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Analiza Luke legado y obra de Sor Juana

miércoles, 29 de agosto de 2018 · 00:00

BENJAMÍN PACHECO/EL VIGÍA
bpacheco@elvigia.net | Ensenada, B. C.

Sor Juana Inés de la Cruz es considerada la primer feminista de América; tenía conciencia de lo que implicaba ser una mujer en un mundo dominado por los hombres, señaló Gregorio Luke, experto en arte y cultura latinoamericana.

El analista lo refirió en su charla “Sor Juana: nuestra contemporánea”, presentada ayer en el Centro Estatal de las Artes (Ceart) y dentro del marco de actividades del Festival del Conocimiento 2018.

“Se ha dicho que es la primera feminista de América y es cierto. Una persona que tiene la conciencia de ser mujer, lo que significaba ser mujer en un mundo dominado por hombres. Entiende su papel en el México colonial”, señaló.

Luke sintentizó la vida de Juan Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, desde el nacimiento en San Miguel Nepantla (1651) y su fallecimiento en la Ciudad de México (1695), en el que destacó una infancia de interés porSE la lectura y el conocimiento, lo que la llevaría a ser una de las primeras mentes modernas en el mundo hispanoamericano.

INTELIGENCIA INUSUAL
“Es hija natural, es decir, no se sabe quién fue su padre. Desde niña tiene una inteligencia inusual: aprende a leer rápidamente, escribe versos a los 6 ó 7 años. Tienen tal deseo de estudiar que le pide a su madre que la vista de hombre para poder ir a la escuela. Se le niega y se refugia en la biblioteca de la abuela”, detalló.

El conferencista refirió que Juana de Asbaje se ponía metas para aprender cosas y, de no cumplir con los plazos, se cortaba el cabello, pues pensaba que “Una cabeza no podía estar llena de pelo y vacía de ideas”.

Al crecer su fama de niña bella y sabia, fue invitada por los virreyes, quienes le hicieron una especie de examen, del que salió bien librada.

Contestaba con tal naturalidad que parecía un galeón real haciendo a un lado canoas insignificantes, prosiguió Luke, además de que estaba rodeada de pretendientes y fiestas con motivo de la vida social del palacio.

“A los 19 años decidió volverse monja. ¿por qué? Los expertos consideran que, más que una vocación religiosa, se dio cuenta de lo que le esperaba como esposa, ser la propiedad del marido, atenida a lineamientos. Esto le iba a impedir desarrollar su mente”, señaló.

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