Investigan gases en garitas con EU

Benjamín Pacheco/EL VIGÍA
bpacheco@elvigia.net | Ensenada, B. C.

Científicos de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) investigan el impacto en la salud de las personas, a causa de las emisiones de carbono provenientes de automóviles que transitan en la zona de garitas de San Ysidro y Otay.

Dicho proyecto está a cargo de investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería de la UABC, Campus Tijuana, según destacaron los académicos mediante un comunicado oficial.

Conforme a los datos, es el estudio “Evaluación espacio – temporal de metales pesados (carbono elemental y orgánico) en el aire provenientes de fuentes móviles en las garitas internacionales de Tijuana y San Diego”, coordinado por el doctor Javier Emmanuel Castillo Quiñonez.

La intención es medir los niveles de concentración de estos contaminantes que no están siendo monitoreados por la red de calidad del Estado, así como proporcionar una base de datos con los resultados a la Secretaría de Protección al Ambiente, para que puedan mitigar dicha problemática.

“Hasta el momento se ha descubierto que la mayor parte de los metales (zinc, calmio, cobalto, plomo, entre otros) provienen de las partes del automóvil que se desgastan, como las llantas y al ser algunos de ellos cancerígenos, afectan la salud”, indicaron las autoridades.

Dicho proyecto tomó en cuenta mediciones desde diciembre del 2016 hasta diciembre del 2017, para estudiar los niveles de concentración en diferentes épocas, tomando como referencia el cambio de las estaciones climáticas.

Medición continua
En el estudio participaron la doctora Jenny Quintana, integrante de la División de Salud Ambiental de la San Diego State University, así como la doctora

Nina
Bogdanchikova del Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

También alumnos de licenciatura y de posgrado de la FCQI, con apoyo económico del Fideicomiso Empresarial de Baja California (Fidem).

“A raíz del estudio se detectó la necesidad de ofrecer pláticas a los locatarios de las garitas para informarles de los riesgos y los efectos que tiene en su salud el respirar estos contaminantes.

“Esto no se va a solucionar con mediciones de un año, tiene que ser de manera continua para ver si los niveles son malos o si son bajos. Si no conocemos lo que estamos respirando y los niveles que tiene, ¿cómo vamos a educar a la gente?”, detalló Castillo Quiñonez.

Por último, el investigador propone implementar un programa de educación, principalmente a nivel preescolar y primaria, para concientizar a las nuevas generaciones sobre la reducción de contaminantes que se utilizan en la vida diaria.