Retratan la vida rural en cortometraje tapatío

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

El reflejo de lo que se vive en los municipios pequeños, con el toque rural alejado de la vertiginosidad de la realidad, fue retratado por el cineasta Adrián Ramos en el cortometraje La Última Fiesta, seleccionado por el Festival de Cinema de Girona y el Festival Internacional de Cine Social Castilla-La Mancha, ambos en España.

“El corto habla un poco sobre la vida tradicional en los pueblos, enfocándose en cómo las personas de la tercera edad desarrollan sus relaciones en este entorno rural”, dijo Ramos, egresado de la Universidad de Medios Audiovisuales CAAV.

El proyecto fue producido por Hoplita Studio y presenta a una pareja de adultos mayores cuya rutina ha llevado a que se olviden de su amor.

Van por más festivales
La Última Fiesta comenzó su etapa de preproducción en febrero de 2018, para entrar a la producción entre junio y julio del mismo año. El rodaje se realizó durante cuatro días en el pueblo de Acatic, Jalisco.

“Entre las cosas que más cuidamos fue el narrar a través de la óptica, que de principio a fin luciera y se sintiera igual. También procuramos que el talento siempre se sintiera cómodo al tratarse de dos personas grandes, aunque Martha no es tan mayor como luce en el proyecto. Los traslados de Guadalajara a la locación, la logística y otros detalles también fueron prioridad”, compartió José Manuel Mercado, productor.

En la película de corta duración también participaron Carlos Valencia como director de fotografía; Walter Davis en el diseño sonoro; Mel Esquivel en la dirección de arte, y Alejandro Soltero como editor del tráiler, por mencionar algunos.

La Última Fiesta espera poder ser parte de la selección oficial de otros festivales internacionales. Mientras tanto, representa a México en el Festival Internacional de Cine Social Castilla-La Mancha siendo la única producción del País en la categoría de ficción.