RAÍCES

Meteorito de Valle de Allende: lo más antiguo en la Tierra

Más del 95 por ciento de los fragmentos sólidos que caen en la Tierra proceden de nuestro Sistema Solar. Sólo una pequeña parte vienen del espacio profundo, como el de Allende, cuya edad se estima en 4 mil 500 millones de años
domingo, 31 de enero de 2016 · 00:19
Continúo compartiendo algunas experiencias de mi reciente viaje al estado de Chihuahua. Uno de los sitios más interesantes que visité fue la región del Valle de Allende, especialmente aquella donde cayeron numerosos fragmentos de uno de los meteoritos más estudiados en el mundo. Me refiero al famoso Meteorito de Valle de Allende.
Valle de Allende es una pequeña comunidad que se encuentra en la parte sur de Chihuahua, muy cercana a la ciudad de Hidalgo del Parral, mejor conocida por los parralenses como "La Capital del Mundo”. El pueblo destaca por la belleza de sus nogaleras y la gran cantidad de casas que se han conservado de los siglos XVIII y IXI. Se trata de un poblado hermoso, lleno de encanto.
Este pueblo empezó a ser conocido mundialmente gracias a que durante la madrugada del 8 de febrero de 1969, hace 47 años, un gran meteorito explotó en su cielo y sus fragmentos se dispersaron a lo largo de una extensión de 50 kilómetros, siguiendo una trayectoria noroeste-suroeste. 
Se calcula que al momento en que explotó, el meteorito pesaba alrededor de cinco toneladas, las que se esparcieron a lo largo de la superficie señalada. El estruendo de la explosión se escuchó en muchos kilómetros a la redonda y despertó a los pobladores, muchos de los cuales atestiguaron el fenómeno.
Los fragmentos del meteorito empezaron a caer en la pequeña Sierra de Almoloya y en el rancho El Cairo, que se encuentra en sus cercanías. 
Enseguida fueron cayendo sobre una serie de ranchos hasta llegar a la comunidad del Pueblito de Allende, y pocos kilómetros después a un lado de Valle de Allende. Más al suroeste siguieron cayendo en una serie de ranchos entre los que destacan el Torreón de Mata, la Ciénega de Ceniceros y el rancho Polanco.
 

"No pude contener mi emoción cuando me fue mostrado un pequeño fragmente del meteorito, y es que tener entre tus manos un fragmento con tal antigüedad, que nos remonta a los orígenes mismos del Universo, no es cualquier cosa, y te invita a reflexionar”.
Carlos Lazcano.



RECOLECCIÓN Y ESTUDIO DE FRAGMENTOS
Inmediato a este suceso, los pobladores de la región empezaron a recoger los fragmentos de este meteorito, y no tardaron en dejarse venir gran cantidad de científicos, coleccionistas y compradores de meteoritos. Dio principio así un mercado de fragmentos de estas rocas, el que continúa hasta nuestros días.
En ese año se preparaba la misión del Apolo XI, la que se esperaba llegara a la Luna y tomara muestras de minerales lunares, por lo que ya estaban en operación laboratorios mineralógicos que podrían analizar con gran detalle cualquier muestra rocosa. 
Y precisamente una de esas primeras muestras que fueron analizadas y estudiadas fueron fragmentos del meteorito de Valle de Allende. Los resultados de estos análisis fueron más que sorprendentes, incluso mucho más que las mismísimas piedras lunares.
Uno de los aspectos que primero sorprendió es que este meteorito contenía compuestos de carbono, como los fullerenos y ciertos tipos de aminoácidos, los que suelen ser básicos para la vida. La sorpresa fue porque era la primera vez que se detectaban este tipo de compuestos en meteoritos, y tal fue la sorpresa que llegó a dudarse del origen cósmico del meteorito.
Fueron encontrados en muy altas proporciones tres isótopos; oxigeno 16, magnesio 26 y plata 107. Se concluyó que la presencia de estos isótopos era debida a cierto tipo de reacciones nucleares que se dan en estrellas masivas que suelen decaer en supernovas. 
Gracias a este análisis se pudo deducir el origen de nuestro Sistema Solar, y además que toda la Tierra y lo que contiene, incluidas todas sus formas de vida, hasta las humanas, usted y yo, somos polvo de una estrella que exploto hacia los inicios de la Vía Láctea, nuestra galaxia.
Igualmente fueron localizadas unas estructuras esferoidales de aluminio y calcio, llamadas "condros”, las cuales pudieron datarse en una edad de 4600 millones de años. Es decir, el meteorito de Allende es más antiguo que la Tierra y que nuestro Sistema Solar, cuya edad se estima en 4500 millones de años. 

DETECTAN MECANISMOS DE EVOLUCIÓN
Y no solo eso, gracias al hallazgo de los isótopos mencionados, se pudieron detectar los mecanismos más importantes de la generación y evolución de estrellas y algunos aspectos sobre el origen del Universo. 
Gracias al meteorito de Allende se ha podido comprender, en buena medida, algunos de los mecanismos que dieron origen a nuestro Sistema Solar. Es difícil imaginar un viaje a través del cosmos de 4,600 millones de años que terminó abruptamente hace 47 años.
La mayoría de los meteoritos que caen en la Tierra, más del 95 por ciento, proceden de nuestro Sistema Solar. Sólo una pequeña parte proceden del espacio profundo, como el de Allende. Por eso, entre los coleccionistas, son muy apreciados este raro tipo de rocas, y se llega a pagar por ellos precios exorbitantes, que llegan a alcanzar millones de dólares por unos cuantos gramos. 
Como el meteorito de Allende se dispersó en un área tan grande, aún hoy, muy de vez en cuando, siguen apareciendo sus fragmentos, y como gambusinos modernos, algunos pobladores del Valle de Allende siguen buscándolos con esmero, ya que los compradores siguen apareciendo.
La gente del Valle de Allende se siente orgullosa de la cita espacial que se dio en su tierra, y las historias sobre el meteorito son ya parte de su identidad y su cultura. En la presidencia municipal existe una hermosa pintura del meteorito, y en el pueblo hay un museo dedicado a este. Además son muy conocidos varios personajes que vivieron el momento y son consultados con frecuencia sobre estos hechos. 
Desde luego, no pude contener mi emoción cuando me fue mostrado un pequeño fragmente del meteorito, y es que tener entre tus manos un fragmento con tal antigüedad, que nos remonta a los orígenes mismos del Universo, no es cualquier cosa, y te invita a reflexionar.

SIERRA DE ALMOLOYA Y RANCHO EL CAIRO
Durante mi visita a Valle de Allende visité la Sierra de Almoloya y el pequeño rancho de El Cairo. La Sierra de Almoloya es pequeña, formada por un conjunto de unos cuantos cerros calcáreos que se destacan sobre la llanura que rodea la región. En esta sierra hay cuevas, pueblos fantasmas, minas abandonadas, y desde luego, fragmentos de meteoritos. Es hermosa y me impresionó su aspecto. Imaginé el momento en que el meteorito, rasando el cielo, empezó a deshacerse sobre sus cumbres, iluminando la noche.
El rancho El Cairo es una pequeña comunidad formada por unas diez familias. Viven del campo, ganado y un poco de agricultura, de vez en cuando otros trabajos. Muchos de sus habitantes se van a trabajar a Parral, Delicias o la ciudad de Chihuahua, ya que ahí no hay oportunidades, o son muy limitadas. La gente, los mayores, se acuerdan bien del meteorito, y se les ilumina el rostro cuando hablan de él. Incluso, hasta los jóvenes nos rodearon curiosos cuando uno de los mayores nos habló con vehemencia del fenómeno.
Pero también fueron surgiendo muchas otras historias, como la de la cercana Cueva del Diablo, donde dicen Francisco Villa cabalgaba hasta salir a Camargo, u otra cueva más cercana aún, donde dicen escondieron la cabeza de Francisco Villa, cuando ésta fue cercenada de su cuerpo en 1925.
Esta visita a la región del meteorito de Allende fue muy aleccionadora, y aprendí mucho sobre el tema y la región. Muy amablemente me acompañó a este recorrido el ingeniero geólogo Hugo Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, y experto en el tema meteorítico y fue nuestro guía el señor don Antonio Holguín, cronista de la ciudad de Jiménez, Chihuahua, cercana a la región de Valle de Allende, a quien agradezco profundamente el acompañarnos y darnos a conocer tantas maravillas de esta parte del sur de Chihuahua.

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