La última lección

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

Montada sobre un dolly en movimiento y con su cabello de dos colores al viento, la directora Agnès Varda no se dedica a dar instrucciones a los técnicos, sino a explicarle a una cámara su filmografía.

La escena es parte de Varda by Agnès, último filme de la realizadora (quien falleció a los 90 años, el pasado 29 de marzo).

El filme, contrario a Las Playas de Agnès (2008), deja fuera las reflexiones sobre su vida para tener un retrato incluso pedagógico.

“En esta película cuenta parte de su proceso creativo, explica sus razones para buscar modos de narración diferentes, tal vez su libertad también y su espíritu, que era muy abierto”, detalló en entrevista su hija y productora, Rosalie.

“Pero no es un testamento, sino una forma de compartir su manera de trabajar. Habrá documentales de su trabajo hechos por otras personas que criticarán, dirán cosas buenas o no, pero en este caso es ella misma para enseñar cómo estructuró”.

Fugitiva de la burguesía
Varda by Agnès ofrece un recorrido por documentales, ficciones y cortometrajes, donde revela sus secretos, pues en vida siempre animaba a los jóvenes a hacer incluso cine con celulares.

Pese a dejar fuera su historia, Rosalie sí encontró que su trabajo la representa, pues era una fotógrafa que incursionó en el cine para alejarse de la forma de pensar de su familia burguesa, dominada por su padre.

“Muy pronto supo ella que esa no era la manera en que quería vivir su vida, pero entendió que el trabajo era lo que la podía sacar de eso. Desde muy joven empezó a hacer fotografías de Santa Clós en tiendas y fotos de bodas, familias y bebés”, contó la productora.

Además de homenajes en el Festival de Cine de Berlín y del Óscar honorario, Varda se sentía satisfecha por poder llevar su visión ante los demás.

“Vuelve a las tres palabras que fueron esenciales en su vida: Inspiración, creación y compartir. Para ella nunca fue un problema ser una mujer, siempre se posicionó como ello”.