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Misiones de las Californias XLI: Misión de San José de Guadalupe

Los inicios de esta misión fueron difíciles, aunque con el paso del tiempo llegó a tener gran prosperidad, hasta que en 1836 fu secularizada, iniciando su periodo de decadencia. En 1868 un fuerte terremoto destruyó la iglesia y en los años ochenta del siglo XX fue construida una réplica en el sitio original de la misión
domingo, 31 de diciembre de 2017 · 00:00

CARLOS LAZCANO/COLABORACIÓN
carloslascano@hotmail.com | Ensenada, B. C.

Durante el periodo de fines de 1791 a inicios de 1797, no fue fundada ninguna nueva misión en la Alta California. Este estancamiento misional obedeció, sobre todo, a que el reino español se encontraba en un franco proceso de decadencia, y la expansión misional dejó de ser prioritaria, por lo que los apoyos que se les brindaban empezaron a disminuir de manera importante.

Sin embargo, en ese 1797, el sistema misional tuvo un fuerte impulso, gracias a la prosperidad de no pocas de las misiones altacalifornianas, las que se prestaron a comerciar con naves extranjeras, sobre todo rusas, inglesas y estadounidenses. Gracias a este nuevo impulso, el último que se dio en las Californias, en dicho año de 1797 fueron establecidas cuatro misiones en la Alta California, y al siguiente año una más. En los siguientes 25 años, aún serian establecidas tres más; pero para entonces, el sistema misional tenía sus días contados.

La primera de esas cuatro misiones de 1797 sería la de San José de Guadalupe, fundada el 11 de junio. Se trató de la misión número 40 de las Californias y la número 14 de la Alta California. Fue establecida por el padre presidente de las misiones altacalifornianas fray Fermín Francisco de Lasuén. Se localiza a 25 kilómetros al norte de San José, California, muy cerca de la Bahía de San Francisco y a 850 kilómetros al norte de Ensenada. Su primer capilla fue finalizada en septiembre de 1797, pero su iglesia definitiva se inició hasta 1805, siendo consagrada en abril de 1809.

INICIO DIFÍCIL
Desde sus inicios esta misión fue difícil debido a lo belicoso de los indios sacalanes, en cuyo territorio fue ubicada. Precisamente, debido a ello, durante su primer año de operaciones, únicamente fueron bautizados 30 indígenas. Esta hostilidad indígena duro muchos años y afectó las actividades normales de la misión, siendo atacada en más de una ocasión, con el resultado de haber varios muertos por ambos bandos.

A pesar de esos primeros años difíciles, la misión llegó a tener gran prosperidad, sobre gracias a la labor del padre Narciso Durán, quien sirvió en ella durante 40 años, entre 1806 y 1846. Fue el único misionero que le tocó vivir bajo las tres soberanías que ha tenido la Alta California: la española, la mexicana y la estadounidense. A Durán se debe una orquesta de músicos indígenas, la que llegó a tener gran fama en toda la Alta California.

A pesar de la hostilidad de los indios, entre 1824 y 1836, esta misión tuvo gran prosperidad, llegando a tener 7 mil cabezas de ganado, 850 caballos y 12 mil ovejas. Su máxima población indígena fue en 1831, cuando contó con 1831 neófitos.

El indio Estanislao, el mejor colaborador del padre Durán, huyó de la misión en 1828, refugiándose en las montañas y organizando a un grupo de guerreros que se dedicó a atacar a numerosos ranchos. Se organizó una expedición en su contra, al mando del sargento Francisco Soto, pero el militar fue derrotado, resultando muerto. Finalmente, el teniente Mariano Vallejo, después de sufrir graves pérdidas, logró derrotar a Estanislao, haciendo prisioneros a muchos de sus guerreros, incluyendo a su líder. Desde luego, los militares querían matar a Estanislao; pero el padre Durán abogó por él y logró que fuera perdonado por el gobernador. Desde entonces, el padre Durán lo protegió y Estanislao regresó a vivir a la misión en donde sirvió hasta el día de su muerte.

En 1836, la misión fue secularizada, por lo que se inició su periodo de decadencia fuerte. Sus edificios fueron saqueados y sus indios se dispersaron. En 1846 el gobernador Pio Pico vendió esta misión a su hermano Andrés y a Juan Bautista Alvarado por 12 mil pesos. Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos declaró ilegal la compra y en 1858 la iglesia le fue devuelta a la iglesia católica. En 1868 un fuerte terremoto destruyó la iglesia. En los años ochenta del siglo XX fue construida una réplica en el sitio original de la misión.

¿QUIÉN FUE EL FUNDADOR DE ESTA MISIÓN?
Fue fray Fermín Francisco de Lasuén el fundador de esta misión, como ya lo mencionamos. Este gran misionero, quien sucedió a fray Junípero Serra en la presidencia de las misiones de la Alta California, nació en Vitoria, España, en 1736. Ingresó a la orden franciscana y, a partir de 1751, se le consideró fraile. A los 23 años, fue enviado a la Nueva España, asignándosele a las misiones de Sierra Gorda, actualmente en el Estado de Querétaro. Ahí nació su relación con fray Junípero Serra.

Estuvo en Sierra Gorda hasta 1767, cuando formó parte del grupo de misioneros franciscanos que fueron enviados a las misiones de la Antigua California. Posteriormente, pasó a las misiones de la Alta California, de las cuales llegó a ser presidente a partir de 1784, año en que murió fray Junípero.

Permaneció como presidente hasta su muerte, ocurrida en la misión de San Carlos Borromeo, el 26 de junio de 1803. Durante ese lapso, fundó nueve misiones que son: Santa Bárbara, Purísima Concepción, Santa Cruz, Nuestra Señora de la Soledad, San José, San Juan Bautista, San Miguel Arcángel, San Fernando Rey y San Luis Rey.

¿QUIÉN ES EL PATRONO DE ESTA MISIÓN?
Se trata del señor san José, esposo de la virgen María y padre putativo de Jesucristo, por lo que es una de las figuras más importantes del cristianismo. Su fiesta se celebra en el mes de marzo, y entonces en la antigua misión se lleva a cabo la fiesta en honor al patrono.

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