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Miden impacto cerebral de terapias para el TEA

martes, 31 de diciembre de 2019 · 00:00

REDACCIÓN/EL VIGÍA
Tijuana, B. C.

Con el objetivo de determinar el efecto de las terapias que reciben los niños con Trastornos del Espectro Autista (TEA), investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería de la UABC realizan una investigación en la que se miden las señales electroencefalográficas, las cuales demuestran científicamente si hay un desarrollo cerebral después de realizar actividades de aprendizaje.

Normalmente lo que hacen las instituciones u organismos que atienden a personas con esta condición, es una evaluación mediante observación. “Es tan solo una apreciación a fin de cuentas y con estas mediciones podemos darles datos reales sobre lo que está sucediendo”, explicó el maestro José Jaime Esqueda Elizondo, responsable del estudio.

“Esto es para generar mejores entornos de aprendizaje, a través de medir la carga mental, la atención, niveles de estrés y cuantificar los niveles de potencia que manejan”, agregó.

Mejoran respuesta
Para llevarlo a cabo, utilizan una interfaz cerebro computadora, también conocida como BCI (Brain Computer Interface), un dispositivo que capta las señales eléctricas cerebrales de una persona, en este caso niños con TEA, mientras realizan alguna actividad, para posteriormente enviarlas a una computadora donde serán procesadas.

“Si de repente vemos que aumenta la potencia de las señales en la banda que corresponde al estrés, podemos pensar que el niño no está entendiendo y se está estresando, lo cual no es bueno, entonces se puede generar un mejor entorno de aprendizaje”, explicó el investigador.

En un experimento compararon a dos niños de la misma edad, siendo un niño con TEA, aplicándoles las actividades de insertar sopa en un alambre (motricidad fina), jugar a la lotería, cantar y armar un rompecabezas de 12 piezas. Observaron que el comportamiento de las señales del segundo niño se mantenía centrado en un hemisferio, focalizado, mientras que en el niño con autismo estaba disperso.

Pasó un año de terapia y atención con el niño con TEA, a quien le repitieron la prueba y comprobaron que las señales se estaban aproximando a una focalización. “Esta es una forma de demostrarles a los padres que sí hay cambio. Algunos de ellos piensan que no tiene caso que estudien o reciban terapia si no cambiarán las cosas”, expresó el maestro Esqueda Elizondo.

Como parte de la responsabilidad social, crearon el Simposio Internacional de las Prácticas en el Tratamiento del Autismo, el cual tiene una característica significativa a diferencia de otros eventos académicos: es gratuito y el público objetivo son los padres de familia, ya que muchos de ellos necesitan mayor información para entender la condición de sus hijos con TEA.

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