Raíces

Misiones de las Californias XIII: Nuestra Señora de los Dolores del Sur

El padre Guillén dio principio a esta misión con el traslado de los indios de San Juan Bautista Maliba, a unos 4 kilómetros tierra adentro, al inicio de un abrupto cañón, rodeado de altos acantilados de la sierra. Este paraje es lugar es hermoso y lleno de encanto, especialmente sus vistas de la sierra y de la costa
domingo, 14 de mayo de 2017 · 00:00
CARLOS LAZCANO/COLABORACIÓN
carloslascano@hotmail.com | Ensenada, B. C.


Como vimos, en noviembre de 1720 el padre Clemente Guillén abrió el primer camino por tierra entre Loreto y la Bahía de La Paz. Al efectuar este recorrido descubrió, a 113 kilómetros al sur de Loreto, en la costa del golfo, un sitio con características adecuadas para una fundación misional, el cual los indios guaycura nombraban Apaté. Así, en agosto de 1721 se trasladó al sitio y estableció la misión, la que se dedicó a Nuestra Señora de los Dolores. 

El padre Guillén dio principio a esta misión con el traslado de los indios de San Juan Bautista Malibat (o Liguí), la que estuvo atendiendo en los último años, debido al descenso de su población. Así fue abandonada Malibat para dar inicio a Nuestra Señora de los Dolores del Sur Apaté.

El paraje de Apaté se encuentra en la costa del Golfo, y así el primer sitio de esta misión se levantó junto a la playa, en un paraje que hoy es el antiguo rancho de los Dolores. 

En 1723 la misión se cambió de sitio a unos 4 kilómetros tierra adentro, al inicio de un abrupto cañón, rodeado de altos acantilados de la sierra. Este paraje era llamado Tañuetiá (lugar de patos) por los guaycura. El sitio está bastante aislado y no es fácil llegar a él. De hecho, la manera más sencilla es por mar. El cambio obedeció a que el agua del primer sitio empezó a volverse salada, no apta para consumo. De este segundo sitio aún se conservan unos muros de piedra, así como diversos aspectos de la misión; una pila que aún funciona, acequias y canales de riego, etc.

En 1735 la misión de Los Dolores fue utilizada como base militar para sofocar la rebelión de los pericú, la que se había extendido en las misiones de Santiago, San José del Cabo, Todos Santos y La Paz, y había ocasionado la muerte violenta de dos misioneros. Esta situación obligó al misionero a cambiar de sitio la sede de la misión, trasladándose a la visita de La Pasión, en 1737.

La misión nuevamente fue cambiada de sitio en 1741, con el fin de buscar un sitio con mejor agua y tener más fácil acceso con las misiones de Loreto y San Luis Gonzaga. Se le instaló en un paraje llamado Chillá por los guaycura, que se encontraba a unos 25 kilómetros al suroeste de La Pasión, en medio de la Sierra de la Giganta. Esta misión contó con las visitas de La Concepción, La Santísima Trinidad, La Redención y La Resurrección.

GRAN EXPLORADOR DE CALIFORNIA
El padre Clemente Guillén, el fundador de esta misión, nació en 1677, en la ciudad de Zacatecas. En 1696 ingresó a la Compañía de Jesús, ordenándose sacerdote en la ciudad de Oaxaca, hacia 1706. Arribó a California en 1713 y se le envió a la misión de San Juan Bautista Malibat. Posteriormente fundó Nuestra Señora de los Dolores del Sur, como ya vimos.

Guillén fue uno de los grandes exploradores de la California. Exploró la Sierra de la Giganta para encontrar el primer camino terrestre entre Loreto y La Paz. También buscó la ruta hacia la Bahía Magdalena, explorándola extensamente. Además fue un cronista de sus exploraciones y trabajos. Fue visitador de las misiones de California entre 1734 y 1736, tocándole enfrentar la gran rebelión de los pericú, la más fuerte de las rebeliones que hubo en la Antigua California.

Atendió su misión de Los Dolores hasta 1737, en que fue designado Superior de las misiones, y posteriormente de nuevo visitador. Posteriormente regresó a su misión de Los Dolores, de donde se retiró a Loreto debido a una enfermedad. Ahí falleció el ocho de abril de 1748, a los 71 años.

Después de Guillén atendieron la misión los padres jesuitas Lambert Hostell (1737-1767), Bernhard Zumpziel (1737) y el franciscano fray Francisco Gómez (1768).

En 1741 se le bajó de categoría, dependiendo, como visita, de la misión de San Luis Gonzaga. En 1768 el visitador real José de Galvez, ordenó que la misión fuera abandonada para siempre, siendo trasladados sus habitantes a la misión de Todos Santos.

Hace algunos años visité el sitio donde estuvo originalmente la misión, sobre la costa del Golfo, así como el de Tañuetiá. Ciertamente no me fue fácil llegar, ya que había un camino de terracería en pésimo estado, el que requería no solo un vehículo doble tracción, sino el saber manejar bien en terrenos abruptos y difíciles. El lugar es impresionante, sobre todo por lo abrupto de la Sierra de la Giganta y ver cómo sus peñas llegan directamente al mar, formando unos acantilados muy verticales. 

Ahí funciona el rancho de Los Dolores, donde aún se pueden ver los vestigios misionales. Destaca la antigua pula misional y su acequia, las cuales siguen funcionando después de casi 300 años que fueron construidos. El lugar es hermoso y lleno de encanto, especialmente sus vistas de la sierra y de la costa.

Cuando estuve en este sitio tan remoto, estuve imaginándome al padre Guillen trabajar en él, rodeado por los indios guaycura, enseñándoles con amor y paciencia la palabra de Dios, pero también los numerosos elementos de nuestra cultura que los ayudarían  en su nueva vida, como la agricultura. Ciertamente me parece muy loable una entrega de este tipo, el renunciar a las facilidades de la civilización para irse a este sitio remoto a evangelizar. No cualquiera lo hace, y menos en las difíciles condiciones de esa época del siglo XVIII.

LA MATER DOLOROSA
Esta misión está dedicada a Nuestra Señora de los Dolores, también conocida como la Virgen de los Dolores o la Mater Dolorosa. Se trata de una de las advocaciones de la Virgen María, en la cual se venera el sentimiento de dolor de madre de la Virgen ante la muerte de Jesús, su hijo. Su fiesta es el Viernes de Dolores o 15 de septiembre, por lo que seguramente en dicha fecha en esta misión se le hacía la fiesta patronal, como se acostumbraba en todas las misiones celebrar al patrono. Normalmente a esta virgen se le viste de negro o morado.

La devoción de esta virgen data de fines del siglo XI, en la diócesis de Florencia, siendo iniciada por la Orden de los frailes Siervos de María, cuya espiritualidad estaba muy ligada a María, la madre de Jesús. Actualmente es una de las advocaciones más veneradas de la Virgen María, en todo el mundo.

Hay que destacar que con esta misión se cerró la tercera etapa de la expansión misional, pasarían algunos años antes de que se fundara la siguiente misión, la de San Ignacio Kadakaamán, en 1728. Recordemos que la primer expansión se dio entre 1697 y 1699 y abarcó tres misiones. La segunda expansión se dio entre 1705 y 1708 y también fue de tres misiones. Esta tercera etapa abarcó cinco misiones y tuvo mayores alcances que las dos primeras. El avance misional en general fue lento debido a los múltiples problemas que había que superar, entre ellos los de carácter económico, los de falta de misioneros, problemas políticos, la difícil geografía, la resistencia de los grupos indígenas, entre los más importantes. 

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