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El declive de las Bajas

Fanáticos de las carreras fuera de camino aseguran que una supuesta derrama económica justifica el impacto ambiental, aunque este tipo de eventos deportivos ha dejado de realizarse en otros países
sábado, 23 de noviembre de 2019 · 00:00

Carlos Lazcano/EL VIGÍA
carloslascano@hotmail.com | Ensenada, B. C.

Las llamadas carreras fuera de camino, especialmente las Baja 1000 y Baja 500, son eventos que no solo no me llaman la atención, sino que rechazo debido a su carácter depredador y neocolonialista.

El carácter depredador de estos eventos ya lo he comentado en numerosos artículos en El Vigía y otros medios. Son carreras que impactan fuertemente las regiones naturales a su paso, afectan el ambiente de la región, y le apuestan al cambio climático y al calentamiento global.

Si las autoridades estuvieran en realidad preocupadas por estos fenómenos, la cada vez mayor escasez de agua y los incendios que año con año se presentan peores, entre otros efectos negativos, deberían prohibir que este tipo de carreras se llevaran a cabo en el municipio y estado.

Ciertamente es una contradicción que se presuman las grandes regiones naturales, y al mismo tiempo se permitan eventos que van en contra de sus vocaciones.

El que exista tanta gente que guste de estos eventos depredadores, así como autoridades que los permitan, sin lugar a dudas se debe a un alto nivel de desconocimiento de la naturaleza, historia y valores.

Muchas de estas personas prefieren que los valores naturales sean destruidos con tal de disfrutar unas carreras que no aportan nada, pero sí afectan gravemente.

Fanatismo destructor
Existen varias personas que comentan mis notas sobre estas carreras en tono de burla, como si al hacerlo me afectaran a mí; no se dan cuenta de que son ellas las afectandas, dejando ver esa profunda ignorancia y desconocimiento sobre la tierra en la que viven.

Voy con cierta frecuencia a ciudades y pueblos de Estados Unidos y siempre visito sus librerías. En ellas siempre encuentro libros que hablan de los entornos naturales y culturales de dichas ciudades y pueblos, sobre todo guías de todos los aspectos naturales posibles: aves, mamíferos, árboles, plantas, serpientes, insectos, flores, rocas, minerales, bosques, senderos, historia, fósiles, y un largo etcétera.

Allá la gente sí suele conocer lo que hay en su tierra, por eso la aman profundamente y no permiten eventos depredadores. Por eso las carreras fuera de camino van en declive en dicho país. Pero en México, en particular en Baja California van en aumento.

Estas carreras que prohíben en Estados Unidos, se realizan en el territorio nacional. Como aquí casi nadie conoce los ambientes naturales, no hay amantes y defensores de la naturaleza, y así los depredadores tienen campo fértil para hacer lo que les da la gana.

Esto lo vemos de manera clara con los directivos de la empresa Score International, que violan leyes, no respetan prohibiciones, destruyen la naturaleza, y hacen el negocio de su vida pasando sobre una ciudadanía que no sabe cómo defenderse de ellos, y no solo eso, hasta les aplaude y los trata como héroes.

Supuesta derrama económica
Muchos defienden estas carreras por la supuesta derrama económica que deja. Digo supuesta ya que en realidad ni es tal, y el saldo siempre es negativo para Baja California y el municipio de Ensenada, sobre todo si midiéramos los impactos sobre las áreas naturales.

Pero supongamos que sí hubiera derrama económica, ¿justifica eso que se violen leyes y derechos? Sorprendentemente hay personas que piensan que sí, es decir los que se llaman fanáticos.

Lo comento porque ellos mismos me lo han dicho. Ser fanáticos implica que el raciocinio y el sentido común dejan de funcionar. Si por una diversión permito que se violen las leyes, esto, tarde o temprano terminará afectándome, no solo a mí y mi familia, sino a toda la sociedad.

Las carreras violan uno de los derechos humanos más fundamentales de los mexicanos, el derecho a un ambiente natural sano. Eso tampoco les importa a los fanáticos de estas carreras y a las autoridades que las permiten. Esto implica que hay una ciudadanía que no quiere ejercer sus derechos, y ya se sabe que derecho que no se ejerce se pierde. Este es un costo que se pagará muy alto.

Cuando una sociedad no conoce sus derechos, no los defiende, y no busca que se apliquen las leyes, es porque está en problemas, y claramente la Score International y las carreras fuera de camino son un serio problema para Baja California.

Ningún negocio, por más bueno que sea, justifica que se violen leyes y derechos. De ser así no tendría sentido hacer leyes, a menos que solo estén de adorno. Si las Bajas son tan buen negocio y dejan tanta derrama como se pregona ¿por qué tienen que recurrir a las violaciones de derechos y leyes? Uno de los efectos de permitir que se violen las leyes y derechos es que la empresa Score International se ha estado burlando de la ciudadanía ensenadense, de sus leyes y de sus autoridades.

Aquí si aplica eso de que las autoridades les hacen los mandados, literalmente. Solo con leer el convenio que se celebra entre Ensenada y Sore International nos daremos cuenta fácilmente.

Si de derrama económica se trata, pues dejemos que los narcos operen con toda tranquilidad, al cabo dejan mucha derrama.

Un aspecto que los fanáticos, en su ignorancia hacen, es permitir el juego perverso de esta empresa. Es decir, Score se burla de ellos y sabe que son unos ignorantes que le son muy útiles. Ellos son parte de la justificación para que puedan venir a enriquecerse a costa de ellos mismos y el resto de los ensenadenses. Al estar violando sistemáticamente nuestras leyes y tener el respaldo de autoridades, Score, y específicamente su dueño, se ha vuelto muy soberbio, y humilla constante a autoridades y a ensenadenses. Sabe que goza de impunidad para hacer lo que le da la gana.

 

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