Navidad de Golpe: al estilo Hallmark

AGENCIA REFORMA
Ciudad de México

La fórmula es sencilla: tomar el clásico de Goldie Hawn, Hombre Nuevo, Vida Nueva (1987), agregarle un toque navideño, y poner a Lindsay Lohan al frente en el que significa su regreso al cine tras haber filmado solo una película en nueve años.
Esta vez es Netflix quien está detrás de Navidad de Golpe, una producción que es exactamente lo que se espera de ella desde el minuto uno, y que no aparenta ser ninguna otra cosa.

HISTORIA CALCULADA
Sierra (Lohan) es hija de un hotelero acaudalado (Jack Warner) y tiene un romance con el influencer Tad Fairchild (George Young). Un día tiene un accidente y despierta con amnesia, siendo rescatada por el sencillo, trabajador ¡y viudo! Jake Russell (Chord Overstreet), quien justo necesita una inyección de dinero para su modesto hotel y darle una mejor vida a su pequeña hija ¡latina! Avy (Olivia Perez).
Se trata, pues, de una historia perfectamente calculada y sin un dejo de cinismo, detalle que se extraña sobre todo en la primera parte de la película, donde da la impresión de que Lohan -y por ende nosotros- se podría haber divertido de lo lindo. Aún así, la actriz es tan carismática como siempre, y Overstreet es su perfecta contraparte.
La película además tiene tantas inconsistencias como árboles de Navidad, empezando porque Sierra por alguna razón se despierta actuando como una millonaria malcriada, detalle que se le quita más rápido que lo que les toma a todos a su alrededor enamorarse de ella.
Pero nada de esto importa cuando uno sabe perfectamente a lo que va: a sentirse bien con una historia al más puro estilo Hallmark, a dejarse envolver por el espíritu navideño (con guiño a las Chicas Pesadas de la protagonista incluido), sumergirse en fotografía tan cálida que huele a galletas recién horneadas, y al final reírse con los bloopers en los créditos.
Sí, ha llegado la Navidad.