Miradas

¡En llamas!

Rammstein se presentó en el Foro Sol ante unas 65 mil personas, que esperaban a la banda desde hace más de dos años y medio
lunes, 3 de octubre de 2022 · 00:00

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

Aire, tierra, agua y... Rammstein. El káiser del fuego.
El elemento que acompaña a la formación alemana en sus giras como un imprescindible séptimo integrante convirtió el Foro llamado Sol en esto justamente, un núcleo incandescente que arrojaba llamaradas y pirotecnia para deleite de 65 mil seguidores, cifra oficial que, con seguridad, se replicaría en los conciertos del Amerika Stadium Tour del domingo y del martes.
Más de dos años y medio de pandémica espera tuvieron que aguantar quienes habían comprado boletos para estas fechas, dos veces postergadas. A las 20:30 horas, una sobria estructura futurista con toque art déco reveló el logo de Rammstein. La cita con sus canciones de amor, deseo y desenfreno.

ARDIENTE RESPUESTA
“Armee der Tristen” (Ejército de los Tristes) y “Zick Zack” (Zig Zag), del nuevo álbum, Zeit, marcaron el paso, redoblado por “Links 2-3-4” (Izquierda 2-3-4).
Con un seco “México” saludaron a la multitud. Cada uno de los mismos seis músicos que crearon el grupo, a lo suyo: Christoph Schneider, como un trueno con la percusión. A su lado, “Flake”, como un autómata dorado a cargo de los teclados. Richard Z. Kruspe y Paul Landers, con sus afiladas guitarras, más el bajo de Oliver Riedel. Al frente, Till Lindemann, siniestramente cómico y expresivo.
La imponente belleza geométrica del escenario, con sus columnas luminosas y tres pantallas verticales, fue deslumbrante. 
Rammstein juega con fuego en “Mein Herz Brennt” (Mi Corazón Está Ardiendo) y reduce a su “Puppe” (Marioneta) a cenizas que vuelan como confeti.
En su lindo y querido Mexiko, el precio del combustible está por las nubes, pero a estos músicos forjados en la antigua Alemania Oriental les importa un pepino. Con sus cañones y lanzallamas escenifican un espectáculo que literalmente eleva la temperatura a lo largo y ancho del recinto. Locura incendiaria.
“Flake” es cocinado en forma despiadada por Lindemann como plato fuerte de “Mein Teil” (Mi Parte). El público corea a todo pulmón la infaltable “Du Hast” (Tú Tienes). Con “Sonne” (Sol) se cierra la primera parte del concierto y el Foro retumba como volcán en erupción. Quien juega con fuego se quema, pero ellos han ejecutado y practicado estas artes cientos de veces.

DOBLE REGRESO
Para el regreso, la banda optó por surfear entre las cabezas y brazos al aire al son de “Engel” (Ángel), y la fiesta no desmereció durante “Ausländer” (Extranjero/a).
Cuando fue el turno del jocoso “Du Riechst So Gut” (Hueles Muy Bien), el ánimo se sintió en efervescencia mayúscula. Haces láser, rayos lumínicos, llamas. Imposible pedir más. Bueno, sí, otro encore. 
Para completar la filmación del show. “Rammstein”, la solemne marcha homónima, fue lo máximo. Con agradecimientos en español, todos se arrodillaron ante el auditorio como epílogo.
Rammstein, el genio musical que mejor ha contribuido a expandir la lengua germana en el ámbito global, apagó las luces pero dejó los corazones latiendo a la velocidad de la luz a las 23:00 horas.

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