Reflexiones y conversaciones de octubre Segunda parte

Hugo Amao González/COLABORACIÓN*
Ensenada, B. C.

En 1967, estallaron acciones estudiantiles en diferentes Estados y las cárceles de diferentes lugares había estudiantes detenidos. Con toda esta represión y encarcelamiento de líderes estudiantiles en Puebla, Guerrero, Monterrey, Chihuahua, Veracruz, las normales rurales y otros lugares, se celebra en septiembre, en Culiacán, Sinaloa, el Consejo Nacional de CNED organizado por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).

En ese consejo Enrique Rojas solicitó su renuncia como presidente y en su lugar, fue nombrado en sustitución, aún y estando preso al sauzaleño, Rafael Aguilar Talamantes. En su propuesta se dijo; “realizamos este consejo sin la presencia del encabezador nacional del proceso de construcción de CNED: compañero, nuestro entrañable camarada, dirigente probado, honesto, limpio, combativo y valiente…”.

En las resoluciones 1 y 6, está la esencia, a las demandas por la Educación se agregó, la de las libertades democráticas y LIBERTAD a los presos políticos estudiantiles. Con esa consigna y por la educación, popular, científica y democrática; se tomó el acuerdo de realizar: LA MARCHA POR LA RUTA DE LA LIBERTAD, de Dolores Hidalgo a Morelia.

El tres de febrero de 1968, se inicia en Dolores Hidalgo, con delegados de muchos Estados, y se lanza un Manifiesto que (en síntesis) se dice:

1.- “Forjar sanamente el cuerpo y la idea, aprender de la historia y enseñar con el ejemplo es tarea y honor de nuestra generación.

2.- Luchar enérgicamente por los presos políticos y la reconquista de las libertades democráticas.

4.- La crítica situación en que vive el pueblo debe cambiar.

5.- Los estudiantes mexicanos enfrentamos hoy una crisis de la educación… frente a la crisis presentamos una solución: la reforma democrática de la educación, la superación de la enseñanza, el enriquecimiento de los conocimientos sobre la realidad del país.

10.- Hoy por la ruta del padre Hidalgo, mañana por todos los caminos de México enarbolando banderas de LIBERTAD”.

Marcha asediada
La marcha desde el inicio fue asediada, atacada por todas las formas y medios, de agresiones de todo tipo, hasta se acusó al movimiento de sabotaje al tren Ciudad Juárez- Celaya, sólo con el propósito de no permitir que se integraran los estudiantes de la Normal Rural del Roque, nada lograba detener la marcha.

El 5 de febrero se llegaba a Salamanca donde se hizo un gran homenaje a la Constitución y a quienes la hicieron posible; aunque se unió todo el basurero de la historia, (CNC, CTM, PRI junto con la Unión Nacional Sinarquista UNS y Liga anticomunista de occidente) se salió con gran simpatía popular de esa ciudad. Pero después de ahí y caminar todo un día y salir del pueblito del Valle de Santiago, 6 de febrero, los soldados del regimiento 140 y 50 emboscaron la marcha, con una orden de detenerla a toda costa.

Como lo informó, Arturo Martínez Náteras; “… la orden es terminante, la tropa está aquí para asegurar que esta orden se cumpla, no importa que sea violentamente. “Se discutió mucho, pero la sensatez privó y se evitó que hubiera muertos. El día 10, CENED en un comunicado en sus últimos renglones decía: “… sabemos que podemos ser víctimas en el clima represivo que se va caldeando en nuestra patria, pero de las filas extensas y puras del estudiantado mexicano surgirán más y mejores dirigentes fieles a las causas de CNED; una Educación Popular y Científica, una Patria mejor”.

En esta acción ya están presentes distintos actores y dirigentes que después se harán presentes en los

siguientes hechos y movimientos estudiantiles y políticos, incluyendo 2 de octubre y los que siguieron.

Aquí también se inicia la escalada de violencia y represión de un régimen surgido de un sistema

agotado.

Destacados jóvenes
Con disculpas, se dan los nombres de unos cuantos destacados jóvenes: Arturo Martínez Náteras,

Rolando Waller, Raul Álvarez Garín, Marcos Leonel Posadas, Celso Garza, Pablo Gómez, Pablo Sandoval.

Lucio Cabañas, Rubén Valdespino, Chicali Echeverría, Jesús Guardado, Arturo Waller, Joel Ortega Juárez, Walter Ortiz, Arturo Zama, Fernanda Campa, Beatriz Gallardo, Raúl Ramos, Héctor Escamilla, Antonio Medina, Antulio Ramírez, Óscar Trasviña, Jesus Michel Jacobo, Liberato y Rito Terán, con ellos iban entre otros sinaloenses, Raúl Murillo y Antonio Pacheco que ahora radican en nuestra ciudad.

Hay varios bajacalifornianos a nivel nacional, entre tantos; Herlinda Sánchez Laurel, (presidente de la Esmeralda), Cecilia Soto Blanco, Vicente Calderón (Presidente de la ESCA, el Politécnico), Alejandra Cárdenas, José Cruz García Ibarra.

Como delegados en esa marcha, por Ensenada participan Manuel Gazca y Rodolfo Meillón que regresa con una herida en la cabeza. Ya están presentes también, y, son parte de la nueva FEUB, José Luis Alonso Vargas, Gustavo y Sergio Hirales, Rogelio Vizcaíno, Pasillas, Manuel Licea, Nicho Hirales, Martha Galindo.

Localmente sobresalen Gildardo Meza, Alicia Villarino, Gloria Ortiz, Teresa Acuña, Victorina, Alejandra y Enriqueta Robles González, Vidal Espinoza y ahí andábamos algunos otros.

El movimiento estudiantil creció en intensidad, pero el Gobierno desde aquellos tiempos fue subiendo su barbarie hasta culminarla con el genocidio en aquel 2 de octubre que no se olvida.

La lucha continuó, se volvió a ganar la calle y, el 10 de junio de 1971, para apoyar a los universitarios de Monterrey, por mejores rumbos para la Educación universitaria y sus estructuras de Gobierno interno. Pero el gobierno otra vez repitió su forma de responder a los estudiantes, la brutal y asesina represión.

Muchos años después, el 26 de septiembre de 2014, otra vez y ahora en contra de los Normalistas de Ayotzinapa que levantaban sus demandas de educación para las Normales e iban a un acto para recordar el 2 de octubre, fueron secuestrados y desaparecidos por las “fuerzas del orden” del Gobierno.

El culpable de todos estos crímenes es la misma institución y en contra de lo enarbolado; la misma bandera desde hace más de 50 años, la educación.

Por eso ahora, pensar que la educación sea motor de una transformación resulta alentador. Tal vez con ello se abone algo a quienes por la educación perdieron la vida. Para esto se requiere que tanto maestros, estudiantes y padres de familia hagan suya esta noble idea y le den los contenidos requeridos: planes, programas y métodos basados en principios pedagógicos renovados que, con un gran contenido ético y poético, una visión moral del mundo que realmente vaya y siembre los nuevos comportamientos en todos los aspectos de la vida, y eche raíz fecunda.

La pintora del 68
Herlinda, “la pintora del 68”, como la destacó hace poco Arturo Martínez Náteras, es de Ensenada.

El próximo año, se cumplirá 50 años, (El 14 de febrero de 1970, después de trabajar casi un año,) en que nos obsequió, a los ensenadenses, un valioso tesoro que puede distinguir a una comunidad, un mural; la más grande y monumental expresión pictórica que se ha creado con relación a 1968.

Ella lo tituló: Alegoría a la Lucha. Cuando se inauguró, la Profra. Silvia Dávila, expresó: “A nombre de la Delegación D-I-1 de la Sección 37 del SNTE, en homenaje a los caídos en Tlatelolco y los presos

políticos de Ensenada entre los que se encuentra; Rafael Aguilar Talamantes y Germán Dávila, mi

hermano; declaro inaugurado este mural, Alegoría a la Lucha.

El secretario general de la delegación Sindical, entre otras cosas dijo: “… el mural de Herlinda elevará más nuestro espíritu combativo que al captarlo nos animará a seguir con “…el puño en alto y la esperanza abierta”.

Para cerrar su intervención, agregó; “… el mural recoge la verdad: la existencia de presos políticos, la represión y el genocidio de Tlatelolco, la verdad de la justicia prostituida, de la demagogia y la desintegración de nuestros valores culturales. Pensamos, sobre todo, en la férrea voluntad de la juventud en una lucha desesperada por la Democracia y la Libertad”.

Solo así podemos superar la vergüenza y disipar la ira que nos ocasionan, todavía, estos hechos que no debieron ocurrir nunca.

¡Esperaremos!

*Profesor jubilado