El amor al planeta y las carreras “off-road”

Con más de una cincuentena de competencias de este tipo -sólo en el estado-, se destruye la naturaleza con la justificación de la supuesta “derrama económica”, que con frecuencia sólo llega a unas pocas personas
domingo, 26 de abril de 2015 · 00:00
Un sector importante de los bajacalifornianos no ama al planeta Tierra ni a Baja California. Esta aseveración parte del hecho de que cada vez son más las carreras del tipo fuera de camino que se realizan en la península bajacaliforniana.
Ya son más de una cincuentena las carreras de este tipo que se llevan a cabo, sólo en el estado de Baja California. El cáncer se está expandiendo a Baja California Sur, donde este año se acaba de celebrar su primera "Baja 500” y pronto tendrá su primera "Baja Mil” exclusivamente desarrollado en el Sur peninsular.
Por otro lado la organización Norra ya anuncia su propia "Baja Mil” y otras competencias similares. Está además la proliferación de carreras más cortas como la San Felipe 250, la Camalú, la San Vicente y otras por el estilo.
Y todo esto ante el aplauso de todo tipo de autoridades, pero sobre todo de un amplio público que no destaca por su amor y respeto hacia la naturaleza.

Supuesta "derrma económica”
La justificación por la que siempre han permitido estas agresiones, y las siguen justificando, es la supuesta "derrama económica”, la que normalmente únicamente llega a unas pocas personas.
Pero, suponiendo que efectivamente, este tipo de eventos produjeran una derrama económica importante ¿se justificaría el daño ambiental que producen? Entre estos daños tenemos erosión, fragmentación de ecosistemas, perturbación de zonas florísticas y faunísticas, degradación de la tierra, posible extinción de especies, destrucción de flora, contaminación del subsuelo, destrucción de hábitats, contaminación acústica, entre los efectos negativos más notables.
Siempre se ha considerado que Baja California es una de las regiones naturales más hermosas, biodiversas y mejor conservadas del mundo, pero tal cosa ha cambiado debido en gran parte a este tipo de carreras, las que cada vez se celebran en mayor número y sin ningún tipo de reglamentación o control.
Quienes aplauden este tipo de eventos parece que no se dan cuenta que están hipotecando el futuro de sus hijos. Parece que no se dan cuenta de los graves efectos del cambio climático, y que éste tiene una relación directa con dichas carreras.
Parece que no se dan cuenta de que con sus aplausos, le están enseñando a sus hijos a estar en contra de la naturaleza, a verla como un estorbo y considerarse enemigos de ella. Es decir, le están declarando la guerra.
¿Justifica el dinero el que estemos destruyendo regiones naturales tan hermosas como nuestra península? Las carreras se pueden hacer en muchos sitios ¿por qué hacerlas en una Tierra que debería considerarse un santuario natural?

El dinero no paga la destrucción
Baja California es una tierra única, si la impactamos jamás volveremos a tener otra. En lugar de hacerle culto a los vehículos depredadores ¿por qué no rendirle culto a una Tierra que nos sustenta y nos da vida? ¿No estamos siendo insensatos al permitir que por unas migajas impactemos y destruyamos un lugar que nos da vida? Incluso, todo el dinero del mundo jamás nos proporcionará un sitio tan maravilloso como nuestra península, con una naturaleza única.
Una de las características de las sociedades mediocres es que no valoran sus propios tesoros y los malbaratan porque no saben cómo sacarles provecho. Eso nos pasa.
Es curiosa nuestra sociedad. En las redes sociales cada día aparecen personas y grupos que se desgañitan por "salvar” perros, gatos, toros, elefantes, tigres, leones, etcétera. Muchos lo hacen de una manera irracional, al grado que parecen apreciar más la vida de un perro que la de un ser humano.
Sin embargo estos grupos y personas nada dicen sobre las agresiones de las carreras fuera de camino. Esas sí matan muchos animales y destruyen hábitats, incluso le aportan a la destrucción de nuestro hábitat, ese que permitió que los seres humanos existiéramos sobre el planeta Tierra.
Hace unos días celebramos el Día de la Tierra. Pocos lo celebramos en Baja California, ya que son muchos los que prefieren que la impactemos. A veces me da la impresión que son más las personas que le declararon la guerra a la naturaleza, que las que son aliadas de ella.
Desde luego, los impactos sobre la naturaleza no son las únicas afectaciones que hacen las carreras fuera de camino. También hay graves impactos sociales y culturales, además de la corrupción que promueven y la mala imagen para Baja California, pero estos temas ya los hemos tratado en otros artículos y pronto los retomaremos.

Conocer la península
Hace muchos siglos, durante el Imperio Romano, las matanzas de personas eran un espectáculo permitido y aceptado socialmente, producía una gran derrama económica. Pero eran un atentado a la dignidad humana y por eso se acabaron.
Las carreras fuera de camino son un atentado moderno que también afecta gravemente a los seres humanos, no tan directamente como en los tiempos de Roma, pero hiere a nuestro hogar, el planeta Tierra, y lo hiere gravemente; cada carrera, cada vehículo participante, es una agresión a la Tierra, a la naturaleza y por lo tanto a los seres humanos.
Amar Baja California y su naturaleza es conocerla y respetarla, es saber acerca de la flora y la fauna que la habita, es saber sobre su geografía y su geología, es conocer sus mares y sus desiertos.
No es pasar por ellos rápido sin poder distinguir siquiera entre un cardón y una pitaya. Es conocer la historia, los hombres y los ideales que la formaron. Amar Baja California no es conocer a los personajes que año con año destruyen esta tierra con su pasar "rápido y furioso”, no es celebrar a estos personajes depredadores, los que le apuestan a muchos antivalores de esta tierra.
Tenemos una tierra maravillosa, como no hay otra en el planeta Tierra. Pero muchos no la aman, la desconocen y se deslumbran cuando los depredadores ofrecla destruyen a cambio de unas migajas llamadas "derrama económica”. Si tuviéramos conciencia de lo que tenemos, jamás permitiríamos tales atentados.
Estimado lector, en lugar de amar una máquina que corre rápido y a un piloto que la conduce, ama y conoce las maravillas naturales que tenemos. Acaricia las plantas y pregúntate lo que le llevó a la naturaleza ponerlas ahí. Ve tu entorno, el mar, las rocas, el desierto, el bosque y reflexiona sobre todo el tiempo y evolución que le llevó a la naturaleza forjar todo esto que hoy podemos disfrutar.
Pero lo más importante, todo eso nos da vida, nos da unos servicios ambientales incalculables; las plantas nos dan oxígeno, el cielo y los bosques y el mar permiten la lluvia y por ende el agua, la tierra guarda y conduce el agua, los animales aportan lo suyo para nosotros.
Y tú ¿le aplaudes a esas máquinas que están acabando con todo esto? ¿consideras "héroes” a esas personas que conducen las máquinas? ¿no te parece absurdo aportarle a la destrucción del ambiente que nos da vida sólo para ver quién va más rápido? No permitas que destruyan maravillas, maravillas que nos sustentan.


Amar Baja California y su naturaleza es conocerla y respetarla, es saber acerca de la flora y la fauna que la habita, es saber sobre su geografía y su geología, es conocer sus mares y sus desiertos


Las carreras fuera de camino son un atentado que afecta gravemente a los seres humanos; cada carrera, cada vehículo participante, es una agresión a la Tierra, a la naturaleza y por lo tanto a los seres humanos


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