Miradas
De monstruos y pasión
El jaliciense Guillermo del Toro estrena hoy en México su reciente creación, La Forma del Agua, obra más personal y madura en su carrera
DENNIS AGUILAR/COLABORACIÓN
Ensenada, BC
Entre halagos, las mejores críticas y demás reconocimientos, se encuentra Guillermo del Toro con La Forma del Agua. El cineasta de 53 años, originario de Guadalajara, Jalisco, se ha mantenido puro y no ha perdido la fe en los monstruos, como él mismo lo dijo al recibir el León de Oro a Mejor Película por su más reciente creación.
Del Toro ya ha demostrado su capacidad para trabajar con la fantasía y mundos fantásticos, como ejemplo El Laberinto del Fauno y El Espinazo del Diablo, dos cintas aclamadas por la crítica. Ahora no es la excepción y lo vuelve ha hacer con La Forma del Agua, misma que le valió su primer Globo de Oro a Mejor Director.
Preocupa adultez
Escrita y dirigida por Del Toro, la historia está situada durante la Guerra Fría entre EU y la URSS, donde una mujer muda trabaja de limpieza en una instalación del gobierno que descubre es un laboratorio secreto, y en él a una criatura extraña, misma con quien de alguna forma conecta fuertemente.
El director ha catalogado la cinta como la más personal; durante una entrevista para Tvudlap Entretenimiento, Guillermo dice que “una condición de freak la conozco perfectamente, la conozco a nivel genérico, la conozco a nivel personal, (...) de repente 9 películas de las que he hecho eran paráfrasis de la infancia…”.
Y, ¿qué le preocupa? El mexicano habla de intolerancia, de temas raciales, religiosos, entre otros; ya podremos ver las formas en que representa sus inquietudes, lo que quiere contar y lo quiere que la audiencia sepa, a través de su último amigo, un hombre amfibio.
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