Agradecen la ayuda para madre de trillizos

Benjamín Pacheco/EL VIGÍA
bpacheco@elvigia.net | Ensenada, B. C.

Abuelas de Gioryelli Anahí Molina Espinoza, medallista olímpica nacional de balonmano y madre reciente de trillizos, agradecieron el apoyo de la comunidad, pues acudieron más de 20 donadores de sangre al Hospital General de Ensenada.

Lo anterior luego de darse a conocer que la joven ensenadense necesitaba ayuda tras sufrir complicaciones durante el parto, por lo que el miércoles fue impulsada una campaña en redes sociales que contó con buena respuesta de los residentes del puerto.

Brenda Espinoza, madre de Gioryelli, refirió a la prensa que su hija tuvo abundante sangrado tras la cesárea, por lo que tuvo que ser operada de emergencia para extirparle el útero.

“Ahí fue cuando entró en gravedad porque perdió bastante sangre. Nos dijeron que ocupaban donadores. Gracias a Dios ha estado reaccionando favorable. El día de hoy acabo de verla y dicen que es suficiente.

“Quiero agradecerle a todas las personas que estuvieron apoyando, porque mucha gente llamó para ayudar. Agradecerles que está bien y se cumplió con el requisito de la sangre. Muchas personas acudieron y está mejor”, expresó.

Patricia Campuzano, abuela por el lado paterno, comentó que fue una jornada difícil para la familia.

“Fue muy difícil porque fueron diferentes emociones: el que nacen los niños y después a ella se le complica el parto, pero gracias a Dios y a toda la comunidad que nos ha apoyado. Ella está bien y los niños también.

“Por lo de la sangre, ya no vamos a ocupar más. Está fuera de peligro”, contó, además de referir que el padre Cristian Fonseca Campuzano, de 27 años, ha estado al pendiente de su familia.

Gioryelli tiene 20 años y empezó desde pequeña a practicar balonmano. Ha estado varios años en la selección de Baja California y en el 2016 obtuvieron medalla de oro, en la Olimpiada Nacional realizada en Tijuana.

Sobre los niños, las abuelas refirieron que tentativamente se llamarán Emiliano (2 kilos 600 gramos), Mateo (un kilo 945 gramos) y Renata (945 gramos).

“Ellos están muy bien. Me comentó la pediatra que no necesitaban oxígeno, ni siquiera la pequeñita. Lloraron al nacer, respondieron bien. Cuando la den de alta, se puede llevar a los bebés. La niña se quedará para cuestiones de ganar peso, pero está fuera de peligro”, aseguró la señora Brenda.