kamin es una de las 38 mujeres que se pronunciaron en el Los Angeles Times para denunciar que el director James Toback la acosó sexualmente prometiéndole la posibilidad de un papel en una película. Toback ha negado las acusaciones pero en cuestión de días el número de presuntas víctimas superó las 300.

Tiemblan por consecuencias
Un aire de “quién será el próximo” se ha sentido no solo en Hollywood. NBC News canceló el contrato de Mark Halperin ante denuncias de que acosó sexualmente a una docena de mujeres mientras trabajaba en ABC News. John Besh, el célebre chef de Nueva Orleans, renunció a la compañía que fundó tras más de dos docenas de denuncias de acoso. El fotógrafo de moda Terry Richardson, que ha sido acusado de acoso en el pasado, fue vetado por Condé Nast. Las denuncian también han alcanzado a los actores Dustin Hoffman y Jeremy Piven.

Vox despidió a su director editorial, Lockhart Steele, tras las denuncias de una antigua empleada. Andy Signore, vicepresidente senior de Defy Media, fue despedido cuando varias mujeres lo acusaron de acoso. La revista The Atlantic retiró al editor adjunto Leon Wieseltier de su cabecera tras alegatos de que acosó a numerosas mujeres durante sus años de trabajo en The New Republic.

Dos ejecutivos de Fidelity Investments fueron forzados a irse por acoso sexual. Nickelodeon despidió por acoso al director del programa The Loud House, Chris Savino. El jefe de noticias de NPR Michael Oreskes fue echado por denuncias de acoso sexual que datan desde los años 90.

Han sido unas semanas vertiginosas que algunos creen que llevarán a un momento emblemático para un problema generalizado y poco denunciado. Hasta un 85 por ciento de mujeres dicen que han sido acosadas sexualmente en el trabajo, según la Comisión para la Igualdad de Oportunidad en el Empleo, pero solo una fracción denuncian esos casos, debido en parte a los riesgos profesionales y legales que implican hacerlo. Tras la saga de Weinstein, empero, millones de mujeres han publicado “me too” (“yo también”) en las redes sociales, compartiendo sus historias individuales de acoso y abuso.

A algunos, sin embargo, les preocupa que la saga de Weinstein esté incriminando injustamente a hombres en el mismo tipo de escándalo, que aquellos que sean considerados simplemente lujuriosos sean mezclados con los depredadores.

Y otros ven este efecto dominó como la esperada culminación a la lucha de décadas por la igualdad de género.

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